Jueves 27 de Julio de 2017, 07:32
No existe situación más angustiante que no saber. Que no saber dónde está un hermano, un hijo, un padre, un amigo. Por eso el bar del aeropuerto de San Fernando era un ir y venir constante de familiares que se abrazaban y se de daban ánimos. Desde allí, hace tres días salen los aviones y helicópteros que buscan por aire, agua y tierra a los tres tripulantes de la avioneta desaparecida, un enigma que no para de crecer desde el minuto cero del extravío.