Darío, el hincha del suero: "salí de la cancha de Atlético y le metí un chori"

Miércoles 15 de Agosto de 2018, 23:38

Estaba internado en el Centro de Salud por una operación y se escapó para ver al Decano contra Nacional de Medellín. Cómo ejecutó el plan y qué le dijo el doctor cuando volvió al hospital.



Sala 15, sector 1, cama 2. Eran las ocho de la noche del jueves y ahí estaba Darío Díaz, internado en el Centro de Salud. En 2015 había sufrido un grave accidente en moto cuando volvía del trabajo. Después contará bien cómo fue, pero en ese momento no le importaba nada más que ir a ver a Atlético en el partido más importante de su historia: por la ida de los octavos de final contra Nacional de Medellín. Había una tele cerca, pero ni loco se iba a quedar a mirarlo por Fox. "Me entró una adrenalina en el cuerpo que ni te explico, compadre. Empecé a moverme en la cama, a pensar cómo hacer para escaparme del hospital. Y armé un plan".

Darío tiene 30 años y si tiene alguna enfermedad a la cual los médicos no le pueden encontrar ninguna cura se llama Atlético. "Desde chiquito que me pasa esta locura. Soy del 120 Viviendas, en Alderetes, me crié con el Bebe Acosta. Crecimos juntos. No podía perderme el partido contra los colombianos", insiste. Y cuenta qué le pasó hace tres años, cuando Atlético estaba a punto de subir a Primera: "Venía con la moto y me agarró un auto. Sufrí fractura expuesta de tibia y peroné. Casi pierdo la pierna. Ese año estuve internado seis meses. Me pusieron cemento con antibióticos, pero con el tiempo me hizo una reacción y se me complicó todo. Me internaron un par de veces más, pero fue de urgencia el 23 de abril. Y me operaron el 15 de mayo. Volví a rechazar el medicamento y me internaron de nuevo hace dos semanas".

El fanático ya había ido al clásico amistoso contra San Martín en el Monumental pero aquella vez fue sin suero, tomando unos calmantes (solamente) para el dolor. Ahora bien: la fuga, lo que se dice fuga del Centro de Salud, fue contra Nacional de Medellín y, atentos guionistas, se ejecutó por partes: "Le mandé un mensaje a mi hermano Esteban Joaquín: ’Loco, pasame a buscar. Vamos a la cancha. No me puedo quedar acá’, le dijo. Pero el tema es cómo me escapaba", le cuenta Darío, más conocido como Orson.

Y para escaparse del Centro de Salud lo primero fue ocultar el suero: "Me he encintado toda la manguera y me la pegué en el cuerpo. Lo importante era que no se me viera el suero entonces agarré el camperón, me puse la capucha y vi por dónde podía salir. Intenté por adelante, pero no se podía. Me estaban relojeando. Entonces intenté por la Guardia. Le dije al policía que me iba a fumar un cigarro a la vereda". En esos momentos el guardia debe haber sospechado algo, entrecerrado los ojos, fruncido las cejas, algo. Pero Darío salió. Y cuando se quisieron dar cuenta, el hincha que recorrió América a través de Fox ya estaba rumbo a la cancha con el hermano. Pero todavía faltaba la última parte del plan: cómo pasar a la cancha.

"Mi hermano es discapacitado y pasamos con su pase. Eso fue fundamental porque no me revisaron. Si se llegan a dar cuenta que estoy con el suero, no me iban a dejar entrar y yo me iba a quedar con todas las ganas de vivir esa fiesta", relata Darío Díaz, nada que ver con Leandro Díaz, el Loco, por las dudas. "Adentro de la cancha me quedé sin señal y sólo usé el celular para filmar a las tribunas. Siempre paro en la Chile con los changos. No le metí ferné en la cancha. Fue, digamos, tranqui nomás".

Mientras Darío, alambrado de por medio, le contaba a un productor de la televisión cómo había llegado y le mostraba el suero, la familia empezó a recibir mensajes: su madre Rosario Ferreyra, sus hijos Enzo Ignacio y Darío Yutiel, los amigos del 120 Viviendas, los pacientes de la Sala 15, sector 1, los fieles de la Iglesia Jesús Manantial de Agua Viva, a su primo Esteban Barrera de la Peña Locura Total Alderetes, a todos: "Darío se escapó y está en la cancha de Atlético". Al doctor Miguel González, director del Hospital Centro de Salud, también le llega el dato. Y declarará a LV12: "Tenemos videos institucionales que muestran cómo con una campera inflable con capucha, el paciente se escapa del hospital, está internado para una intervención quirúrgica". Lo que no se vio en las cámaras es lo que hizo el hincha después del partido.

"Cuando salí de la cancha le metí un chori", se sincera Darío esta tarde, luego de seis horas de operación, con un clavo de titanio desde el talón hasta la rodilla. Y en lo que quizás sea la peor pregunta de esta nota, responde: "¿Que cómo lo he pedido al choripán? ¿¡Cómo lo voy a pedir!? Y como se come, papá: criollo con mucho picante, en el puesto de Jorgito Cruz, bien aceitoso, los mejores de la cancha, lejos", se ríe Darío, quien con la panza llena y el corazón contento volvió aquella noche al Centro de Salud y tuvo que enfrentarse con los doctores: "Me retaron los médicos, me dijeron que cómo podía hacer una cosa así, que mirá si me pasaba algo. Les pedí disculpas de corazón, pero no me podía quedar en el hospital esa noche. Tenía que ir a ver a Atlético. Y para descomprimir le dije al Director del Centro de Salud: ’Si quiere escaparse algún día, le explico cómo".



Fuente: http://www.eltucumano.com/noticia/deportes/250411/dario-hincha-suero-sali-cancha-le-meti-chori