Shows en Boca, miles de fans y un sinfín de excesos: a 20 años de la visita de Backstreet Boys

Domingo 23 de Septiembre de 2018, 16:26





En septiembre de 1998 con un peso se podía comprar un dólar debido a la famosa convertibilidad: el 1 a 1. Un efecto amor-odio que, hoy, produce en algunos recuerdos fantásticos de sus primeros viajes al exterior con una moneda de cotización inexplicable, y en otros, el dolor de haber perdido todo por culpa de los vaivenes de una economía que no sabe de puntos medios. Ni hablar de las consecuencias. Pero eso vendrá después: aún es 1998 y The Sacados sigue cantando "Paren de venir". Los shows internacionales se multiplican y Argentina se transforma en una plaza fuerte para los artistas y productores más importantes del momento.

"Tratamos de tener un momento para dar gracias al Señor de arriba. Es algo que hacemos para juntarnos y mentalizarnos en el show", le decía Howie D a Jimena Cyrulnik, encargada de entrevistar a los Backstreet Boys para Versus, el programa que emitía Telefe. El muchacho de origen latino planteaba así el perfil de un grupo de chicos buenos, cristianos, sanísimos. El quinteto que completaban Nick Carter, Brian Littrell, Kevin Richardson y AJ McLean, era la mezcla perfecta, resultado de una fórmula infalible.

El jovencito carilindo ya escondía las marcas de una adolescencia complicada: Nick Carter audicionó para formar parte de los BSB a los 11 años. Por entrar en la boyband rechazó una oferta del Club de Mickey Mouse, programa semillero de Disney del que salieron Justin Timberlake, Christina Aguilera y Britney Spears. Años más tarde Nick le contó al Dr. Phil (psicólogo y conductor de un famoso programa de la TV norteamericana) que su familia "no era sana".


El rubio también confesó que, como el alcohol era la opción preferida de su familia, lo siguiente fue probar marihuana. Luego vinieron el éxtasis, la cocaína. "Ves a tus padres hacerlo, a gente que está en el mismo negocio que vos, y pensás: ’¡Está bien!’". Nick hizo un clic al estar en una celda muerto de frío después de ser arrestado por conducir ebrio en el Estado de Florida. Todo esto pasaba mientras hacía el papel de niño bueno y feliz. Las fans, de todo esto, ni enteradas.

En febrero de 1998 el grupo hizo un primer show en el anfiteatro del Parque de la Costa, dentro del marco de La Movida del Verano, el ciclo que Juan Alberto Mateiko conducía todo los domingos, también por Telefe. Fue una locura. A los pocos días anunciaron dos fechas en la cancha de Boca Juniors. Ya con el primer acercamiento, cuando volvió en septiembre de ese año, Brian quedó impactado y se lo dijo a Cyrulnik: "La primera vez que vinimos a Sudamérica no teníamos idea de la magnitud del éxito de los Backstreet Boys. Los fans en el aeropuerto. Daba miedo, no podíamos salir del hotel, los policías vigilando nuestros cuartos. Era una locura y fue la primera vez. Por eso ahora estoy ansioso por saber qué va a suceder nuevamente". La epidemia ya era imparable.




El gen


Ramiro Mayol es productor musical y recuerda perfectamente el día que llegó a sus manos el primer corte de Backstreet Boys. Por aquel entonces, Mayol era musicalizador de FM 100, puesto en el que se desempeñó de 1993 a 1997. "Llegaba un compilado que se llamaba HitDisc donde estaban todos los singles que salían en el mundo y los mandaban en CD a todas las radios. Probamos poner ’Get Down (You’re The One For Me)’ para ver cómo funcionaba y la explosión fue genuina. No había presión marketinera ni de la discográfica. Eso fue después", explica el ex musicalizador, quien no titubea al afirmar: "Cuando lo pusimos en la 100, la descosió. Creo que ese mismo HitDisc tenía ’Wannabe’, de Spice Girls… Recuerdo que de ’Get Down’, Eduardo López Greig (gerente de programación de la radio) dijo: ’Esto llama la atención’".

