Cómo funciona el mercado paralelo de compraventa de celulares

Viernes 24 de Noviembre de 2017, 08:40

Un operativo policial en un comercio de venta de celulares ilegales. /Foto: Clarín



El contrabando de celulares emergió en 2014 y no paró de crecer. Desde aquel año a la fecha, se duplicó la cantidad de unidades estimada por la industria sobre datos muy precisos.

 Esa precisión derrapa cuando se habla del tema, con el uso de una terminología culposa que intenta tapar el sol con las manos. Así, el contrabando no sería tal: se lo conoce como “mercado informal o gris”. Ni siquiera mercado negro o ilega
l.

 La “lista blanca” con la que se busca ponerle freno -tal como ocurrió en otros países- aquí se la llama “lista negra enriquecida”, como si llamar las cosas diferentes modificara algo. El ingenio argentino no reconoce límites, casi tanto como el contrabando.

El circuito ilegal de smartphones tiene su lógica. Arrancó recién en 2014, en paralelo con la ampliación de la brecha de precios entre el mercado local y el internacional.

Esa diferencia quedó manifiesta con el reingreso oficial del iPhone a la Argentina, el pasado 7 de abril, cuyos precios justificaban viajar a Miami a comprarlo, con vuelo y estadía completa por tres días. Otro ejemplo más reciente. El Galaxy S8 Plus (el modelo top de Samsung), cuesta en el país liberado $ 24.000 y en el circuito ilegal, $ 18.000. Esos $ 6.000 es la rentabilidad objetiva del contrabando, un delito pero negocio al fin. Proclamar la inmoralidad no resuelve nada.

Marcas y fabricantes tienen un GPS particular para detectar el volumen de la mercadería ilegal. Cada celular posee un IMEI, un documento de identidad con la marca, modelo, procedencia, lugar de fabricación y destino. La “lista negra enriquecida” está basada en el bloqueo de los IMEI irregulares, tal como se implementó en varios países de la región, más recientemente en Chile.

Es un sistema efectivo, pero no invulnerable. Desde una marca multinacional confiaron que allí, a poco de funcionar (en septiembre pasado), detectaron más de 20 celulares con el mismo IMEI. En Honduras se llegaron a bloquear casi 500.000 códigos clonados en los últimos tres años.

Combatir el delito requiere de una mirada más completa, como ocurrió en otras industrias. El caso de la música es más que notorio. El auge del streaming (Spotify, iTunes o Deezer) desarmó la piratería casi por completo: es más caro un CD trucho que pagar una tarifa módica (entre US$3 y US$5) para acceder y descargar cientos de miles de álbumes en forma legal, segura y tranquila.



Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/logica-economica-detras-mercado-paralelo-celulares_0_rkCZe3NxM.html