Un tucumano transformó su auto en un "troncomóvil" totalmente de madera

Jueves 23 de Febrero de 2017, 18:33

Héctor "el Gringo" Morales



Un automóvil hecho casi totalmente de madera, circula por la ciudad de Tucumán. Se trata del “Troncomóvil”, un Renault 4 ornamentado por Héctor "el Gringo" Morales, del barrio Villa Luján.

Unos años atrás, El Gringo compró un Renault 4 usado, destartalado, porque le gustaba el diseño del vehículo. Durante un año y medio El Gringo trabajó desde la mañana hasta la noche, lija y cortadora en mano. “Los changuitos del barrio ayudaron. Ellos fueron quienes le pusieron Troncomóvil”.

El Troncomóvil está compuesto de 300 kilos de madera, su piso brilla, igual que el techo, por el lustre. Las puertas, la perilla de la luz, el volante, los parasoles, todo es de madera, hecho por él. Las butacas delanteras y los asientos traseros, también.

El auto llama la atención a quien lo mire. “Es llamativo cómo reacciona la gente ante lo inusual. Hay quienes lo ven y le gusta mucho. Se sacan fotos, incluso. Pero también hay quienes discuten sobre si es madera o de plástico. O dicen que es sólo el color de la pintura”, comenta El Gringo.

El Gringo cuenta que quiere donar el Troncomóvil a una institución de niños, que aún no definió. También dice que por la calle le hacen ofertas para comprarlo, pero él dice que no está a la venta.

Además del Troncomóvil, Héctor tiene otros dos Renault 4 en su casa. En uno está trabajando para que sea su vehículo personal, también de madera, y otro, en un momento iba ser una pecera natural, pero quizás lo convierte en una camioneta.

Cuando se pregunta de su profesión, el Gringo se define como “alguien que escucha”.

“Yo aprendí solo. Cualquier persona que quiera hacer algo puede hacerlo, preguntando, pidiendo ayuda, escuchando. En el Troncomóvil opinó mucha gente y así sirvió para mejorarlo”, comenta.

El Gringo nació y se crió en Tucumán. Fue perseguido político en la década del 70, y en el año 79 exilió para Estados Unidos, donde aún vive buena parte del año.

Los pocos muebles que tiene en su casa también fueron construidos por él. “No soy una persona que gasta dinero, con que me alcance para comer y para mantener esta casa está bien”, comenta.

En Villa Luján los conocidos lo saludan y los desconocidos se quedan mirando cuando avanza en su auto y cuenta una broma que le hace a los niños del barrio:



Fuente: http://www.eltucumano.com/noticia/238127/troncomovil-existe-anda-tucumano