Se trata de Frans Hofmeester, un cineasta y artista, que decidió fotografiar año tras año la evolución de su pequeña hija, Lotte.
El hombre lleva grabándola semanalmente desde 1999 y aprovechó el aniversario número 18 de la joven para regalarle el producto final.
“Cuando nació Lotte, cambiaba muy deprisa,” contó Hofmeester y explicó: “Estaba desesperado por mantener los recuerdos intactos”.