Viernes 15 de Diciembre de 2017, 14:21
Elisa Carrió
Como Pedro -aquel en quien Jesucristo edificó su Iglesia- Elisa
Carrió pareció ayer negar tres veces a Mauricio Macri. O al menos le
negó una fe ciega. Y lo hizo a la vista de todos. Fue
el día en que la diputada y fundadora de la actual coalición de
gobierno usó todo su poder sin disimulos. En tres oportunidades, le
impuso límites a los intentos desesperados del oficialismo de lograr una
victoria pírrica en la Cámara baja por la reforma previsional.Ella,
en su fuero íntimo y así se lo transmitió a sus colaboradores más
cercanos, cree que "salvó a su gobierno" de dos errores: sostener una
sesión imposible en la Cámara y frenar un DNU que podría haber empeorado
las cosas. Más allá de esas interpretaciones políticas, Carrió usó,
como nunca, todo su poder.
Lo hizo a las 15:08."Le
pido al señor presidente que levante esta sesión escandalosa". El
mensaje se lo transmitió a Emilio Monzó, que había estado minutos antes a
los manotazos con el ultrakirchnerista Leopoldo Moreau para sostener
una sesión que se veía que naufragaba. Y la sesión se levantó. Antes de
eso, Carrió había estado desde temprano en el despacho del presidente de
la Cámara baja, en buenos términos.
Lo hizo, de nuevo, minutos antes de las 18.“No
se necesitan tantos gendarmes, la ministra de Seguridad tiene que
parar”. Le hablaba a Patricia Bullrich, una de las funcionarias que
traduce con mayor fidelidad los pensamientos de Mauricio Macri en lo que
se refiere al control de protestas callejeras y piquetes. A esa hora,
la ministra era la más criticada por todo el arco opositor.
Y lo hizo a las 20:03."Un
DNU violaría gravemente la Constitución Nacional". Fue un tuit
lacónico, fulminante, que desactivó de cuajo una idea que había
germinado en la Casa Rosada y que había aceptado el propio Macri. La
diagonal al bloqueo parlamentario era un decreto de necesidad y urgencia
que incluyera una compensación por la eventual pérdida que tendría los
jubilados para sostener la reforma previsional. El DNU tenía la firma de
todos los ministros, pero no -dicen en Cambiemos- de Macri.
Fuentes
inobjetables cercanas a la diputada aclararon que nunca hubo ruptura.
"Nunca", remarcaron las fuentes, quienes también reconocieron que hubo
diálogos permanentes durante todo el día con la Casa Rosada. "Habló con
el Poder Ejecutivo y explicó el tuit que rechazó un DNU", reconocieron
los voceros, aunque no dieron más precisiones.
"¿Habló con Macri?", preguntó el cronista. Pero no hubo respuesta, según publicó Clarín.Doble juego: Carrió negoció con La CámporaMinutos
después que Emilio Monzó se enfrentara a los gritos con los diputados
kirchneristas y hasta le tirara una trompada a Leopoldo Moreau, Elisa
Carrió, muy calma, mantuvo un diálogo fraternal desde su banca con
Andrés "Cuervo" Larroque, referente de La Cámpora, informó La Política
Online.Pronto se supo que no estaban en desacuerdo. La
chaqueña pidió la palabra, sostuvo que no se puede sesionar en este
clima de violencia y propuso levantar la sesión.
Desde el fondo
del recinto, parado al lado de su banca, Larroque le exigió a sus pares
hacer silencio para escuchar a Lilita, que nunca abandonó su media
sonrisa.
Curiosamente, empezó su discurso como "una expresión de
minoría", o sea, admitió que Cambiemos nunca había tenido quórum, pese a
que Monzó lo había anunciado un rato antes.
Lilita le había avisado que bajaría la sesión porque la reunión no era posible en ese clima de tensión.
Mario
Negri, muy pasivo, aceptó la idea, pero no parecía convencido Nicolás
Massot, el jefe del bloque PRO. Sus intentos por calmar a la oposición
no habían prosperado.
El
doble juego de Lilita ya había desorientado a los gobernadores en la
previa de la sesión. Sus diputados no toleraron que cuestionara la
reforma previsional luego de aprobarse en el Senado y hasta se animara a
sugerir cambios.En su intervención en el recinto,
Carrió propuso una compensación a los jubilados por la pérdida de
ingresos de los próximos meses que significaría la reforma, una idea que
ya tenían en carpeta los gobernadores.
Carrió y Larroque, muy divertidos en la sesión de ayer.
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