Reconocido especialista dejó en claro quién es culpable de las inundaciones

Lunes 30 de Marzo de 2015, 08:23

OBRA EN EJECUCION. Dentro de ese tubo, correrán las aguas provenientes de la avenida Aconquija y de las calles paralelas hacia el sur. LA GACETA/FOTO DE ANALIA JARAMILLO



“Las palabras deben tener una pizca de impetuosidad porque son la embestida de los pensamientos contra la irreflexión”. La frase no es suya, sino de John Maynard Keynes, un influyente economista del siglo XX. Pero a ella acude Franklin Adler para justificarse. Lo hace, porque sus dichos suelen incomodar. Como ahora, cuando dice que las inundaciones no son desastres naturales, sino una construcción social. “Hay muchos responsables, desde gobernantes hasta meros ciudadanos”, añade.

Adler tiene más de 70 años. Lo tratan de usted. Hace casi medio siglo que vive en Yerba Buena, una ciudad recostada en la montaña que este verano acabó sumergida en el agua en dos ocasiones. Unas semanas después de esas inundaciones, Adler se sienta en una panadería de ese municipio, ordena un café con leche y reflexiona.

“Las lluvias pusieron de manifiesto los desatinos y la inacción de los gobiernos municipal y provincial de las últimas décadas y, en especial, de la actual gestión”, dice, sentado de espaldas al cerro de San Javier. En esa montaña se produjo uno de los mayores desastres, porque un río al que llaman Muerto -porque nunca lleva agua- se convirtió en un cauce furioso, dañó un puente y arrasó con las casas situadas en los márgenes.

“En lo que va del verano, se produjeron tres desbordes del Canal Sur, uno del Canal de Yerba Buena y otro del Canal Caínzo. Estos son los grandes cuerpos colectores que reciben o deben recibir las aguas pluviales que se acumulan en la ciudad, y las que bajan de la sierra de San Javier por el río Muerto y por el arroyo Anta Yacu. Todos, en especial el Canal Sur, atraviesan zonas densamente pobladas. Por eso, si fallan en la conducción de las aguas hacia el río Salí, pueden producir enormes riesgos a los habitantes que viven a su alrededor, y a los que circulan por calles y caminos adyacentes”, explica Adler.

Hay quienes lo consideran uno de los hombres que más sabe de hidráulica en la provincia. Egresó de la Universidad Nacional de Tucumán como ingeniero civil, y desde 1969 se especializa en hidráulica. Trabajó en la ex Agua y Energía Eléctrica desde esa fecha hasta 1985. También se ocupó de la ejecución de proyectos de obras hidráulicas, principalmente en el complejo Potrero del Clavillo y en la presa de El Bolsón.

Sin embargo, en esta confitería yerbabuenense, lejos de los catedráticos y de los políticos, interrumpe su charla varias veces para decir que los costos que se deberán pagar son fruto de la mediocridad de quienes tienen a su cargo la administración de las ciudades.

- ¿Cuál es su balance de lo ocurrido en Yerba Buena?

- La destrucción de la infraestructura pública ha sido de una magnitud descomunal. Basta con recorrer los caminos de sirga de los canales para observar, a lo largo, enormes estructuras de hormigón arrancadas y arrastradas.

- ¿Por qué ocurrió esto?

- Resulta evidente la concurrencia de los siguientes factores: la enorme expansión de la urbanización; el escaso manejo de las aguas pluviales; la abundancia de pavimentos y de construcciones impermeabilizantes de los suelos, que han aumentado la escorrentía de las aguas; y la inexistencia de infraestructura de drenaje pluvial, puesto que las aguas escurren y se concentran descontroladamente.

- De ese listado, ¿qué es lo que más le preocupa?

- Todo. Pero me interesa comentar aquí otros aspectos poco o nada conocidos para el común de la gente. Por un lado, estamos ante el fracaso total y final de los canales Sur, Caínzo y Yerba Buena. Han sido totalmente superados en su capacidad de diseño original, no sólo por el crecimiento urbano (no previsto en el pasado), sino también porque fueron mal diseñados, porque hubo una mala ejecución y porque el mantenimiento preventivo fue casi nulo. Por otro lado, es necesario que sea conocida la errónea estrategia en la que se embarcó la Municipalidad de Yerba Buena a partir del plan director de desagües pluviales, y a cuyo amparo se justificó la actual construcción de la obra de desagüe del Boulevard 9 de Julio.

- ¿Por qué afirma usted que la canalización del Boulevard 9 de Julio es una equivocación?

- Llevar las aguas del boulevard hacia el Canal Sur es un serio error, puesto que agrava los problemas que ya tiene ese canal. Es decir, la incapacidad para conducir caudales y los consecuentes desbordes destructivos. Además, tal yerro implicará un riesgo para quienes habitan a la vera del boulevard, ya que cuando el Canal Sur tenga su capacidad colmada, y aún antes, el colector no podrá descargar en él, y se producirán desbordes a lo largo de esa arteria.

- ¿Cuál es su propuesta?

- Se debe efectuar un replanteo estratégico y total, porque está visto que la expansión urbana continuará. Urge aliviar drásticamente de caudales al Canal Sur, ya sea quitándole o mermándole el aporte del Canal Yerba Buena y de otros canales. Por otra parte, el colector del Boulevard 9 de Julio recibirá mucha más agua que la prevista, y puede pronosticarse su frecuente colapso hidráulico. Debe analizarse seriamente si conviene continuar con las obras del Boulevard 9 de Julio, o suspenderlas hasta elaborar un plan más racional, confiable y coherente.

En el aire hay olor a pan tostado. Adler ha terminado su desayuno. “Esto también será un problema para San Miguel de Tucumán, puesto que cuando el Canal Sur ingresa a esa ciudad, ya ha interceptado las aguas del cerro. Las inundaciones serán elocuentes en la avenida Mate de Luna o en los barrios Independencia y Miguel Lillo, por ejemplo”. Lo dice con la voz neutra, como si todo eso le fuese a suceder a otras personas.
 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/631852/sociedad/experto-advierte-fracasara-canalizacion-boulevard-9-julio.html