8 trucos de limpieza geniales que no son tóxicos

Martes 26 de Julio de 2016, 11:23





Hay una forma mejor de limpiar y es posible: la ecológica. Si seguís estos consejos, vas a evitarte inhalar productos tóxicos al quitar la suciedad del horno, o mientras tratás de persuadir al moho para que salga de la ducha. De paso, le ponés punto final a los hedores más repugnantes de la casa.

Problema #1:
la flor de la ducha está recubierta de una especie de película compuesta por restos de jabón, mugres inciertas, y asquerosas bacterias que suponemos viven ahí en una colonia organizada.

Solución #1: llená una bolsita de plástico con vinagre blanco, y sujetala alrededor de la flor de la ducha con una goma elástica o un alambre. Dejá actuar durante una hora. Después, sacá la bolsa y limpiá con un paño que no deje pelusa. ¡Queda impecable!

Problema #2: una capa de porquería, indescriptiblemente asquerosa, se acumuló al fondo de un jarrón, pero la boca es demasiado estrecha como para meter la mano.

Solución #2: si bien lo obvio sería utilizar un cepillo de mango largo, se puede hacer esto otro: echá un puñado de arroz crudo y un chorro de detergente líquido dentro del jarrón. Después, llená el jarrón con agua hasta la mitad. Tapá la boca con alguna tapa de un material resistente al agua y agitá con energía. El arroz hará las veces de material abrasivo y limpiará las paredes internas. Vaciá y repetí el proceso hasta que quede bien.

Problema #3: las paredes del horno están tan cubiertas de grasa y restos de comida. Para quitarla, sólo se te ocurre pueda recurrir a un martillo y un cincel.

Solución #3: no hace falta usar productos tóxicos. Cubrí el interior del horno con una pasta a base de bicarbonato y agua, y dejalo reposar durante 24 horas (con el horno apagado, claro). Limpialo, rociá los residuos que queden con vinagre y volvé a limpiar con un trapo. Repetí el paso del vinagre hasta que el horno esté limpio.

Problema #4: hay niños en la casa, y hacen manualidades. Hay purpurina por todas partes, incluida la mesada de la cocina.

Solución #4: plastilina. ¡En serio! Tené un puñado siempre a mano y usala para juntar con facilidad una de las cosas que más ensucian. ¡Sí! Es posible limpiar un material para hacer manualidades con otro material que se usa para lo mismo.

Problema #5: la plancha destiñe algunas prendas y les transfiere suciedad vieja. Muy contraproducente.

Solución #5: tirá sal sobre papel absorbente y pasá la plancha sobre él (a alta temperatura y sin vapor). La sal actuará como abrasivo y desprenderá los residuos de la base de la plancha, sin rasparla. Si lo que querés quitar es plástico derretido, esparcí sal sobre papel de aluminio y repetí el proceso.

Problema #6:
la alacena cambió de color, ¡y no la pintaste! Es por la grasa que se acumula al cocinar.

Solución #6: no, no es pedir delivery. Mojá un cepillo de dientes viejo (o el que estés utilizando ahora: esta puede ser la excusa perfecta para cambiarlo) en una pasta casera hecha a base de bicarbonato y aceite vegetal. Frotá con el pasticho los armarios hasta que vuelvan a resplandecer.
Cepillo dental: aprovechá para cambiarlo. Cepillo dental: aprovechá para cambiarlo.

Problema #7: las aspas del ventilador de techo tienen una capa considerable de polvo y cuando lo prendés hay una tormenta de arena en el living. No, gracias.

Solución #7: envolvé cada aspa del ventilador con una funda de almohada vieja, hacelo andar un rato. Luego retira la funda, el polvo habrá quedado adentro. ¡Una genialidad!

Problema #8: no es que te esté empezando a fallar la vista, es que necesitas limpiar la pantalla de la compu, del plasma o del celular, pero no tenés a mano una de esas gamuzas de microfibra.

Solución #8: ¡filtros para hacer café! No sólo sirven para limpiar el polvo sin lastimar la pantalla, también eliminan la electricidad estática. ¡Dos trucos al precio de uno!


 

Fuente: http://www.bigbangnews.com/minitah/vidacotidiana/8-trucos-de-limpieza-geniales-que-no-son-toxicos-20160714-0005.html