La Caballería de la Policía de Tucumán trabaja en condiciones calamitosas

Domingo 20 de Mayo de 2018, 05:48

UNA PÉSIMA ESTRUCTURA EDILICIA PARA LA LABOR DE LA POLICÍA. En la dependencia de Caballería, el personal trabaja bajo techos de chapas llenos de agujeros, oficinas antiguas y compartimentos sumamente precarios. La Gaceta / Fotos de Analía Jaramillo.



El techo de uno de los pasillos centrales está lleno de agujeros. Las chapas onduladas de fibra de cemento ya no se pueden defender del paso del tiempo y de la fuerza que las piñas adquieren al caer desde los pinos. Las paredes también alertan cuando se camina por la zona, y no porque alguien haya escrito en ellas. Muestran el deterioro: la pintura gastada y el revoque que ya no cubre.

Este paisaje se repite en los diferentes espacios de la sede de la Sección Caballería de la Policía de la provincia, conocida como la “Volanta”. El edificio tiene más de 100 años y allí funcionan además las divisiones Canes, Transporte y Secuestro Judiciales y Contravencionales, donde están los vehículos afectados a causas. A unos metros más, trabaja el Cuerpo Médico Forense y la Morgue Judicial. “Estamos refaccionando en la medida que se pueda. La estructura está dañada. Estamos refaccionando los dormitorios y está en proyecto hacer los baños, que son indispensables”, dice Juan Albarracín, jefe de esa sección.

El departamento trabaja con 28 caballos (incluyendo a las crías), de los cuales están a disposición entre 17 y 18, dependiendo del estado de los equinos. Mientras, los oficiales se desenvuelven en oficinas de guardia, de administración y técnica. También hay boxes para guardar a los animales en las noches, cuando llueve o en los días de baja temperatura. “La Jefatura de Policía nos provee la alimentación: forraje, avena y maíz”, contó Albarracín.

El cuerpo de Caballería trabaja en un predio de 100 metros de largo (si se mira desde avenida Jujuy al 1.400) por 40 de ancho. El terreno completo es una manzana. “Cuando me hice cargo, había una hebra de alambre al frente. Hice construir luego la tapia, pintar, entre otras cosas. No se puede medicar un cáncer, pero podemos mejorar el aspecto del sitio”, afirma el comisario.

En la Policía relataron que el predio fue donado por una familia Paz Posse hace de 101 años. Durante mucho tiempo, Gendarmería nacional se instaló en el lugar. Luego, la cesión fue para la Caballería, teniendo en cuenta que entonces no había una significativa población, como en la actualidad.

Las condiciones de la dependencia llaman la atención, en momentos en que la Provincia cedió a la Municipalidad de Las Talitas unas dos hectáreas de un terreno total de más de 15 hectáreas, que pertenece a la Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu). Allí, en el barrio Ampliación Soeme, funcionará, primero, el Cuerpo de Policía Montada de la Policía Federal (PF).

La intendencia se hará cargo de la infraestructura para el funcionamiento de la sede, a partir de fondos municipales. “Luego se habilitará la sección canes. Con el paso del tiempo, seguramente, habrá mayor presencia de las otras divisiones de la fuerza de seguridad federal”, había dicho el intendente, Carlos Najar en el anuncio del proyecto.
 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/771173/actualidad/cuidan-caballos-entre-paredes-techos-rotos-sede-policia.html