"Creo que es necesario un cambio cultural para que los varones adopten un método anticonceptivo que no sea el preservativo", manifestó Vázquez, para quien "en la sociedad todavía está muy arraigado que el cuidado es de las mujeres".
Y agregó: "De hecho para el uso de preservativo, muchas veces si la mujer no insiste, ante igual riesgo de enfermedades de transmisión sexual, el hombre prefiere no utilizarlo". "Lo que se observa muchas veces es que cuando la mujer toma ’la puesta del preservativo’ como algo participativo de la relación sexual el hombre lo acepta con más naturalidad", remarcó la experta. Pero -otra vez- la pelota vuelve a estar del lado femenino.
Y tras destacar que "no hay difusión médica acerca de que la vasectomía es segura, gratuita e indolora", Vázquez opinó que "falta mucho para cambiar esta mentalidad de la obligación del cuidado femenino".
"Hace 20 años el hombre no cambiaba pañales ni llevaba a los hijos al colegio, y hoy da lo mismo si esas tareas, como muchas otras, las hace la madre o el padre -señaló la especialista-. Me da la impresión de que en estas cuestiones también hace falta tiempo, pero sí creo que en el mientras tanto la industria farmacéutica debería investigar mucha más cantidad de métodos anticonceptivos masculinos".
En la misma línea se manifestó la presidente de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (Feim), Mabel Bianco, para quien "esta píldora es interesante y está dentro de los esfuerzos que se están haciendo para lograr contar con métodos anticonceptivos para hombres".
"Sin embargo, como la cultura supone que la responsabilidad del cuidado frente a la reproducción es de las mujeres, será importante ver si se acompaña de un cambio en ese sentido -analizó-.
Es interesante que los hombres prefieren métodos de consumo diario para que sean más fácilmente reversibles, o sea que recuperen la capacidad de ser fértiles. Esto es un indicio de cómo no piensan esta pastilla como método de uso prolongado sino circunstancial. Esto puede deberse a que sólo la quieren para algunas circunstancias de relaciones con parejas ocasionales y no en parejas estables".
Si bien Bianco vio como "alentador" que la industria farmacéutica haya trabajado en buscar una píldora masculina, destacó que "hay un largo camino y tienen que ver no sólo con la calidad y efectividad de la píldora sino también con los valores culturales relacionados con la responsabilidad de cuidarse frente al embarazo, que también se vincula a la responsabilidad frente al hijo producto de ese embarazo que se produce por la relación sexual".
"Es evidente que los hombres en general se sienten menos responsables frente a la paternidad", opinó, y sobre la posibilidad de que en un futuro cercano la anticoncepción sea efectivamente compartida, finalizó: "Creo que eso va a llegar cuando estemos más avanzados como sociedad en la igualdad entre hombres y mujeres, además, es necesario para que eso ocurra que la educación sexual integral funcione a pleno en todo el país".