Sin redes sociales, ni plataformas digitales, el primer disco de los BSB (de título homónimo) se movió con tracción a sangre. Pero sin el álbum físico, ¿cómo se medía la llegada? "La explosión se notaba en el teléfono: era muy importante el telefonista porque si había algo que se destacaba, se notaba", explica Mayol. El productor cuenta que solían a anotar palitos al lado de cada tema que la gente llamaba para pedir. Sí, como si fueran puntos.

"Esto fue pre discográfica, pre fans club, todo muy genuino", destaca el entonces musicalizador. El sistema no era perfecto, pero sí muy confiable, y con los Backstreet Boys demuestra que funcionó: "Yo elegía la música, entonces así fue que le llevé el tema a Eduardo y empezamos a ponerlo. El rating lo medía Ibope, pero era trimestral. Lo cierto es que se armaba con votos de carta y llamados telefónicos. Lo que te daba el pulso inmediato era el voto telefónico, que con el correr de los meses te lo distorsionaba el fans club. Pero cuando arrancamos con ’Get Down’ aún no existía nada de eso".




La previa

En la actualidad, Pablo Scala es el Jefe de Musicalización de Telefe, pero en 1998 trabajaba musicalizando La Movida del Verano, que tanto en Mar del Plata como en Buenos Aires se caracterizaba por tener los números musicales del momento. Siempre en el mismo canal, Pablo también trabajaba en VideoMatch, el programa de Marcelo Tinelli, que por ese entonces se basaba en parodias de otros artistas exitosos y los BSB no fueron la excepción, en manos de los Taxi Boys, con Pablo Granados a la cabeza.

¿Alguien se quejó por la humorada? ¡Nadie! Como corresponde a un fenómeno mediático, toda difusión sumaba, aunque fuera en chiste. "Cualquier cosa que hiciera VideoMatch era un hit y la parodia estaba espectacular", dice Pablo, y recuerda perfectamente cómo fue el primer show promocional del quinteto, en febrero de 1998, preparando el terreno para lo que iba a ser Boca.

El lugar desde donde se transmitía La Movida era el Parque de la Costa, y Scala recuerda que "la gente trataba de colarse por todos lados". Ese día fue el más caótico del programa estival: "Entraban 20 mil personas y creo que quedaron otras 20 mil afuera". La llegada del grupo fue triunfal y Scala revive: "Entraron por el lado de la costa en un barco, por atrás, porque por adelante era imposible". Quienes estuvieron ahí no pueden olvidar el haber visto a sus ídolos llegar por el agua, como en una película. Eran los 90 y (casi) todo era posible.

"Nosotros ese día tuvimos que ir antes de las 10 de la mañana porque nos habían avisado que había colas y colas de personas para verlos. Mucha gente sofocada por el calor, fue bastante heavy. Con ellos tuve cero trato porque yo estaba en el camión de exteriores. Creo que ese día, y otro de Enrique Iglesias en Mar del Plata, fue de lo más caótico que viví a nivel show en Telefe", dice el musicalizador. Una pregunta se cae de madura es: ¿Playback sí o no? Scala confiesa que les tiró "media pista", lo suficiente como que los norteamericanos pudieran terminar su número de agitadas coreografías. Podría haber sido peor.


Las fans

Romina Sansile tiene 38 años y vive en Lomas de Zamora, canta en una banda de rock (Linaje) y es fan de los Guns N’ Roses. Pero por esas cosas del destino estuvo en la Bombonera cuando los Backstreet Boys dieron sus primeros shows en un estadio argentino. "Fui con la hermana de mi cuñada; ella era chiquita, no tenía con quien ir y bueno… Me gustaban, pero no era fan. Recuerdo que nos llevaron mi hermano y mi cuñada hasta Boca, fuimos al campo, fue un show muy lindo. Aunque no era tan fan para comprar merchandising, sí tenía un BSB favorito que era Nick, y el tema que más me gustaba ’Everybody’, que como en el video aparecían vestidos de monstruos, me hacía acordar a ’Thriller’, de Michael Jackson", repasa Romina.

