Los 7 secretos que la industria de los cruceros no quiere que sepas

Sábado 02 de Marzo de 2019, 17:00 |





Las vacaciones de tu vida pueden pasar por enrolarte con tus seres queridos en un barco gigantesco con un montón de actividades a bordo: espectáculos, jacuzzi, minibar, soledad, descanso...

Estas suelen ser algunas de las primeras palabras que se te vienen a la cabeza a la hora de pensar en una temporada de retiro inolvidable a las riendas de un imponente buque con cientos de pasajeros a bordo. Al mirar las fotos de un sitio web de una línea de cruceros, inmediatamente caes preso de sus múltiples ofertas de ocio y entretenimiento. Pero seguramente no conozcas su lado menos glamuroso. Hoy te develamos sus siete secretos mejor guardados. Algunos, te sorprenderán.

Desapariciones inexplicables

Un total de 165 personas han desaparecido en el mar desde 1995 según el ’Daily Mail’, las últimas trece lo hicieron este año, según la Asociación de Víctimas de Cruceros Internacionales con sede en Estados Unidos. ¿Fueron víctimas de una siniestra ola de crímenes? ¿Tuvieron un percance y se cayeron por la borda, o bien se quitaron la vida? La verdad es que, en muchos casos, nadie lo sabe. Una realidad más que dolorosa, sobre todo para los familiares que les acompañan en el viaje y que ni siquiera pueden despedirse de ellos.

Expulsión de aguas residuales al océano

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos calcula que los cruceros arrojan más de de tres mil millones y medio de litros de aguas residuales a los océanos cada año. Este particular líquido está llenas de bacterias, metales pesados, patógenos, virus, productos farmecéuticos, además de sustancias que pueden dañar la salud, tanto de seres humanos como de la vida acuática. Si se libera cerca de las costas, pueden contaminar los mariscos, matar animales marinos y hacer enfermar a los nadadores, según informa la revista ’Quartz’.

Todos tienen una morgue

Te parecerá una locura, pero aunque las líneas de crucero más importantes se resistan a hablar de ello, sucede. Se estima que cada año mueren 200 pasajeros a bordo de uno de estos barcos, señala el diario ’Telegraph’. A decir verdad, bastante pocas, ya que un total de 21,7 millones de personas en todo el mundo realizan este tipo de viajes cada año. Accidentes trágicos, ahogamientos en piscinas e intoxicaciones alimentarias, además de algún que otro tropiezo impuntual, pero las muertes más comunes son a causa de la edad. No es sorprendente que la media de edad de las personas que se enrolan a uno de ellos esté en los 57 años, con un 40% de 65 o más, según cifras de la industria.

Una cárcel

Al igual que un depósito de fallecidos, todos los cruceros llevan una cárcel a bordo. Se pueden dar muchos problemas durante un viaje alrededor del mundo, desde tormentas infernales hasta ataques de piratas. A veces, el problema viene de dentro. Con 2.000 pasajeros a bordo, es inevitable que uno de ellos acabe cometiendo un delito, expresa ’Sunday Express’. La prisión, o ’bergantín’ en terminología específica, normalmente es una habitación pequeña con muebles escasos donde el pasajero es retenido hasta que el barco atraca y es entregado a las autoridades portuarias.

Se van sin ti

Si llegas tarde después de una excursión en tierra, es obvio que el crucero puede irse sin esperarte, especialmente si te has ido por tu cuenta en lugar de optar por uno de sus tours organizados. Para que no te pase, asegúrate de traer contigo fotocopias de tu pasaporte, licencia de conducir, tarjetas de crédito y cualquier número de teléfono que se pueda necesitar, aconseja la página ’Cruise Critics’. Pero, sobre todo, ¡nunca llegues tarde!

Propagación de enfermedades

Los brotes de virus en cruceros tampoco son una rareza. Más de 400 de los 2.600 pasajeros y tripulantes a bordo del ’Celebrity Mercury’ enfermaron en 2010 a causa del contagio de una potente bacteria gastrointestinal que causó vómitos generalizados en toda la tripulación. Más del 90% de los brotes de enfermedades estomacales son causados por norovirus, según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC).

El carbono de las calderas

El crucero es más dañino para el medio ambiente y la salud humana que cualquier otra forma de viaje según la organización Friends Of Earth (FOE). Muchos de los grandes buques tienen motores diésel de tres pisos y abarcan la longitud de dos autobuses. Este equipo, junto con propulsores auxiliares más pequeños, puede emitir niveles peligrosos de dióxido de azufre. La reducción de estas emisiones podría evitar 14.000 muertes prematuras relacionadas con la contaminación del aire.