El hombre se aburrió que la gente se burlara de él, así que tomó una decisión para poner fin al bullying: parecerse a Trunks.
no es un simple fan de Dragon Ball Z como existen muchos en el mundo. Para él, era algo más que un simple dibujo animado que veía en el televisor: era su vida.
“En escuela era como un soñador, o muy distraído. Me costó muchas burlas. Me veían como debilucho, mucho de lo que viví me lo guardé y podría decir que Dragon Ball fue mi escape”, relató Low.