El Ente Cultural indemnizará a una escritora por usar su obra sin permiso

Viernes 29 de Abril de 2016, 05:42




La escritora Lucía Mercado logró que los Tribunales rechacen un recurso de casación y, por ende, confirmen la acogida a su demanda contra el Ente Cultural de Tucumán. Como consecuencia del juicio que inició en 2011, el órgano que dirige Mauricio Guzman fue condenado a resarcir a la narradora con la suma de $ 27.300 más intereses en concepto de daño moral y patrimonial. El 18 de abril pasado, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán confirmó la sentencia de la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que dispuso dicha indemnización en virtud de que el Ente había publicado un texto de la narradora sin requerirle su consentimiento.

El fallo de la Corte fue emitido con los votos de los vocales Claudia Sbdar (preopinante), René Goane y Antonio Gandur. La decisión adhiere y hace suyos los argumentos que habían plasmado los camaristas Rodolfo Novillo y Carlos Giovanniello en la sentencia del 27 de febrero de 2015. Lucía Mercado se presentó en el Poder Judicial como coautora y editora del libro “Famaillá es mi casa” (el otro coautor es Roberto Roja). Inicialmente, demandó por plagio al Ente y reclamó una indemnización de $ 119.500. La ensayista alegó que parte de su obra literaria había sido publicada sin su autorización en la revista “Protagonistas”, cuarta edición (2010), que edita el órgano demandado y que ella sólo dedicaba un agradecimiento a sus autores, proceder que, según su criterio, violó de modo evidente la Ley nº 11.723, de protección de la propiedad intelectual. Mercado afirmó que tal conducta se agravó con la publicación de la revista en la página web del organismo, lo que permitía su descarga gratuita.

Según la sentencia de la Corte, el Ente Cultural reconoció que se encarga de la publicación de la revista “Protagonistas”, pero negó haber obtenido importantes ganancias con su comercialización y plagiado a Mercado. La entidad estatal manifestó que la revista en cuestión tiene como finalidad “situar a los ciudadanos de las comunidades del interior en el eje de la cultura popular” y que, en ese ámbito, el 6 de agosto de 2010 recibió una nota de Roberto Roja, secretario de Cultura de la Municipalidad de Famaillá. Mediante esta misiva, Roja solicitó la publicación del texto que adjuntaba.

El Estado expresó que Roja tenía copyright individual (o derechos de autor) sobre la obra “Famaillá es mi casa” y que, por ello, podía disponer de su contenido con absoluta libertad, sin necesidad de contar con la autorización de nadie. El Ente sostuvo que jamás se tipificó un plagio literario en la edición de la revista cuestionada, puesto que este nunca se atribuyó intencionalmente la autoría del contenido de sus notas ya que sólo atinó a publicar ciertos datos contenidos en la obra con un fin altruista y agradeciendo en el reverso de la tapa a los autores del libro en cuestión (Mercado y Roja).

“La Cámara advirtió que en este caso no se estaba en presencia del típico supuesto de responsabilidad extracontractual del Estado, sino que se trataba de un supuesto particular en el que se podría hablar de acciones de dependientes del Estado que omitieron controlar debidamente el contenido de una publicación basada en una obra literaria cuya autora no brindó su consentimiento para que fuera publicada”, relató la Corte. Este proceder fue, según la Justicia, la causa de los perjuicios invocados.

La Sala II consideró que resultaba indudable que la obra “Famaillá es mi casa” encuadraba dentro de las denominadas obras en colaboración perfecta, ya que de una somera lectura de esta surgía que los aportes de ambos autores no podían escindirse sin que esta perdiese coherencia. “Además, se advierte que Mercado aportó sus conocimientos históricos de la localidad de Famaillá mientras que el Sr. Roja hizo lo propio con referencia a lugares, personajes, anécdotas personales, etc.”, describieron Giovanniello y Novillo.

Agradecimiento a medias

La Justicia consideró que, si bien era cierto que el mentado Roja había solicitado al presidente del Ente Cultural de Tucumán (Guzman) que publique el texto referido a Famaillá en el número cuatro de la revista “Protagonistas”, ello no resultaba suficiente a la luz de la normativa y de la doctrina. Es decir, la Sala II consideró que el consentimiento de Mercado era imprescindible. “Y tan cierta es esta última afirmación que en la contratapa de la revista se agradece a los autores del libro, mas no se indica quiénes son, lo que resulta más curioso aún si, conforme surge del testimonio vertido en la causa por el ex director de Letras del Ente (Ricardo Calvo), este los conocía y, además, sabía que se trataba de una obra en colaboración. Por esta razón era necesario el consentimiento de ambos autores para que se realice tan importante acto de disposición como es la publicación de parte de una obra literaria”, expresaron los jueces.

La génesis de la obra

Tras comparar el texto enviado al Ente, el libro y la revista, la Sala II consideró que el primero fue confeccionado por Roja a partir de información extraída de la obra literaria, sin citarla, para dar origen después a la revista. La indemnización es procedente, entonces, porque el Ente Cultural de Tucumán utilizó indebidamente la obra de Mercado, cuya condición de coautora y editora individual no podía desconocer.

El Estado impugnó la sentencia de la Sala II con el argumento de que ese estrado había incurrido en extra petita (otorgó algo diferente a lo solicitado por Mercado) al condenar por una publicación indebida por falta de consentimiento y dejar de lado la hipótesis de plagio literario. Pero la Corte rechazó ese ataque: “la Cámara ha examinado razonablemente el contenido de la demanda para llegar a la conclusión de que, en el contexto de los hechos relatados en ese escrito inicial, examinados en conjunto con la pretensión indemnizatoria de la actora fundada en la violación de sus derechos como autora y editora de la obra ‘Famaillá es mi casa’, su reclamo es de daños y perjuicios. En modo alguno la sentencia se pronunció sobre una temática no planteada por la actora”.

La génesis del libro en cuestión consta en la contratapa y fue relatada por la catedrática María Eugenia Valentié. “Cuando Mercado presentó su primer libro, ‘El gallo negro’, conoció a Roja y admiró sus dotes de narrador. Le aconsejó que escribiera un libro sobre la historia de Famaillá. Después de un tiempo, le propuso que escribieran un libro entre los dos. Ella buscaría en los antiguos archivos los orígenes de esta tierra de los famailláos, aportaría sus conocimientos y pasaría a la escritura todo lo que él le contara. Distintos tipos de letra marcarían el aporte de cada autor. De esta manera pudo aparecer ‘Famaillá es mi casa’”.
 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/680025/politica/ente-cultural-condenado-resarcir-escritora.html