Estos son los empleos que ofrecen los transas en los barrios tucumanos

Lunes 24 de Septiembre de 2018, 13:00





Los vendedores de drogas se han transformado en los últimos años en uno de los principales generadores de empleos en esos caseríos donde el hambre, la exclusión y la marginalidad son moneda de todos los días.

Contratan a personas para que traigan la droga desde el norte del país, las escondan, las vendan, las custodien y guarden sus armas.

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Les pagan con dinero (que es mínimo, si se tiene en cuenta las fabulosas ganancias que consiguen) o con favores, ya sea entregando el dinero que necesitan para comprar un remedio o haciéndose cargo de un servicio de sepelio, o enfrentando los gastos de los festejos de los días del Niño, de la Madre o del Padre en los lugares donde ellos ejercen su dominio, ayuda que no consiguen del Estado.

1- Los transportistas

Los proveedores de cocaína de la frontera, por el incremento de control de las fuerzas nacionales, ya no quieren trasladar la droga. Los pocos que lo hacen, según confiaron fuentes judiciales, incrementan el valor del kilo hasta $500. Por ese motivo, reclutan a vecinos necesitados para que la trasladen. Les pagan hasta $12.000 por viaje, sin importar el total de la carga.

2- Los vendedores

Un transa puede pagar entre $16.000 y $18.000 mensuales a las personas que transforman sus hogares en quioscos. No pagan comisiones por nivel de venta, de acuerdo a lo informado por personal que investigan la comercialización de drogas en los barrios del Gran San Miguel de Tucumán. Con los acuerdos temporarios –es decir le entregan para que vendan hasta tres días como máximo- no sólo gastan menos, sino que no quedan tan expuestos.

Los transas buscan familias para que les vendan drogas los fines de semana

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3- Los soldaditos

Los vendedores de drogas tienen un sistema muy aceitado para cuidar el negocio. Recurren a jóvenes para que realicen la tarea más dura: custodiar los quioscos, cuidar que los adictos no generen incidentes, cobrar deudas y, eventualmente, trasladar las dosis a los puntos de ventas. Por su trabajo, según las investigaciones que realizaron los investigadores, reciben entre $10.000 y $15.000 mensuales.

4- Los favores

Los transas prefieren no tener droga en su poder. Normalmente les piden a cambio de una propina (entre $2.000 y $4.000) que les guarde la sustancia y armas de fuego. Pero también así se cobran los favores que les hacen a los habitantes a los barrios. Por ejemplo, una mujer desesperada recurre a ellos para que le compre determinado remedido. Él cumple con el pedido, pero el líder la organización recurrirá cuando necesite ocultar algo.


Fuente: https://www.lagaceta.com.ar/nota/784570/actualidad/estos-son-empleos-ofrecen-transas-barrios-tucumanos.html