Ronnie Arias: “Fui el primer gay en hacer de gay”

Domingo 12 de Mayo de 2019, 15:01





Lo suyo no es "sarasa". Ronnie Arias habla fuerte, remarca algunas letras en cada oración, hace pausas, pone primera a fondo, se enoja y así, con distintos estados emocionales, transcurre la entrevista a uno de los hombres más "atrevidos" y sinceros del medio.

Desde hace una década conduce por la FM100 su programa "Sarasa", pero cada viernes cuando finaliza el ciclo cruza el "charco" con Pablo, su pareja desde hace 25 años, rumbo a Riachuelo, Uruguay, y se queda hasta el lunes a la mañana. "Cuando vuelvo a casa me espera mi entrenador", cuenta.

"Hace siete años compré el terreno en cuotas, luego hice una casita de madera muy hermosa cerca de un arroyo y estoy en el paraíso, a una hora y cuarto de Buenos Aires. Es más rápido que llegar a Pilar. Están los perros que me esperan y trabajo en el campo. Combato las plagas con medio litro de vinagre mezclado con dos litros de agua, antes rallaba jabón blanco, pero no resultó y los bichos volvieron". Cuenta que tiene cítricos, rosales, que este año nacieron 27 duraznos, algunas manzanas, "y ahora está saliendo la primera naranja".

-¿Buscar un refugio en el campo tuvo que ver con el cáncer que padeciste?

-De chico le decía a mi vieja que quería ser artista o maestro rural. El campo me tiró de chiquito. En un momento me quedaron mis ahorros de toda la vida en el corralito cuando trabajaba para E! Entertainment y me pagaban en dólares y dije: "A mí no me van a cagar la plata de nuevo", y programé con mi marido comprar un campito. Por supuesto que mejoró mi calidad de vida, pero te juro por Dios que jamás pensé que me iba a morir, tenía miedo de quedarme mudo.

-De hecho, te quedaste mudo en un viaje a Disney

-Tenía miedo de quedarme así para siempre. El alta me la dieron a los tres años, la segunda, es decir la definitiva, dos años después. Igual una vez por año me hago un chequeo. Creo que me enfermé por lo que decía y no por lo que no decía. Hablaba, hablaba, hablaba y algunas cosas hay que guardárselas. Mamá decía que me tiraba un pedo y lo contaba.

-¿Y lo lograste?

-Sí, pongo cara de circunstancia, pero a esto le sumo la mala praxis de una profesora de canto... y me arruiné las cuerdas vocales, es decir que tuve que aprender a callarme un poco.

-Además, lo del campito fue una manera de asegurar tu dinero...

-¡Por supuesto! ¿En qué país los bancos y el Estado se quedan con la plata de la gente? Esto sucede solamente en la República Argentina. En fin... Lalo Mir me aconsejó ir a San Pedro, busqué en Cañuelas, Dolores, pero finalmente le hice caso a Carla Peterson -su mamá tiene una casa allá- y se dio.



-¿Y en "Sarasa", cómo te sentís?

-Vamos primeros, es un delirio, me gusta hacerlo. Con la locura, Alejandra Salas y yo pasamos por diferentes equipos. Vamos de 14 a 17, estamos transitando la década y hasta le ganamos a Matías Martin. Lo que tiene "Sarasa" es frescura, nos adaptamos a los tiempos que van cambiando.

-¿Es verdad que tu miedo número uno es quedarte sin trabajo?

-Siiiii -lo acentúa-. Soy muy Capricornio, necesito estar aferrado a algo. Saber que me levanto y tengo que ir a trabajar me da una seguridad impresionante. Soy una bestia de carga.


Amor y política

-¿En el amor también necesitás estar aferrado?

-Con Pablo hace 24 años que estoy en pareja. Soy un chico que parece que viviera en una nube de pedo, que me río de todo, pero fui el primer gay en hacer de gay. Juan Castro fue el primer periodista en salir del clóset, luego Fernando Peña, pero yo siempre me reí de mí y de mi género, aunque llego a casa y me pongo el pijama.


-¿Quién maneja la economía en la casa?

-¡Pablo! Es más, cada día le pregunto: "¿Me pusiste plata en la billetera?".

-¿Por qué no se muestran juntos?

-Porque a él no le interesa la vida pública. Todo el mundo sabe que existe, pero nadie sabe cómo es. Pero es un h de p... me escucha en la radio o me ve en la tele y me marca todo. Tiene dureza en sus comentarios, y eso también es lo que nos une.

-¿Y en la cocina quién se encarga?

-Un día cada uno, el que llega primero a la casa. Pablo hace las compras, va al supermercado mayorista, es muy ordenado, y se le vencen los productos porque compra de más. Delegué en él todo eso.

-Todos recortamos los gastos, el dinero no alcanza...

-Estamos con la macrisis. Empecé a trabajar con un sueldo maravilloso y ahora cobro el 25 por ciento. La plata que antes era para comer en un restaurante, ahora la guardamos para comprar los pasajes para ir a Riachuelo y eso que me hacen un descuento. Hace tres años que no viajo al exterior; nunca gané mucho. Es más, soy una primera figura de segunda línea. Soy como en el Oscar el mejor actor de reparto, entonces la economía se reduce mucho.



-¿Creés en los políticos?

-Creí mucho en Raúl Alfonsín y en Néstor Kirchner. Pero tenemos un presidente que sigue diciendo que nos ajustemos el cinturón y yo digo: ¿qué cinturón? La vicepresidenta es impresentable, entonces, ¿de qué cambio estamos hablando?.

-¿Qué pensás que va a pasar en octubre?

-¡No tengo ni idea! Por mí que tiren una pastilla de gamexane (insecticida). El país está destruido. Pido que los diputados y senadores viajen en micro, que ajusten sus dietas. ¡Estoy muy enojado!

-Así enojado como estás, te pregunto: ¿Cristina se postula?

-No tengo idea ni me interesa. A mí me defraudaron todos, no hay un solo político que valga la pena.

Ronnie admite por otro lado que tiene un guardarropas importante. "Me encantan las zapatillas, soy fanático del calzado y mucha ropa para arriba, saco, campera, suéters, buzos, amo las camperas de cuero y eso que se terminaron los canjes y las compras. Por año hago dos limpiezas y les mando a mis hermanas lo que ya no me voy a poner más".

Fuente: https://www.diarioshow.com/entrevistas/Fui-el-primer-gay-en-hacer-de-gay-20190511-0006.html