El chiste por esos días era que los Rolling Stones habían tocado en River y que los BSB, en Boca. El súper clásico era rock versus pop, pero no para todos. El quinteto norteamericano era tan popular que traspasaba la frontera de los estilos y todos tenían alguna fanática cerca (sí, la mayoría eran chicas). Romina no se arrepiente: "Me pareció un show muy bueno, aunque yo era más rockera, me gustaban mucho más los Guns, pero acá había más puesta en escena, más show y más baile".

María Lourdes Legovich tiene 34 años y vive en Martinez, pero a ella la euforia no le pasó por al lado: a Luli, la backstreetmanía la atravesó por completo. Tanto que cuando cumplió 15 años entró a su fiesta con "Quit play games with my heart", su tema favorito. En 1998 aún vivía con su familia en Polvorines y desde allí partió al encuentro de sus ídolos.

"Fui con mi amiga Barby, su mamá y la mía, que nos llevaron al recital. Al estadio llegamos a las 4 de la mañana y en la previa hasta las 21, si mal no recuerdo, la pasamos cantando y haciendo coreografías porque además ese día hacía muchísimo frío. No recuerdo el valor de la entrada, pero sí que compramos una vincha cada una. Era de satén negro con las palabras BACKSTREET BOYS escritas en purpurina dorada. ¡Un horror!", rememora Luli, entre risas.

Su Backstreet favorito siempre fue y será Brian, "por su voz y su carisma". Esa noche de La Boca a Polvorines no fue fácil, pero valió la pena. "Volvimos del estadio en un colectivo hasta Retiro, de ahí en tren a Polvorines y de Polvorines en un remise para casa. Estuve afónica por 5 días y estuvimos saltando y cantando todo el camino de regreso. Nuestras madres… ¡unos ovarios de oro!". Aunque incorporó nuevos artistas a su vida, Luli dice que los sigue escuchando de vez en cuando porque su música la transporta a una época muy feliz de su vida.

Backstreet Boys 2018.

No todas tuvieron la suerte de Luli, y es el caso de Tamara Tassara, que hoy con 36 años aún conserva el ticket intacto de un espectáculo al que nunca pudo llegar. "La entrada para el show de septiembre del 98 la fue a comprar la mamá de mi amiga Lorena a una disquería del Shopping de Caballito, sobre Avenida Rivadavia. Costaba 32 pesos. El tema es que mi viejo cuando se enteró que era en la cancha de Boca y que íbamos a ir las dos solas, me dijo: ’¡No vas, es peligroso!’ Y me quedé con la entrada…".

La triste historia termina con la joven de 16 años en ese momento mirando lo que pasaban del recital por televisión. "Después de esa vez nunca más compré entradas para ir a verlos y me quedé con las ganas. Mi amiga sí fue esa noche y después me contó cómo fue todo. Recuerdo que cuando me compré el primer CD de los Backstreet venía con un CD Rom para ver la presentación de cada uno de los integrantes, que se entrecortaba toda porque era malísima la calidad, pero incluía videos… Algo que hacíamos con mi amiga era ver esos videos y tratábamos de reproducir las coreografías, nos juntábamos en casas para hacer tipo pijamadas y escuchábamos canciones de los BSB, muy adolescentonas nenas, porque las chicas de hoy en día hacen otras cosas. ¡Era divertido!", concluye Tamara que, con el tiempo, le puso humor a su recital fallido.

Pasaron los años y aún sin haber superado en hits a sus primeros álbumes, los BSB siguen dando pelea. Mientras tienen un show estable en Las Vegas, Nick Carter continúa probando suerte como solista (estuvo a comienzos de septiembre por Buenos Aires tocando en Vorterix) y todos juntos lanzaron un nuevo corte, "Don’t Go Breaking My Heart". Promediando los 40 años el grupo apuesta a reconquistar a sus antiguas fans y demostrarle a las nuevas generaciones lo que era una verdadera y cándida boyband. Y a los que les digan que son "muy 90" ellos responderán: "Claro", como en este video en el que se ríen de ellos mismos. Porque los Backstreet siempre están de vuelta.
 

Fuente: https://www.infobae.com/teleshow/infoshow/2018/09/23/dos-shows-en-boca-miles-de-fans-y-un-sinfin-de-excesos-a-20-anos-de-la-visita-de-backstreet-boys-a-la-argentina/