Naum Alperovich hizo toda una puesta en escena para no pagar una multa

Miércoles 28 de Junio de 2017, 08:14

EN LA CALLE. Los ediles y funcionarios recorrieron la obra que se inició siete meses después de que Campero y Alperovich firmaran el convenio.



Naum Alperovich da un paso adelante y se desmarca de las declaraciones de Mariano Campero. El dueño de la constructora León Alperovich Group S.A. invitó, el martes, a su concesionaria al intendente de Yerba Buena para mostrarle que la calle que él debía hacer, como pago por una multa, está siendo realizada. El convite lo hizo extensivo al juez de Faltas municipal, Fernando García Hamilton, y a la totalidad de los miembros del Concejo Deliberante de esa ciudad.

No obstante, sólo acudieron al llamado García Hamilton y los concejales Héctor Aguirre, Lucas Cerúsico, Walter Aráoz y Benjamín Zelaya. El intendente envió, en representación suya, al director de Asuntos Jurídicos, Gabriel Sabaté. Los portavoces de la Municipalidad aprovecharon la ocasión para notificar a Alperovich sobre la decisión del Concejo, de rechazar el convenio que establece la hechura de esa trocha. Los ediles -por su parte- ni bien pusieron un pie en la concesionaria, le aclararon al empresario que estaban ahí para “observar la calle que el intendente niega”.

No se puede decir que faltó cordialidad. Pero tampoco que hubo maneras diplomáticas. A las 8.30, Naum Alperovich les dio la bienvenida a García Hamilton y a Sabaté. Enseguida, los condujo hacia el camino de sirga que costea su edificación. Allí, hizo que un escribano -contratado por él- labrara un acta de ese recorrido, mientras un par de máquinas removían el suelo. Luego, subieron al primer piso de la concesionaria, donde se sentaron y conversaron.

Ese encuentro se hizo a puertas abiertas para la prensa.
Los funcionarios oyeron decir a Alperovich y a su gente que ellos están dándoles de comer a más de 200 familias (“esas personas están preocupadas por esto”); que la venta de departamentos se ha visto afectada (“ando explicándoles a mis amigos si pueden comprar o no”); que las consecuencias para el sector privado son gravísimas (“no logramos entender que el intendente haya firmado un convenio y que el Concejo se expida, en contra, siete meses después”); que la única solución que vislumbran es que se junten las partes (“podemos pedir una reunión en el Concejo, pero sería pasarle por arriba a la Municipalidad y eso generaría más conflicto”); que intuyen un trasfondo político (“si Naum tuviese el apellido Gómez, no estaríamos acá”) y que hay más de 45 proyectos observados, pero el único que sale a la luz es el suyo.

“Puedo decirte que no son los únicos que tienen multa”, le interrumpió, en ese punto, García Hamilton a Alperovich, el autor de ese último comentario. “¿Ah sí? ¿De más de $ 4 millones?”, le preguntó el empresario. “Ustedes han sido multados con el monto más grande porque son el proyecto más grande. Pero hemos fijado multas de hasta $ 2,5 millones. Y los otros, en general, han pagado en efectivo”, respondió.

Con sus dichos, García Hamilton se estaba refiriendo a las sanciones fijadas por el Tribunal de Faltas, por ejemplo, a Paramérica S.A., la cual supera los $ 2 millones y se encuentra en proceso de pago, dijo el juez. El proyecto de esta compañía se erige sobre la avenida Perón, entre los locales de City Place y las viviendas de Terrazas Park. City Place también fue castigado, con $ 1 millón. Otro caso es “Casonas del Corte”, del empresario Miguel de la Cruz Grandi, que fue clausurado. No obstante, la edificación de Alperovich Group se lleva el monto más alto: $ 4,6 millones.

La pena fue fijada, en noviembre del año pasado, por el propio García Hamilton. Puntualmente, los funcionarios intervinientes objetaron una subdivisión de lotes, pues la constructora partió el padrón original en dos nuevos padrones, lo que provocó una serie de infracciones al Código de Ordenamiento Urbano.

