El misterio del avión perdido: ahora investigan si subió un cuarto pasajero

Jueves 27 de Julio de 2017, 07:32

La avioneta desaparecida es un bimotor turbo hélice. /Foto: Clarín



No existe situación más angustiante que no saber. Que no saber dónde está un hermano, un hijo, un padre, un amigo. Por eso el bar del aeropuerto de San Fernando era un ir y venir constante de familiares que se abrazaban y se de daban ánimos. Desde allí, hace tres días salen los aviones y helicópteros que buscan por aire, agua y tierra a los tres tripulantes de la avioneta desaparecida, un enigma que no para de crecer desde el minuto cero del extravío.

Entre tanto misterio, una de las hipótesis centrales que investiga la jueza Sandra Arroyo Salgado  señala la posibilidad de que un cuarto pasajero no declarado haya subido al avión antes del despegue. Y que habría embarcado sin ser regristrado por la única zona del aeropuerto que no tiene cámaras de seguridad.Esto alienta otra hipótesis: que las señales hubiesen sido apagadas de manera intencional para desviar la nave hacia un destino incierto.

Van y vienen, de un lugar al otro con incertidumbre. Salen del bar para fumar un cigarrillo y entran otra vez. Otros se acercan hasta la pista para ver llegar y salir a las avionetas y helicópteros que despegan y aterrizan cada media hora. Nadie tiene información concreta, ninguno quiere hablar con la prensa, pero algunos de los familiares de Matías Aristi y los pilotos Matías Ronzano y Facundo Vega -por lo bajo- les consultan a los periodistas “¿Ustedes saben algo?”. La información oficial es tan escasa que ni aquellos que están allí a la espera de novedades reciben datos concretos.

Son varias las hipótesis que se manejan.

Una de ellas es la que le contaron fuentes oficiales. Se trata de la posibilidad de que justo antes de que la avioneta despegara, un cuarto tripulante accediera a ella en una zona del aeropuerto de San Fernando en las que las cámaras de seguridad no tienen alcance, con la intención de sacar a esa persona del país. Eso es lo que aumenta la sospecha sobre la posibilidad de que los pilotos apagaran las señales de la aeronave para no ser descubiertos.Pero todo está en terreno de especulación.

La otra hipótesis, claro, es que la avioneta se estrelló y que no se encendieron las alarmas por un hecho que todavía no descubrieron y que mantiene el misterio. Es que el avión Mitsubishi con matrícula LV MCV desapareció a las 14.40 del lunes, cinco minutos después de despegar, tras una comunicación con la torre de control del aeropuerto de San Fernando, cuyo contenido trascendió y agregó más incertidumbre. El controlador, en al menos dos oportunidades, le reportó a la avioneta antes de perderle rastro que su posición no figuraba en el radar ni estaba identificado. Las estrictas normas aeronáuticas obligan a todas las aeronaves a estar identificadas con un registro, algo que no ocurrió por motivos desconocidos.

Según se pudo saber de fuentes involucradas en la investigación, el controlador le ordenó al piloto antes de perder contacto que -ante las irregularidades del vuelo- mantuviera una altitud determinada para evitar poner en riesgo a otros aviones. Se supo que la aeronave superó ese límite de altura y eso para los pilotos es clave: “Subió muy por encima de su altura autorizada y eso para nosotros es sagrado. Creo que por la desaparición abrupta que no comunicó nada tuvo un problema serio y hora está bajo el agua. Por eso no lo ven”, opinó Rogelio Cirigliano, ex piloto de Aerolíneas Argentinas.

Fue en ese momento, poco después del despegue, que se interrumpió la comunicación y ya nunca se reestableció. Antes del silencio no hubo reporte de emergencia alguna. La torre de control de San Fernando comenzó a comunicarse con otros aviones que estaban por la zona: al menos uno de una línea comercial -según los audios trascendidos- lo ubicó, pero a una altitud diferente de la que le había ordenado el controlador. “No hicieron caso. No sé por qué”, dijo el operador que mantuvo ese diálogo.

Ayer los equipos de rescate rastrillaron la zona del Delta (donde se pierde la comunicación) y en especial la región del Paraná de las Palmas (cerca de Zárate) donde un vecino alertó que vio cómo un avión volaba muy cerca del suelo. Es un territorio de aguas con fuertes corrientes e islas con frondosa vegetación. Hasta allí fueron desplegados ocho helicópteros -algunos con láser especial que puede atravesar las zonas más boscosas- vehículos terrestres, botes semirrígidos y nadadores de rescate.

El clima es una de las claves a la hora de la búsqueda.Durante la mañana la niebla impidió que salieran las aeronaves. A la tarde
, el viento la disipó y permitió la reanudación del operativo de rescate, que finalizó pasadas las 19.30, cuando la luz del sol ya no permite la buena visibilización de la zona.



Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/misterio-avion-perdido-crece-angustia-investigan-subio-cuarto-pasajero_0_HkQ2uoL8W.html