Con perfume Calvin Klein como cebo intentan atrapar a una tigresa que devoró a 13 personas

Jueves 11 de Octubre de 2018, 08:41

En el megaoperativo para atrapar a la tigresa, también se están utilizando elefantes.



¿A los tigres devoradores de humanos le gusta el perfume Calvin Klein?

Las autoridades indias están por descubrirlo.


Durante los últimos seis meses, los guardaparques en un terreno húmedo y cubierto de arbustos de India central estuvieron cazando a una tigresa astuta sospechada de matar a 13 personas.

Le arrojaron prácticamente todo lo que tenían a su disposición a la tigresa: cientos de soldados de a pie para rastrear la selva, topadoras para despejar el terreno, francotiradores, jeeps, cámaras ocultas, un drone con cámara térmica y cinco elefantes indios con la esperanza de rodear a la tigresa para que los veterinarios que montaban los elefantes pudieran arrojarle dardos.

Sin suerte.

Entonces, los guardaparques desplegaron un plan con una nueva arma: un frasco de colonia de hombre Obsession, de Calvin Klein.

“Lo sé, es verdaderamente gracioso”, dijo Sunil Limaye, uno de los funcionarios más importantes de forestación que dirige la cacería de la tigresa. “¿Pero qué vamos a hacer?”.

Esta fragancia para hombres incluye civetona, un compuesto derivado originariamente de las glándulas odoríferas de una civeta, aunque ahora con frecuencia, se fabrica sintéticamente. Obsession ha sido considerada como irresistible para las mujeres. Aunque debido a la civetona, científicamente se ha demostrado que encanta a los felinos salvajes. Ruedan a su alrededor, la aspiran y se vuelven lujuriosos por el olor durante varios minutos.

“Lo que sea que tenga en su contenido, a los felinos les encanta”, le dijo a Scientific America, el experto en felinos en Australia. “Parecen estar absolutamente en el paraíso”.

Llámenlo pensamiento original, o simplemente pura desesperación. Pero India necesitará algunas ideas nuevas si su población de tigres sigue disparándose, como ha sucedido.

En la última década, el recuento de tigres en India aumentó a 2.500, la población de tigres más grande del mundo. Al mismo tiempo, India, inmediatamente después de China, tiene la segunda población humana más grande del mundo, con 1,3 mil millones, y las personas y los tigres están apretados unos con otros.

Los tigres en peligro salen de reservas especiales, rugiendo alrededor de terrenos de bosque cada vez más pequeños y trotando a través de las granjas. Rodeados por todos lados de ciudades, autopistas, industrias y ciudades, los tigres cada vez más se encuentran con los humanos.

Esto es lo que le sucedió a la tigresa, a quien los funcionarios de vida silvestre llaman T-1. Ella vive en un bosque fragmentado cerca de la ciudad de Pandharkawada, en el centro de India.

Arrastró a varios pobladores tomándolos del cuello. A algunas de sus víctimas, la tigresa y sus dos cachorros les devoraron grandes trozos de carne. Los pobladores están aterrorizados, evitan sus campos y cierran las puertas por la noche, algo que no acostumbraban hacer.

Los expertos en tigres en India dicen que no recuerdan la cacería reciente de un tigre tan intensa como esta. El caso ha llegado a la Corte Suprema.

El mes pasado, después de una disputa vehemente entre las autoridades estatales y los activistas de la vida silvestre acerca del destino de T-1, los jueces de la Corte Suprema emitieron lo que fue esencialmente una sentencia vitalicia: los guardaparques debían hacer todo lo posible para capturar a T-1 y trasladarla a un centro de refugio o a un zoológico.

Pero si fracasa, decidieron los jueces, entonces podrán matar a T-1.


Todas las mañanas, al amanecer, decenas de guardias de forestación estatales y agentes de policía salen del campamento improvisado llevando sus K-47s, armas tranquilizantes, localizadores GPS, botellas de agua y envases de papel de aluminio con arroz y lentejas (su almuerzo). Todo el día se abren paso a través de laberintos espinosos de arbustos que huelen fuerte y persistente.

