Bolsonaro promete “barrer a los rojos”, encarcelar a jueces de la Corte y a los opositores, y “dejar pudrir en su celda al borracho de Curitiba” (por Lula)

Lunes 22 de Octubre de 2018, 18:48





Desde su lujosa residencia en la Barra da Tijuca, donde se esconde de los debates y de la exposición en medios que no sean sus aliados, Jair Bolsonaro hizo un discurso transmitido en directo a través de un telón en los actos que sus seguidores realizaron en Río de Janeiro, San Pablo y otras ciudades. Dijo que, si llega al gobierno, va a “barrer del mapa” a todos los “rojos” –expresión usada por los militares durante las dictaduras de los años ’70 para referirse a la izquierda– y advirtió directamente a los militantes del PT que no habrá más lugar para ellos en el país y que deberán “adaptarse” o elegir entre la cárcel y el exilio.

Dijo que las policías y las Fuerzas Armadas tendrán en su gobierno “retaguardia jurídica” para aplicarles la ley “en el lomo” a “los rojos” que no se adapten, que no habrá más ONGs y que movimientos sociales como el MST (sin tierra) y el MTST (sin techo) serán tratados como “grupos terroristas”. Dijo también que el expresidente Lula, a quien se refirió como “el borracho de Curitiba”, va a pudrirse en la cárcel, y que, después de las elecciones, Fernando Haddad le hará compañía en la celda.

Bolsonaro habló en tono militar, vestido con ropa de entrecasa, con el clásico estilo discursivo de los dictadores, y desparramó amenazas contra todos sus adversarios y contra la prensa. “Vamos a ganar esa guerra”, dijo, y advirtió a la Folha de São Paulo –el único medio al que citó por el nombre– y a toda la “prensa vendida” que, en su gobierno, no recibirán más un centavo de publicidad oficial.

Al final de su discurso, arengó a sus seguidores, a los gritos: “Sin mentiras, sin fake news, sin Folha de São Paulo” y repitió la muletilla con la que cierra todos sus discursos: “Brasil por encima de todo [eslogan de su campaña que recuerda un verso del antiguo himno alemán usado como lema por los nazis: “Deutschland über alles”] y Dios por encima de todos”.

Antes del discurso del líder fascista, circuló en las redes sociales un video de su hijo Eduardo, diputado federal por San Pablo, con graves amenazas al poder judicial y al propio sistema democrático. El video fue grabado antes de la primera vuelta, pero su divulgación en estos días no parece casualidad: tanto el PT como el PDT, partido de Ciro Gomes, pidieron a la justicia la impugnación de la candidatura de Bolsonaro por los hechos denunciados por la Folha de São Paulo.

En el video, le preguntan a Eduardo qué pasaría si, por algún crimen electoral cometido durante la campaña por su padre, la justicia impugnara su candidatura. El diputado, que recibió el 7 de octubre casi dos millones de votos, responde que, en ese caso, la solución es simple: cerrar el tribunal. Nada que sorprenda, ya que, a lo largo de las últimas décadas, Bolsonaro ha reivindicado reiteradas veces la dictadura militar, dijo que si fuera electo presidente daría un golpe inmediatamente y cerraría el Congreso, afirmó que está a favor del uso de la tortura y que “hay que hacer el trabajo que el régimen militar no hizo: matar unos 30 mil”.

El mayor ídolo de Bolsonaro, a quien le dedicó su voto en la sesión que aprobó el impeachment de Dilma Rousseff, es el coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, un torturador de la dictadura que sería le versión brasileña de Astiz, Etchecolatz o el Tigre Acosta.

“No mandamos ni un jeep. Mandamos un soldado y un cabo”, dice el diputado Eduardo Bolsonaro en el video, cuando le preguntan por una eventual impugnación de la candidatura de su padre, y agrega: “¿Qué es el Supremo Tribunal Federal? Sacale al juez el poder de la lapicera: ¿quién es en la calle? Si metemos preso a un ministro de la Corte, ¿a ustedes les parece que va a haber una manifestación a favor del STF?”.

La declaración recibió el repudio de dirigentes de todo el arco político, inclusive el expresidente Fernando Henrique Cardoso, que dijo que las palabras del hijo de Bolsonaro “huelen a fascismo”. El presidente del STF, Dias Toffoli, dijo que atacar al poder judicial es atacar a la democracia y el decano del tribunal, Celso de Mello, dijo que las palabras de Bolsonaro son “inconsecuentes y golpistas” y muestran que el diputado es un irresponsable con una visión autoritaria.

Jair Bolsonaro trató de minimizar las declaraciones de su hijo y le aconsejó ir al psiquiatra, como antes había minimizado las declaraciones de su vice, que propuso reformar la Constitución por decreto a través de una “comisión de notables” elegida por el presidente, pero el discurso de guerra realizado por él mismo este domingo no deja dudas: van por todo.


Fuente: https://tn.com.ar/opinion/bolsonaro-promete-barrer-del-mapa-los-rojos-y-su-hijo-amenaza-con-cerrar-la-corte-suprema-y_908112