Reconstruyeron en formato 3D la cabeza de un perro del neolítico

Domingo 12 de Mayo de 2019, 17:05





La tecnología es capaz de abastecernos de cosas impensadas. Sin ir más lejos, recientemente hizo una reconstrucción facial que revela la cara de un perro neolítico que una vez caminó con sus compañeros humanos hace 4 mil años.

El cráneo de perro se encontró por primera vez hace más de un siglo en Cuween Hill Chambered Cairn, en una isla del archipiélago de Orkney en Escocia. Construido entre 3.000 y 2.400 a.C., el lugar de cuatro celdas es un excelente ejemplo de una tumba de cámara neolítica utilizada por antiguos entierros en algunas de las comunidades agrícolas más antiguas de la región. En 1901, 24 calaveras de perros y sus huesos fueron excavados de la tumba junto con al menos ocho humanos. En las décadas que siguieron, las nuevas tecnologías, como la datación por radiocarbono, mostraron que los huesos de los perros se colocaron en la cámara más de 500 años después de la construcción de la tumba del pasaje, lo que sugiere que los perros desempeñaron un papel importante en la antigua sociedad humana y fueron enterrados con fines rituales.

Arqueólogos, científicos y artistas visuales escoceses lograron reconstruir con un elevado grado de verosimilitud cómo podría haber lucido un perro que habitó este mundo hace 4.500 años. Según los expertos, ese animal ya habría sido domesticado por los humanos de entonces. El can se parecía a un lobo con el tamaño de un gran collie.

El trabajo fue desarrollado en conjunto por investigadores del centro Historic Environment Scotland (HES) y la Universidad de Dundee, que tardaron aproximadamente un año en configurar una imagen en 3D del can. El proyecto se basó en hallazgos arqueólogicos en la zona de Cuween Hill, Escocia. El sitio es una tumba donde hace más de un siglo se encontraron cráneos de 23 perros que habitaron la zona.

Si bien estos restos pertenecían a pichichos del pasado, las tumbas eran usadas para el entierro de humanos en Gran Bretaña, lo que hace suponer que existieron lazos cercanos entre ambos. Según el diario inglés The Guardian, se cree que estos animales habitaron el Archipiélago de Orkney, Escocia, hace aproximadamente 5.000 años. En ese tiempo, los perros habrían sido reconocidos como cazadores de ciervos y aves, para el posterior consumo humano.

Amy Thornton, una antropóloga forense de la Universidad de Dundee, explicó que llegar a un modelo en 3D tomó años de estudio para el grupo, porque la técnica usada supuso recolectar datos que no existían en un comienzo.

“Esta reconstrucción ha sido un proyecto particularmente interesante, ya que es la primera vez que empleamos métodos forenses de reconstrucción facial humana en un cráneo animal. Tal emprendimiento implicó una serie conjunta de desafíos, ya que hay muchos menos datos existentes relacionados con las profundidades promedio de los tejidos en cráneos caninos, en comparación con los humanos”.

“La reconstrucción se creó originalmente en arcilla utilizando métodos tradicionales, con una impresión en 3D del cráneo de Cuween Hill como base para construir la anatomía. La escultura completa se fundió en silicona y se terminó con el abrigo de piel que se asemejaba a un lobo gris europeo, según lo aconsejado por expertos. El modelo resultante nos da una visión fascinante de este animal antiguo”, adujo.

En tanto, Alison Sheridan, investigadora del HES, dijo que esta reconstrucción puede dar más pistas para conocer cómo fue la actividad humana y animal que se produjo en el Archipiélago de Orkney, donde también se han encontrado otras tumbas con restos fósiles de aves, ciervos y felinos. “Por alguna razón, muchas generaciones después de la construcción de estas tumbas, las personas han tenido una asociación especial con diferentes tipos de animales”, expresó Sheridan, quien indicó que esto además podría significar que el perro ya había sido domesticado por el hombre en el Neolítico, aunque aún faltan muchas investigaciones por realizar.

Steve Farrar, el gerente de interpretación de HES, dijo que el perro había sido reconstruido como parte de un intento de revivir las historias que están detrás de la gran cantidad de monumentos neolíticos de Orkney y de quienes los construyeron. Se cree que la expansión de la construcción de monumentos en Orkney durante el período neolítico ha sido enormemente influyente en las comunidades de Gran Bretaña e Irlanda y más allá.

Los animales son capaces de brindar un amor incondicional, con el atenuante que los perros son catalogados como el mejor amigo del hombre. Es que son una compañía permanente y tienen la virtud de obsequiar cariño sin nada a cambio. Esa descripción no data de la actualidad sino que es tan añeja como increíble, ya que estos caninos –que son derivados de una especie de lobo que fue domesticado- acompañan a la humanidad hace miles de años. En un principio fueron adoptados como guardianes y posteriormente como animales de compañía. Se estima que su uso principal era el de proteger a las ovejas de todo tipo de depredadores, tal como se hace por estos tiempos en diversas partes del mundo. Pero a la hora de buscar más indicios acerca de su gestación, aparecen argumentos sólidos. Es que tres esqueletos de perros domesticados fueron descubiertos en el estado de Illinois, en Estados Unidos. Dos estaban localizados en el sitio Koster, en el condado de Greene, y el otro situado en Stilwell II, en el condado de Pike. Este estudio fue publicado por American Antiquity y los restos datan de aproximadamente 10 mil años de antigüedad.

“Sabemos que a los perros los enterraron de forma intencionada por las evidencias de los bordes de las fosas. Además, los cuerpos estaban depositados de forma un poco encorvados y con las patas plegadas para adaptarlos al tamaño de las fosas”, afirmó Perri a un medio español. Y de inmediato agregó: “El ADN de uno de los perros de Koster sugiere una cierta ascendencia de los coyotes. Por lo que pudo ser el resultado de haberse apareado con coyotes. Y sí, creo que estaban completamente domesticados, aunque probablemente no actuaban de la manera en que hoy concebimos a los perros”.

Por su parte, los autores del primer análisis realizado también emitieron los conceptos que se le vinieron a la mente, asegurando que “estos perros domesticados pudieron haber ayudado a los grupos migratorios para transportar los bienes. Por lo que es posible que trabajaran como ayudantes de caza, sirviendo como calentadores de cama, y actuando como alarmas”.

Vale remarcar que el perro del sitio de Stilwell II era algo más grandote y robusto. En tanto, los de Koster eran más pequeños, con mandíbulas de menor tamaño.

Se concluye que existe una brecha arqueológica cercana a los 5 mil años entre la presencia de humanos en América y la de perros domesticados. Esta observación conlleva a dos probabilidades: que los perros viajaron a América del Norte junto a los humanos y faltaban pruebas arqueológicas; o que estos animales llegaron más tarde durante las mig

Fuente: https://www.cronica.com.ar/suplementos/Reconstruyeron-en-formato-3D-la-cabeza-de-un-perro-del-neolitico-20190512-0024.html