Tras esa multa, Campero y Alperovich les pusieron sus firmas a un convenio por el cual el infractor se comprometía a construir una vía que debe ir desde el cruce de las avenidas Perón y Fanzolato -donde se erigen sus edificios- hasta la altura de las canchas de rugby y de hockey del country Jockey Club.

Es decir que la calzada atravesará el límite oeste del barrio Las Marías y llegará hasta el cruce que conduce a los barrios Alto Verde. Una vez que esté culminada (de hacerse), se convertirá en una vía de acceso alternativa a la calle Bascary, que es la única de quienes viven en la zona. La obra completa tendrá una superficie de unos 8.200 metros cuadrados, una longitud de un kilómetro y un costo de $ 12 millones.

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Para pagar la multa, Alperovich se comprometió a construir una vía. Desde la municipalidad dudan del proyecto.


En aquel momento, las partes habían resuelto que el dinero de la obra que exceda el monto de la multa (unos $ 7,4 millones) iba a quedar como crédito en el municipio, a favor de la firma, y sería imputado como pago adelantado de impuestos. La trocha debía ser de hormigón y el plazo de ejecución era de 12 meses, que tenían que contarse una vez que la Municipalidad quitara las malezas de la futura senda. Ese trato se firmó el 10 de noviembre. Según expedientes de la Municipalidad, el 16 lo enviaron al Concejo. El 5 de junio, el Municipio le envió una notificación a Alperovich Group, dándole aviso de que debían proceder con las obras comprometidas. Y 10 días después, el Concejo rechazó el pacto.

Los ediles argumentaron que, en algún momento, Campero sugirió la demolición total del coronamiento de las terrazas de las dos torres construidas y que no tenían los suficientes elementos de análisis para determinar cómo se pasó, de esa medida, a un acuerdo. Consideraron, también, que no se adjuntaron cotizaciones que les permitan determinar cómo se calcularon los $ 12 millones que -escribieron en el convenio- valen los 8.250 metros cuadrados de calzada. Una vez conocido ese dictamen, Campero declaró que estaba de acuerdo, debido a que, para él, la empresa no había tenido voluntad de cumplir.

En la nota que les envió a sus convidados, Alperovich les escribió que quería que “constataran el avance de la obra en cumplimiento del convenio”. Cuando el encuentro parecía que acababa, llegaron los cuatro ediles.

“¿Y ahora cómo sigue esto? Necesito que nos sentamos las partes y lleguemos a un acuerdo”, les preguntó Alperovich frente a los montículos de tierra removida, en la calle de la discordia. “Estamos viendo que ustedes están trabajando. Que lo resuelva el intendente. Es su responsabilidad”, le respondió el peronista Aguirre. Luego, expresó que él percibe que Campero los ignora, puesto que firmó a un arreglo a espaldas suyas. Dijo, además, que pedirán la destitución del juez García Hamilton, por mal desempeño. En esa línea se manifestó el radical Cerúsico: “lo correcto hubiera sido que el municipio nos mandara el documento antes de firmarlo, y no con el hecho consumado”.

Según Alperovich, se han ejecutado unos 1.800 metros de la obra. En concreto, se construyó el primer tramo, paralelo a la avenida Perón. En cuanto al segundo tramo -la calle de sirga- se hizo una cuadra, aproximadamente, de remoción. Más allá de todo, Campero ratificó el martes la decisión de no reflotar el convenio. “En un primer momento, pensamos que era una buena alternativa el acuerdo. Esa arteria es necesaria. Pero hoy entendemos que la multa debe quedar firme. El empresario priorizó sus intereses por sobre el bien público. Hace un mes, hicimos un relevamiento y observamos que no se había avanzado con el camino de sirga. Únicamente, asfaltaron el frente de su local”, concluyó.



Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/735378/actualidad/yerba-buena-concejales-funcionarios-visitaron-obra-polemica-no-acercaron-posiciones.html