Niño autista no tenía amigos y su padre le consiguió miles

Domingo 25 de Septiembre de 2016, 18:38

Bob le lee a su hijo una de las tantas cartas escritas por sus nuevos amiguitos.



Los hijos producen en los padres emociones de todo tipo, pero tienen siempre un centro adonde llegan: el corazón. En ese lugar sintió lo mejor y lo peor Bob Cornelius, que vive en Nueva Jersey, EEUU Todo sucedió cuando fue al colegio donde estudia su hijo Christopher, de once años.

Ese niño es muy especial. Porque es autista, y ellos están dotados de una sensibilidad que no todos los niños tienen. Dan cariño a manos abiertas y esperan recibirlo. Bob ama a su hijo y comparte todo con él. Su presencia en el colegio se debía a un proyecto realizado por los niños. Vio el trabajo de su hijo colgado de una de las paredes y le sacó una foto. Volvió a su casa emocionado.

Pero cuando Bob se sentó en la cocina y sacó el celular para ver la foto, notó algo de lo que no se había percatado en la primera visión. El ejercicio que hizo su hijo consistía en rellenar un cuestionario para conocer mejor al alumno. Christopher puso que su profesora es la señorita Feid, que su comida favorita es la pizza, que su deporte preferido es el fútbol y que sus amigos son... "nadie". Bob tuvo otro sentimiento: un profundo dolor. Y lo reconoce: "Nunca cinco letras me habían dolido tan profundamente. Enterarse de esa manera de que su hijo no tenía amigos fue tremendo.

Jamás Christopher lo había dicho. Y lo había sobrellevado con una entereza que ni siquiera un adulto demostraría. Bob decidió escribir una carta en Facebook para pedir a otros padres con hijos autistas que hablaran con sus hijos y no cometieran su error, el de no haber visto la soledad de Christopher.

En la emotiva carta decía que recién ahora se daba cuenta porqué su hijo jamás le había pedido dormir en casa de algún amigo. Para mitigar su dolor, contaba que siempre pasa largas horas con su hijo, para que el nene se sienta integrado. Y que le dolía profundamente que Christopher hubiera estado tanto tiempo excluido por parte de los otros niños sin haber percibido ningún tipo de crueldad.

Bob admite que el problema de soledad de su hijo no tiene fácil solución: "La realidad es que tengo que confiar en la compasión de los demás a ser increíblemente comprensivos de sentarse junto a él, dialogar con él, y hacer que se sienta incluido”, escribió.

Lo que no imaginaba es que su carta, escrita desde el más profundo dolor, se convertiría en un fenómeno viral. La misiva fue compartida 70.000 veces y produjo que Christopher, que no tenía un sólo amigo, ahora tenga miles.

Bob está feliz, pues espera haber inspirado a cientos de personas. Christopher también lo está. Ahora tiene miles de amigos. Le llegan cartas y videos de chicos de todo el país. Le ofrecen su amistad y casi todos le dicen que "serán su amigo para siempre".

Milan Kundera decía que "la soledad es una dulce ausencia de miradas". Cuántas veces buscamos una mirada y encontramos sólo ausencias. Y comprendimos que estábamos sólos. Christopher vivió once años buscando una mirada, una sola, que le respondiera. Ahora la encontró. Por miles. Gracias a un papá, que en el dolor, comprendió a su hijo...

El trabajo de Christopher. Donde debía poner el nombre de sus amigos coloco: no tengo.


La carta que Bob escribió en Face.


Bob le lee a su hijo una de las tantas cartas escritas por sus nuevos amiguitos.


Christhoper rodeado de cartas y videos enviados por sus nuevos amigos.


Christopher sonríe. Su papá no sabía que no tenía un sólo amigo.
Christopher sonríe. Su papá no sabía que no tenía un sólo amigo.


Fuente: http://muy.clarin.com/muy-curioso/autista-amigos-padre-consiguio-miles-118843.html