Los empleados de Alperovich acusados de encubrir el crimen de Paulina pueden pasar hoy su última Navidad en libertad

Domingo 24 de Diciembre de 2017, 09:54

Eduardo Di Lella y Hugo Sánchez (con su mujer descansando en Miami Beach).



Los cinco empleados de José Alperovich acusados de encubrir el asesinato de Paulina Lebbos podrían pasar su última Navidad en libertad.

A partir del próximo 6 de febrero los acusados se sentarán en el banquillo, en el inicio del juicio oral y público que será difundido a Tucumán y todo el país en directo por televisión. Hay 200 testigos citados, incluyendo al propio Alperovich, su mujer y sus dos hijos varones.

Se espera que el juicio se prolongue durante varios meses. Antes de fin del año próximo estaría el veredicto.

El tribunal, integrado por los jueces Carlos Caramuti, Rafael Macoritto y Dante Ibáñez, decidirá la suerte de cinco funcionarios del gobierno de Alperovich. Se trata del ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez, el ex subjefe de la fuerza, Nicolás Barrera, el ex subjefe de la Regional Norte de la Policía, Héctor Rubén Brito, y el policía retirado Hugo Waldino Rodríguez.

Paulina Lebbos, tenía 23 años y una hija cinco cuando desapareció, el 26 de febrero de 2006, a la salida de un boliche de San Miguel de Tucumán. Su cadáver fue encontrado 13 días después al costado de la ruta 341, cerca de la localidad de Tapia, a 30 kilómetros de la capital provincial. El cuerpo tenía rasgos de estrangulamiento, quemaduras de cigarrillo y estaba en un avanzado estado de descomposición. La Justicia confirmó que la escena del crimen fue adulterada, al igual que las actas policiales donde se informaba del hallazgo del cuerpo de la joven. Por ese último hecho fueron condenados en 2013 los policías Enrique García y Manuel Yapura.

Di Lella, Sánchez, Barrera, Brito y Rodríguez fueron procesados por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad y coacción, por considerar que participaron de un plan que tenía como fin ocultar detalles referidos al hallazgo del cadáver y sobre la investigación llevada adelante por la Policía tras la desaparición de la joven.

Alberto Lebbos, el padre de Paulina, se aferró desde un principio a la hipótesis de que "los hijos del poder" están detrás del crimen de su hija.

El expediente por el crimen de Paulina estuvo paralizado durante años, mientras el caso estuvo en manos del ex fiscal Carlos Albaca, quien también será enjuiciado el año próximo por el encubrimiento del hecho. La investigación recién comenzó a avanzar a partir de 2013, cuando se hizo cargo de la investigación el fiscal Diego López Ávila. Si la causa no era elevada a juicio oral en febrero de 2018, iba a proscribir.

Alberto Lebbos, el padre de Paulina, aseguró que "no existe ninguna duda de que estas demoras forman parte de la maniobra de encubrimiento que fue orquestada por José Alperovich para que no se conozca la verdad".

Por esa razón, señaló que quiere verse "cara a cara" con el ex gobernador en el juicio, donde ambas partes pidieron que sea citado como testigo, "para que diga quién es el asesino de Paulina, ya que según dijo él en 2006, ya lo tenían identificado". El padre de la víctima contó que también espera que comparezcan ante el tribunal "la esposa del senador Alperovich (Beatriz Rojkés) y sus hijos (Gabriel y Daniel) porque ellos saben lo que pasó".


Lebbos dijo que espera "con mucho optimismo que en el juicio salga a la luz la absoluta verdad de lo que sucedió y que los ex funcionarios acusados de encubrimiento digan a quién o a quiénes protegieron durante todos estos años".

En este sentido, recordó que "los cinco ex funcionarios que están por ser juzgado fueron protegidos por el gobierno de Alperovich, porque los promovió, los sostuvo en sus cargos y, cuando dejaron la función pública, los siguió contratando en el Estado".

Lebbos sostuvo que no busca venganza, "sino justicia, y que el autor del crimen de Paulina pague las consecuencias, por más que haya sido alguien vinculado con el poder".