Chequean más de 100 cámaras ocultas. Buscan pelo de tigre y analizan el terreno pedregoso y ondulante tratando de encontrar huellas de tigre.

Al anochecer, regresan transpirados y agotados. Se ponen en fila para tomar agua y engullir jalebi, un bocadillo indio hecho de masa frita remojado con un jarabe pegajoso. Sus informes se apilan en una mesa de plástico. En los puestos para observaciones o avistamientos, las respuestas son todas las mismas: Nada, nada, nada, nada.

En los últimos meses, T-1 fue detectada solo unas pocas veces, durante apenas unos segundos. Los guardaparques han sacrificado a varios caballos para hacerla salir. Los atacó, los devoró rápidamente y después, desapareció. Lograron arrojarle dardos una vez, pero el dardo no se aferró y la tigresa se escapó.

Los dardos tranquilizantes son notoriamente difíciles de usar. Aproximadamente 25 cm de largo con una pluma en el lomo, parecen una jeringa voladora. Deben ser arrojados a poca distancia, en general, a no más de 25 metros.

“Será imposible tranquilizarla”, afirmó Nawab Shafat Ali Khan, uno de los cazadores más famosos de India que ha matado a decenas de elefantes y tigres que eran, en sus palabras, “pícaros”. “Ella aprendió de todas estas operaciones de captura fallidas. La convertimos en muy inteligente. Brillante, realmente”.

Dijo que era muy inusual que un tigre se convirtiera en devorador de humanos. Sin embargo, quedan pocas presas tradicionales pequeñas, como ciervos, en Pandharkawada. Una vez que un tigre encuentra a una persona y la mata, puede desarrollar el gusto por la carne humana, que, según dice Khan, es más dulce que la carne de otros animales por el jengibre, sal y las especias que consumen los humanos.

Dijo que T-1 aprendió lo fácil que es matar a un ser humano, y que ahora se transformó en una “psicópata”.

A medida que continúan las operaciones de captura, crecen las frustraciones. Y también los peligros. La semana pasada, en medio de la noche, uno de los elefantes de la búsqueda y captura rompió su cadena y se escapó del campamento de los guardaparques.


A las 7 a.m., los guardaparques recibieron una llamada decepcionante desde una distancia de 15 kilómetros. El elefante estaba corriendo desenfrenado en una aldea, rompiendo cercos. Tomó a una mujer con la trompa y la golpeó contra el suelo varias veces.

“Nadie vino a ayudarla”, dijo Nageshwar Chandekar, una amiga. “Todos estaban demasiado aterrados”.

Después de matarla, el elefante se dirigió a otra aldea donde le dio un cabezazo a un hombre que caminaba por una ruta, y lo dejó con un corte profundo en la frente, aturdido, aunque vivo.

Finalmente, con la ayuda de un mahout, un entrenador de elefantes tradicional, los guardaparques capturaron al paquidermo que se escapó. Todavía arrastraba su enorme cadena de acero.


“Este es el punto saliente”, dijo A.K. Mishra, director de vida salvaje en la zona. Se han perdido demasiadas vidas, y la operación de captura “no puede continuar de manera indefinida”.

La estrategia ahora es localizar a T-1 y tratar de tranquilizarla, aunque está demasiado lejos, afirmaron los funcionarios de forestación, por lo tanto, un francotirador debe terminar con ella. Esperan tranquilizar a los cachorros.

Los guardaparques planifican rociar la colonia cerca de las cámaras ocultas para atraer a T-1 a un lugar donde puedan rodearla.

“Es un juego de espera y vigilancia”, dijo Limaye, el funcionario de forestación. “En este momento, estamos en el lado receptor”.

Al caer la noche, se paró en el porche de un puesto de guardaparques, rodeado por arbustos.


Cerca, en la densa oscuridad, había una caja de acero.

Era una jaula para tigres, grande, verde, oxidada y vacía.



Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/insolito-operativo-usan-colonia-calvin-klein-cebo-atrapar-tigresa-devoro-13-personas_0_izWEYJ5aT.html