Jueves 01 de Noviembre de 2018, 13:02
Una mujer "cristiana renacida", en Estados Unidos, ha compartido imágenes de las manos y pies de su bebé fallecido a los 14 semanas de gestación, en un intento por disuadir a las mujeres frente al aborto, publica el Daily Mail este jueves.
La madre de once niños Sharran Sutherland, de Fair Grove, Missouri (Estados Unidos), publicó imágenes de su feto de 14 semanas de edad, para demostrar que estaba "completamente formado" a pesar de tener solo unos 6 centímetros de largo y pesar pocos gramos.
La mujer de 40 años no quiso que el feto fuera desechado como desperdicio médico después de perder el embarazo, por lo que ella y su esposo Michael, de 35 años, lo preservaron en frío, antes de ser sepultado.
Sharran, quien declara que está "tratando de vivir la vida como Dios querría", compartió su historia en las redes sociales, señalando que el feto era un "bebé real".
Ella dijo en su publicación contra el aborto: "¿Cómo puede una persona negar no solo la humanidad a mi niño pequeño, sino a todos los demás bebés tan jóvenes como él y matarlos de una manera tan horrible?".
"Espero que al compartir estas fotos de mi precioso niño pequeño pueda hacer que una persona que está contemplando el aborto decida dejar que su hijo viva".Sharran dijo que está "agradecida" porque tuvo la oportunidad de dar a luz a pesar de haber perdido a su hijo, a quien llama Miran.
Los médicos de Sharran la instaron a que se sometiera a un procedimiento
de dilatación y legrado para retirar al bebé de su matriz después de
que una ecografía revelara que el corazón de Miran había dejado de
latir.
Pero Sharran optó por ser inducida y dar a luz el 23 de abril, 173 días antes de la fecha prevista originalmente para el parto.
La madre afirma que se le negó la oportunidad de llorar adecuadamente porque su bebé nunca fue legalmente un niño. Según la ley de los Estados Unidos, un feto se convierte en un bebé a las 20 semanas de gestación.
"Mirándolo, sosteniéndolo en mi mano, mirando qué tan bien formado estaba, estaba asombrada. Simplemente no podía creer lo perfecto que era. Sus orejas, su lengua, sus encías, sus labios. No me lo podía creer.
Tienes esos libros de bebés que te muestran diagramas de un bebé en el útero pero él no se parecía a nada que haya visto nunca."
’Solo necesitaba seguir madurando, creciendo y desarrollándose. Me dejó impresionada. Fue un sentimiento increible. Es muy difícil de describir."
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