El curioso argumento de la mucama que saqueó dos cajas fuertes de sus jefes

Miércoles 12 de Septiembre de 2018, 08:49

La empleada del presidente de la Cámara Argentina de Comercio y un hombre tiran de la valija donde transportaban una de las caja de seguridad que robaron.



“Se llevaron la caja de seguridad. Me hicieron un cuento”. Eso fue lo que le dijo la empleada doméstica a Jorge Di Fiori, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), luego de ayudar a una banda de ladrones gitanos a hacerse del contenido de las dos cajas fuertes que había en la casa del empresario.

Por ese golpe, este lunes cayó una banda de 70 gitanos que usaba el famoso cuento del tío para robar. Fuentes de la investigación habían estimado el botín en unos 450 mil dólares, pero la víctima denunció que en realidad se llevaron “200 mil pesos, una suma no precisada de dólares y euros, dos armas y las joyas de su esposa”.

Según fuentes con acceso al expediente, la banda de gitanos no actuó en soledad. Al parecer la mucama, que trabaja para la familia Di Fiori desde hacía 31 años, no era tan inocente como se pensó en un principio: irá a juicio acusada del robo. Así se lo confirmaron fuentes vinculadas a la causa.

“Creemos que sí le quisieron hacer el cuento del tío, pero que ella se dio cuenta. No era tan influenciable como la gente mayor que suele ser víctima de este tipo de bandas. Lo que sospechamos es que la convencieron para que los ayudara a cambio de algo
”, especularon los voceros.

La empleada, identificada como Fátima Bizgarra, de 49 años, no sólo ayudó a los ladrones a cargar una caja de seguridad en una valija de sus jefes sino que además fue a buscar una amoladora y ella misma abrió otro cofre que contenía las joyas de la mujer de Di Fiori, vació el contenido en un bolso y se lo llevó a los delincuentes, que esperaban en la esquina del edificio en un taxi.

Bizgara estuvo presa 15 días y fue liberada, pero quedó procesada en la causa por robo. Siempre se negó a declarar y ahora enfrenta un juicio oral en el Tribunal Oral en lo Criminal N°27, al que se sumarían los 70 nuevos detenidos que tuvo el caso en las últimas horas tras 20 allanamientos en Posadas, Chaco, Neuquén, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia y la Ciudad de Buenos Aires. Uno de los sospechosos se resistió a los tiros con una de las armas robadas a Di Fiori.

Según la investigación, la banda de gitanos, distribuida en células por todo el país, llamaba al azar buscando gente mayor que cayera en sus juegos mentales para robarles. Generalmente, usaban el ardid de los problemas financieros del país para hacerse de la plata.

Una vez que tenían a la potencial víctima identificada, viajaba un grupo de cinco integrantes hacia el lugar, hacían el acting, robaban y se iban en un taxi. Luego se dividían el dinero, cada cual volvía a su provincia y compraban autos para blanquear la plata.

El robo a Di Fiori sucedió el 8 de febrero pasado. En el departamento de la avenida Del Libertador al 4400 sonó el teléfono y la que atendió fue la empleada de la familia, según consta en la denuncia. Lo que sucedió durante ese llamado sólo lo saben los integrantes de la banda de gitanos que actuaron en este caso y Bizgarra.

“Unas cuantas horas después del robo, ella llamó a su jefe y le dijo: ’Se llevaron la caja de seguridad. Me hicieron un cuento’. Según su relato, ella confundió una de las voces con la de Di Fiori, que le pedía sacar los papeles de la caja”, revelaron voceros con acceso a la causa.


Según consta en la denuncia, la mujer fue hasta el cuarto donde estaba el cofre, de unos 40 kilos y que contenía el dinero y las armas, lo puso en una de las valijas que había sacado de la baulera del subsuelo del edificio y colaboró con los delincuentes para que se la llevaran.

En uno de los videos de las cámaras de seguridad que tiene la Justicia  se ve a la empleada de Di Fiori tirando de la valija junto a un hombre hasta que salen del edificio y se la entregan a otros dos que aguardaban en un taxi en la esquina de avenida Del Libertador y Ortega y Gasset.

Siempre según la denuncia, Bizgarra volvió al departamento y recibió otro llamado donde le pedían que abriera la segunda caja de seguridad. Era la que tenía las joyas de la mujer de Di Fiori.

Pero como no encontró la llave donde le dijeron que estaba, salió del edificio, recibió una amoladora de parte de los delincuentes, violentó la caja de seguridad y cargó su contenido en la misma bolsa de la herramienta y se la llevó al ladrón”, informaron los voceros.

Por todo esto, Bizgarra quedó inmediatamente detenida hasta que se decidió su liberación pero no su sobreseimiento. Ni su jefe ni la Policía ni la Justicia creen en su relato.



Fuente: https://www.clarin.com/policiales/insolita-historia-mucama-ayudo-saquear-cajas-fuertes-jefes_0_ByYdAhHum.html