Sábado 23 de Noviembre de 2019, 09:38

Los médicos pudieron salvar a Alperovich
En
el tórrido febrero de 2010, José Alperovich fue llevado de urgencia desde Tucumán al Hospital Italiano de
Buenos Aires, con la uretra quebrada y un gran
hematoma en toda la zona testicular.Todo había comenzado en Tucumán
a la madrugada
del viernes 26, cuando la guardia de un sanatorio céntrico se vio
súbitamente alterada por el ingreso del entonces gobernador, totalmente shockeado y
con un gran hematoma en "la zona baja" de su cuerpo.Alperovich
adujo que se había caído de una bicicleta, aunque el horario del
accidente (a la madrugada) no parecía condecirse con la práctica de ese deporte."Se le quebró el pirulín", habría sido el comentario de uno de los choferes.
En forma urgente a media mañana se pidió su derivación por vía aérea al Hospital Italiano.
En
un hecho histórico, por primera vez el avión "sanitario" -habitualmente
destinado a los paseos turísticos y empresariales de los integrantes del clan Alperovich-Rojkés- se utilizó
para el traslado de un enfermo: el propio gobernador.
A las 15.20 Alperovich ingresó al Hospital Italiano y fue alojado en la habitación N° 3716, en el sector de internación
general del 1° piso.

Una hora más tarde fue llevado al quirófano, para realizarle una cirugía reconstructiva.
"Es cómo cuando se parte una flecha, hay que reparar y entablillar", arriesgó en la sala de espera un facultativo.
Cerca de las 21 el paciente fue llevado sano y salvo a una habitación.
"Había una sección total a nivel de la uretra; tenía un gran
hematoma escrotal. Se pudo drenar el hematoma y hacer una plástica y
delineación de la uretra con su propio tejido. No fue necesario ningún
injerto. Fue bastante satisfactorio el resultado quirúrgico", explicaron
los médicos.
Nunca se conocieron las circunstancias en que se produjo la grave lesión, aunque en Tucumán circulan múltiples versiones sobre lo ocurrido esa madrugada.

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