Cuando Cristiano Ronaldo estaba a punto de marcar el cuarto gol de la final contra Liverpool, un aficionado ingresó al terreno de juego e hizo que pare la jugada.
Con un marcador de 3-1 a favor de su elenco, el atacante portugués aprovechó que la defensa de la entidad dirigida por
se encontraba adelantada y con su velocidad hizo que quedara en un duelo individual contra
en área rival.
Sin embargo, instantes después de este suceso, el juez principal pitó el término del compromiso para darle de manera oficial el tercer título consecutivo de Champions League al club dirigido por