Canadiense mató a su padre millonario mientras dormía y simuló un suicidio para heredar su empresa de aviación

Martes 25 de Septiembre de 2018, 17:06





El canadiense Wayne Millard, de 71 años, murió en 2012, víctima de un disparo en la cabeza en lo que parecía ser un suicidio.

Su hijo Dellen heredó entonces la compañía familiar de aviación. Pero seis años más tarde, Dellen, ahora de 33 años, fue hallado culpable de la muerte de su progenitor.

Y no es el único asesinato que se le atribuye.

Millard se encuentra en prisión en la actualidad cumpliendo dos cadenas perpetuas por los asesinatos de Laura Babcock y Tim Bosma.

La muerte de Wayne Millard en 2012 fue originalmente declarada un suicidio.

Pero este lunes un juez de la Corte Superior de Ontario declaró a Dellen Millard culpable de dispararle a su padre en el ojo mientras dormía.

El juez Maureen Forestell señaló que Dellen Millard llevó a cabo un "asesinato planeado y deliberado".

El día después de la muerte de su padre, el mismo Dellen Millard le dijo a la policía que su progenitor había estado deprimido y que era alcohólico.

"Llevó una gran tristeza con él durante toda la vida que yo nunca supe, nunca quiso compartir eso conmigo", aseguró a la policía.

Pero los empleados de MillardAir, la compañía de aviación de la familia, dijeron que había tensiones entre padre e hijo, según una investigación de la cadena canadiense CBC.
Más asesinatos

Seis meses después de la muerte de Wayne Millard, un hombre canadiense de 32 años de nombre de Tim Bosma desapareció.

Su ausencia desencadenó una serie de investigaciones policiales que condujeron a Dellen Millard.

Bosma se había encontrado con Millard y un amigo de este, Mark Smich, para venderles su camioneta en mayo de 2013. Pero nunca regresó a su casa.

Millard y Smich fueron encontrados culpables de su asesinato en 2016.

También fueron declarados culpables de asesinar a la exnovia de Millard, Laura Babcock, que había desaparecido en julio de 2012, unos meses antes de la muerte de Wayne Millard.

El cuerpo de Babcock nunca se encontró, y los restos hallados en una propiedad de Millard estaban demasiado carbonizados como para poder ser identificados.

Los fiscales creen que Millard y Smich les dispararon a los dos e incineraron sus cuerpos.