Usaban a su hijo de 5 años para saber cuándo allanarían el kiosco de drogas

Lunes 20 de Marzo de 2017, 05:25

ATRAPADA. La mujer estaba rallando cocaína cuando llegaron los efectivos.



El allanamiento a “La Gorda Silvana” y su pareja, “El Mocho”, no fue uno más. La pareja estaba en la mira de la Dirección General de Drogas Peligrosas pero hasta el sábado, no habían podido atraparla.

Luego de algunas semanas de trabajo encubierto, los efectivos descubrieron su treta para burlar a la Justicia y la atraparon con las manos “en la masa”: ingresaron a su casa cuando estaba en pleno proceso de estiramiento de la droga. Le secuestraron dos piedras de cocaína, droga fraccionada en “papeles” y unos $ 23.000.

La clave para la pareja era su hijo de cinco años. Según confirmaron las fuentes, cuando “El Mocho” se subía a su moto para realizar el delivery por la zona -barrio San Miguel-, siempre llevaba consigo al pequeño.

El hombre sabía que los efectivos ya lo conocían; entonces, cuando lo paraban, la Justicia de inmediato se ponía en contacto con “La Gorda Silvana” para que lo retirara al niño. La Policía elevaba la información a la Justicia para que allanaran la casa, pero la mujer de inmediato descartaba la droga y todo lo que pudiera comprometerla. Cuando salía la orden e irrumpían en su casa, no encontraban nada.

Según se explicó, los “transas” cayeron tras una denuncia anónima que derivó en una investigación encubierta de los efectivos de la Digedrop en el barrio. Camuflados entre los vecinos, estos pudieron observar que todo el día iban jóvenes a la casa de la manzana X° y luego se retiraban a un predio gigante que tiene varias canchas de fútbol. Allí quedaban tirados los papeles que contenían la droga que ellos consumían. La mujer fue detenida durante el allanamiento y su esposo fue atrapado en la zona por el personal. Ambos quedaron detenidos y a disposición del Juzgado Federal N°1.

El operativo fue encargado por el juez Raúl Daniel Bejas y contó con el apoyo de Gendarmería y del Grupo Cero. Estos últimos se encargaron de sofocar los ataques que recibió la comitiva: al llegar, fueron recibidos con una lluvia de piedras por parte de amigos de los “transas” y también de adictos. “Los testigos del allanamiento se querían ir, estaban con miedo”, contó uno de los presentes. Allí también se decomisó un plato con cocaína rallada, un pistolón cargado, dos celulares, ocho chips de teléfono, un cuaderno con anotaciones y una moto Honda CB 125cc.

Denuncias anónimas

El jefe de la Digedrop, el comisario Jorge Nacusse, alentó a los vecinos de la capital a realizar denuncias en contra de los “transas” y les llevó tranquilidad al garantizar que se pueden hacer de forma anónima.

“Incluso lo pueden hacer con un llamado al 911. Lo único que pedimos que nos brinden es algún detalle significativo como el nombre o el apodo del vendedor. Esto también se aplica a las características de las viviendas; por ahí nos dicen que el ‘quiosco’ tiene rejas negras pero llegamos a la cuadra y hay cuatro casas que las tienen. Nos sirve si nos advierten que existe un naranjo en la puerta, por ejemplo”.

El comisario también explicó que tiene un personal a su cargo que todos los días da un plus. “Ellos se toman en serio esta lucha contra las drogas porque las ven como un flagelo al que hay que combatir, y que puede afectar a cualquier barrio. Las denuncias son tomadas por personal serio y comprometido”, advirtió.

La investigación estuvo a cargo de los oficiales Pedro Reyna, Miguel Juárez, Jorge Castro, Nelson Alarcón y Víctor González. Todos estuvieron supervisados por los comisario Nacusse, Horacio Ramírez y Santiago Dadamo.
 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/722669/actualidad/pareja-transas-tenia-delivery-usaba-hijo-para-evitar-ser-atrapados.html