Caminaba con su sobrino, 4 hombres bajaron, trataron de robarle, lo mataron a balazos e hirieron al chico

Miércoles 18 de Julio de 2018, 10:48





Un hombre fue asesinado en un intento de robo antenoche en el barrio porteño de Barracas. Iba acompañado por el sobrino cuando cuatro hombres descendieron de un auto y dispararon. El hombre murió en el acto y el sobrino recibió un balazo que le rozó la cabeza, fue llevado al hospital y dado de alta pocas horas después. Los delincuentes se dieron a la fuga y los investigadores sospechan que el homicidio fue el final de un raid que incluyó otros delitos.

La víctima mortal fue identificada como Oscar Roberto Gómez, de 52 años, mientras que quedó herido Claudio Gómez, de 33. Los dos habían salido de su trabajo, en la empresa de micros de larga distancia Transfer, en la calle Santos Domingo 2635. A la vuelta del lugar donde sucedió el crimen, en la esquina de Santa Elena y Río Cuarto. En un recorrido por la zona, algunos vecinos, que harán una marcha mañana, contaron que esa zona de Barracas "está cada vez peor".

Una vecina dueña de un quiosco, y que por miedo no quiso dar su nombre, dijo que "ahora está todo muy inseguro". Desde hace meses que baja "la persiana del local cuando se hace de noche". Y agregó: "Todo empeora. No sé qué hacer. Antes no era así, había inseguridad, sí, pero el último año creció mucho. Acá con mi esposo tenemos mucho miedo".

Roberto, que vive cerca de donde asesinaron a Gómez, detalló: "A una vecina [sobre la calle Santa Elena al 600] le robaron hace dos semanas. Acá nos levantamos y todos los días vemos autos con los vidrios rotos".

En las calles linderas al lugar del homicidio, el silencio acompañaba el ruido de algunos camiones. Pocos locales quedaron abiertos por la tarde y las persianas bajas se repiten incluso sobre la avenida Iriarte, donde hay más movimiento.

"Todo cambió. Ahora tenemos miedo de salir a la noche", resaltó una vecina tras las rejas que colocó en la puerta de su casa hace unos meses. "Mi hija vive acá a unas 10 cuadras. Cada vez que voy a cenar a la casa, primero trato de salir de día y después me pido un remise, porque no quiero volver caminando de noche", agregó.

Un ataque inesperado

La familia Gómez llegó al barrio hace 21 años. Oscar arribó a Buenos Aires desde Santiago del Estero junto con su hermano, Néstor. Desde el día que pisaron la Capital empezaron a trabajar como mecánicos en la empresa de ómnibus Transfer, que además se había trasformado en su casa. Todos vivían allí. Claudio, el sobrino, se instaló en Buenos Aires hace dos meses. Vino desde Santiago del Estero para una oportunidad laboral y aquí lo recibió el tío con una cama y un trabajo. Todo cambió anteanoche.

"Somos todos como hermanos dentro de la empresa, el jefe está devastado, no lo puede creer. Todavía no creo lo que le pasó. No lo puedo creer. Era un hombre muy bueno", relató Néstor mientras observaba la esquina donde unas horas antes habían asesinado a su hermano.

Como todos días, el tío y el sobrino terminaron de trabajar pasadas las 20. Néstor ese lunes se había ido temprano porque tenía que hacer unos trámites en la terminal de Retiro. Cayó el sol y los Gómez salieron del taller en busca de comida. Fueron por el camino de siempre. Doblaron en Santa Elena hasta la avenida Iriarte y de ahí media cuadra a la izquierda para llegar "al chino" donde siempre compraban comida y cigarrillos.

Con la comida en la mano, Claudio encendió un cigarrillo mientras caminaba con su tío. Cuando llegaron a la esquina de la calle Río Cuarto y Santa Elena, a la vuelta de la empresa, apareció un Peugeot 408. De allí bajaron "cuatro o más hombres", según recordó Claudio. De ese instante solo recuerda que escuchó: "Dame todo, dame todo, dale, dale", y a los pocos segundos, las explosiones. Claudio, lo primero que hizo fue ir a abrazar a su tío que estaba tirado sobre la vereda sin signos vitales, mientras escuchaba la acelerada del auto que se iba de la escena a toda velocidad.

Los investigadores al arribar al lugar, tras el llamado de un oficial que se encontraba a 50 metros del hecho, secuestraron dos casquillos de bala calibre 45. El auto, robado pocas horas antes, fue encontrado en Iriarte y Juan Madera, a dos cuadras del crimen.


Fuente: https://www.lanacion.com.ar/2154118-la-muerte-de-un-mecanico-aumento-la-preocupacion-de-los-vecinos-de-barracas?utm_campaign=Echobox&utm_medium=Echobox&utm_source=Twitter#Echobox=1531913689