El primer debate presidencial de la historia tuvo un claro perdedor ausente

Lunes 05 de Octubre de 2015, 09:14





Los cinco candidatos presidenciales que participaron el domingo por la noche del debate coincidieron en calificar como una “falta de respeto” la ausencia del postulante oficialista, Daniel Scioli, en tanto, los moderadores agradecieron la participación de los presentes e hicieron hincapié en la decisión del gobernador bonaerense de ignorar la convocatoria. El candidato por el frente Cambiemos, Mauricio Macri, “lamentó” la ausencia de Scioli y aseguró que en el Frente para la Victoria “hay problemas para definir quién gobernaría en caso de ganar las elecciones”.

En tanto, el candidato de UNA, Sergio Massa, dijo que el gobernador bonaerense les “faltó el respeto no viniendo” y que su “silencio es una burla a la sociedad” por lo que utilizó los 17 minutos que le correspondían a Scioli y que le fueron cedidos para mantener silencio. El atril que fue colocado por los organizadores para destacar la ausencia del candidato oficialista permaneció vacío, en tanto, los moderadores remarcaron el rechazo de Scioli a presentarse y hasta pidieron aplausos para los candidatos que se prestaron a debatir.

En tanto, durante el acto, Adolfo Rodríguez Saá de Compromiso Federal reclamó que “Scioli debió estar por obligación republicana. Acá nadie falto el respeto, él nos falto el respeto”. “Es difícil hablarle a un fantasma detrás del atril. Nos faltó el respeto a nosotros, a los organizadores y a los ciudadanos que tienen el derecho a estar informados y a comparar. El que no viene a debatir no tendrá la capacidad para construir consensos”, remarcó Margarita Stolbizer por el frente Progresistas. El candidato por el Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, lamentó no poder preguntarle a Scioli sobre los salarios e infraestructura en educación, aunque no hizo mayores alusiones a su ausencia.

El Comité Organizador de Argentina Debate estuvo compuesto por “líderes sociales, referentes de la vida pública argentina, líderes del sector privado y 34 organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas”, entre los que se encuentran León Carlos Arslanian, José Octavio Bordón, Federico Braun, Graciela Fernández Meijide, Santiago Lacase, Eduardo Levy Yeyati, entre otros.

En general, a este primer debate se lo podría criticar por haber sido muy estructurado a la hora de seguir una rutina de la que casi ninguno quiso salirse, pero obviando la mecánica resultó ser un saludable ejercicio democrático que careció de agresiones, justamente una de las excusas que usó el gobernador bonaerense para no asistir.

Pese a algunos momentos de cierto vuelo propositivo, los cinco candidatos presentes abusaron demasiado de los “hay que…”, que sonaron repetitivamente más a expresiones de deseos que a explicaciones que incluyeran un “cómo”.

Del Caño resultó ser el más coherente con sus ideas, aunque se lo notó muy cerrado ideológicamente a la hora de escuchar las propuestas de los demás. Por su parte, Rodríguez Saá lució como el más pobre en cuanto a sus propuestas y, pese a su experiencia, se pareció más a un partenaire que a un futuro Presidente.

En cambio, como gobernante de un distrito tan importante como es la Capital Federal, Macri fue el único que pudo aprovechar la situación para anclar su discurso en la gestión y en esos pasajes se mostró más que ningún otro con segura vocación presidencial.

Rodríguez Saá propuso “erradicar la pobreza” impulsando el “pleno empleo” y consideró que una de las formas será eliminando las retenciones al agro. Consideró que hay “12 millones de pobres” y para revertirlo debe haber “pleno empleo”, poniendo “en marcha el inmenso aparato productivo” del país, especialmente en el agro y la ganadería, sostuvo.

Massa reiteró que, en caso de ganar las elecciones, “comenzará a regir el 82% móvil para los jubilados”.

En tanto, Macri le preguntó “¿cómo van a hacer todo tan rápido? para mejorar el servicio de PAMI, los juicios de los jubilados y el 82%”. Massa reiteró su “compromiso para un sistema jubilatorio que use los fondos para los jubilados” porque “la plata del sistema jubilatorio esta siento usada para financiar el déficit de (Axel) Kicillof y la falta de financiamiento del país”.

Stolbizer fue quien mejor mostró su autenticidad, se salió del libreto de los otros y le agregó sal y pimienta a la noche, ya que fue quien más salió con los tapones de punta contra la corrupción, poniendo además por delante la necesidad de generar acuerdos entre todos.

Al cierre del debate, los candidatos se tomaron más libertades, cuestionaron la ausencia de Scioli y hasta se permitieron cruzarse bromas, como cuando Macri dijo en un corte que “en tres o cuatro debates más” puede empezar a cruzar “piropos” con Del Caño, porque eran los únicos dos que se encontraban en su correspondiente atril, mientras uno de los moderadores, el periodista Marcelo Bonelli, decía “la izquierda y la derecha junta”.

En campaña

Scioli, por su lado, realizó numerosas actividades de campaña antes del primer debate presidencial. Consultado sobre su rechazo a participar del debate, admitió que “los debates toman muchas veces un tono de agresión y no corresponde eso con el espíritu de lo que espera la gente”.

“Yo lo respeto más allá de las buenas intenciones de la organización, no voy a ponerme a cuestionar”, acotó y prometió que va a esforzarse “cada día más para que la gente sepa que quiero ser presidente, cuales son mis intenciones”, dijo. Para justificar su ausencia dijo que su programa de gobierno “está claro”. “Hablan mucho de debates, nosotros debatimos todos los días en reuniones con todos los sectores”, manifestó el jueves.



Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/656190/politica/saludable-ejercicio-democratico.html