Personas allegadas a Alperovich tuvieron vía libre para desmontar y dejar medio Tucumán bajo el agua

Sábado 07 de Marzo de 2015, 10:50

La vecina Rossana Romero dio el alerta sobre el desmonte en la zona de la cascada de Los Pizarro, en La Cocha, Tucumán. /Foto comambiental.com.ar



Con un guiño del poder político, los desmontes de tierras avanzaron sin pausa en Tucumán durante la última década.

El resultado está ahora a la vista, al final de 12 años de gestión del gobernador José Alperovich.

Son muchos los casos de personas vinculadas con el Zar que fueron acusadas de desmontes ilegales.

El cacique Rolando Fregenal Yampa, por ejemplo, hizo graves imputaciones al legislador kichnerista José Conte, quien desde hace años realiza desmontes ilegales a gran escala en la zona de Arcadia, en el sur provincial, con el inocultable respaldo del poder.

A partir de una denuncia de desmonte que llegó a ComAmbiental desde La Cocha, provincia de Tucumán, surgió el trabajo conjunto con un periodista del medio Primera Fuente, perteneciente a la Asociación de Prensa. La finca cuestionada pertenecía a Antonio Jalil, que fue un alto funcionario de Alperovich.

Oficialmente, la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos comprobó que 60 hectáreas de bosques nativos habían desaparecido. El responsable fue el propietario de esas tierras, Antonio Jalil, ex secretario General de la Gobernación de Alperovich.

Flora y Fauna permitió a Jalil afectar 40 hectáreas para un proyecto agrícola. Por el desmonte de las 20 hectáreas excedentes se le aplicó una multa económica que le permitió explotar la totalidad de la superficie arrasada.

“Antes de la sanción de la Ley de Bosques a los productores les convenía pagar las multas y disponer de las tierras que irregularmente desmontaron. Ahora, con la nueva normativa, no sólo deben pagar por el daño sino que están obligados a reforestar”, explicó Daniel Manso, titular de la mencionada repartición.

“El permiso otorgado a Jalil para desmontar esa zona se otorgó antes de la Ley de Bosques y cuando aún yo no estaba en el cargo. Hoy eso no podría hacerse ya que la zona en cuestión se halla dentro de la categoría amarilla o roja. Sólo se conceden autorizaciones para áreas verdes”, explicó Manso.

Otro caso se dio en la misma zona de Los Pizarro, en un sitio conocido como El Nogal donde se tiraron abajo 40 hectáreas ricas en especies arbóreas como ceviles, pacarás, lapachos y palos lanzas. Hasta hora, se intenta determinar quién fue el responsable de esta tala. Según Manso, el hecho se produjo en un campo que ya no pertenecería a Jalil, ahora en manos de una firma cuyo nombre no pudo ser precisado. Desde esta firma aseguran que se hicieron cargo del predio una vez consumado el desmonte. Jalil afirma lo contrario.

“Los desmontes por aquí se vienen repitiendo hace bastante tiempo. Años atrás sufrimos fuertes inundaciones porque el agua y el barro que bajan de la montaña ya no encuentran la contención de los árboles. No entiendo cómo se permitió que arrasen una zona pedemontana”, se quejó Rossana Romero, vecina de La Cocha.

“Para dar un permiso de desmonte debió hacerse un estudio de impacto ambiental tal como lo marcan las normas. Me pregunto qué criterios usó Flora y Fauna para permitir que se quiten árboles de ese lugar. Es inevitable pensar en la cercanía de Jalil con el gobernador José Alperovich. Causaron un daño irreparable.” disparó Romero.



Fuente: http://www.comambiental.com.ar/2011/06/desmontes-en-tucuman-con-el-guino-del.html