Marcela Sosa, la candidata pobre a gobernadora de Tucumán
Viernes 07 de Junio de 2019, 09:01
“Estábamos reunidos el otro día en la Junta Electoral. No me conocía nadie. Estaban Manzur, Alperovich, Ariel García, Bussi. Todos pedían café de aquí, café de allá, yo no sabía qué hacer porque no puedo tomar café. Pedí un té para romper el hielo y me presenté: soy Marcela Sosa, candidata a gobernadora de Tucumán”.
La historia que cuenta la dirigente social de 47 años no empieza con un saquito de té exprimido entre sus dedos curtidos por el tiempo y el trabajo. No. “A los 11 años me tuve que ir de mi casa porque mi padrastro abusaba de mí. Entré a trabajar en casa de familia y me pagaban mandándome a la escuela y vistiéndome. A los 14 me junté, no me cuidaba, no sabía cómo cuidarme, y tuve siete hijos en escalera: cinco varones y dos mujeres”.
La historia de Marcela Sosa sigue cuando después de parir empezó a trabajar en la cosecha del limón durante el alba en los campos de Santa Lucía: “Me llevaban a una lomada, la maleta me vencía la espalda, lloraba lágrimas de sangre. Tenía que trabajar una semana para comer, otra para pagar el alquiler, otra por si quería comprarme unas zapatillas. Mucha gente se tira al abandono, a las drogas, al alcohol, pero siempre les digo: si vos no luchás, nadie te ve”.
Los años del limón marcan una etapa en la vida de Sosa que esconden el secreto de una dirigente política que hoy aspira al mayor cargo político en la provincia: “Yo vivo en una casilla en un asentamiento en Arcadia. Hace poco pudimos poner una tapia para proteger los alimentos que nos manda la Provincia. Nación ya no nos manda nada. Pero tampoco podemos quedarnos esperando. Después de cosechar limón y arándanos, empecé a armar mi propia cuadrilla de 60 personas. Siempre me gustó trabajar con la gente. Y así empezamos a armar nuestro propio partido, con nuestras ideas”.
Peleada con el movimiento de Raúl Castells, Marcela Sosa recuerda los comienzos: “En una motito 110 iba por las rutas sola: empezamos a abrir merenderos, talleres de capacitación, empecé a preparar para luchar a los trabajadores en La Cocha, Arcadia, en el barrio San Roque, en todo el sur y en parte del este. Desde entonces estamos luchando por todo, marchas, acampes, la gente necesita más que nada por la comida”. Y repasa el presente: “En 2015, tenía 15 merenderos. Ahora tengo 70 merenderos en toda la provincia. En estos cuatro años de Macri se vivió una vergüenza, no esperaba tanto hambre ni miseria en tan poco tiempo”.
Mientras se recupera de un pico de presión arterial producto de una campaña que arrancó el 1 de mayo haciendo la pegatina a pulmón, yendo a todos lados, Sosa recuerda cuando era adolescente y en el gobierno de Domingo Bussi se vivía a ollas populares por todo Tucumán y qué pasa ene ste último tiempo: “Ahora tengo a mi cargo a 200 familias que vienen desde San Ramón, Concepción, Arcadia, y Río Seco. El Gobierno provincial te da para la mercadería, pero no alcanza: hacemos puchero de pollo, empanadas de verdura, arroz con caballa. Ocupo tres garrafas a la semana, además 120 chicos en el merendero y se le entrega alimento a 3000 personas”.
El domingo 9 de junio, Marcela Sosa jura que va a festejar con su gente el triunfo de haberse presentado como candidata a gobernadora: “Ha sido todo un logro. En 2015 fui un ratoncito entre elefantes. Fui discriminada por la Junta. Me hicieron cambiar 20 veces los formularios. No tenía fiscales, nada estructurado. Ahora estamos representados en 9 localidades, 3 secciones de legisladoras, comunas rurales, 9 intendencias, estamos orgullosos. Más de 200 fiscales gratis van a trabajar para nosotros, sin cobrar porque están sabiendo que la lucha es a pulmón y tampoco va a haber autos porque no tenemos”.
El esfuerzo del que no tiene tiene que coronarse de alguna manera: el búnker será el merendero popular de Arcadia. Las proyecciones electorales serán seguidas minuto a minuto a través del celular hasta que se consuman los datos. ¿Y los festejos? “Mi sueño es comer lasaña. Una sola vez la he probado porque me han invitado. Pero no hay. Por eso siempre ando con el mate. Es como un lechón en nuestra mesa. Por eso vamos a festejar con mate y torta frita, como siempre. La pava eléctrica funciona las 24 horas porque no sabés si a las once de la noche cae alguien con hambre: entonces compartimos unos mates, siempre queda algo de torta frita y así nos vamos a dormir, charlando sobre lo que nos pasa, hablando hasta que nos entre el sueño, hasta que algún día cambien las cosas”.
Fuente: http://www.eltucumano.com/noticia/actualidad/256169/marcela-sosa-candidata-pobre-gobernadora-tucuman
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