“Mi viejo no era un dios”

Domingo 11 de Noviembre de 2018, 15:47





Benito Cerati no sabe. Cada certeza que plantea en palabras, se enfrenta con una necesidad interna que lo impulsa a aprender más. De sí mismo, del mundo, de todo. A sus 24 años, el músico parece saber bien cómo funcionan las cosas, pero nunca cierra las puertas a la idea de que pueda estar equivocado. ¿Acaso alguien puede asegurar que no lo está? Cuando ese pensamiento se vuelve regla, la ignorancia deja de convertirse en miedo. Y Benito Cerati ya no tiene miedo.

“Por mucho tiempo, hasta que no me dijeran qué hacer no lo hacía y hasta que no me dijeran cómo pensar, no lo pensaba. Vivía enjaulado y nunca terminaba de entender adónde quería ir o qué quería decir o expresar. Hay quienes desde los 16 mandaron todo al carajo, a mí me costó un poco más. A veces siento que tengo 16 años. Estoy en una etapa de rebeldía contra todo”,
cuenta el artista.



“Unisex” es el reflejo sonoro (y estético) de esta nueva etapa que describe. El tercer disco de Zero Kill, la banda que lidera desde 2013 (sigue a “Trip Tour” del mismo año y “Alien Head” de 2016), verá la luz el 26 de noviembre y a juzgar por los singles, que ya cosechan miles de escuchas en Spotify y YouTube, encuentra al vocalista en el punto más alto de su nivel compositivo y artístico.

“La diferencia de este álbum fue que no hubo un productor al lado mío, guiándome, sino que fui yo quien tomó muchas de las decisiones”, relata sobre el proceso de creación y añade: “Fui 100% comandante del barco y eso me gustó mucho”.

Pero lejos de lugares comunes, hasta a él mismo lo agota reiterarse sobre lo musical: “Me parecen más importantes las cosas sociales y culturales que pasan, que si una banda saca un disco, eso para mí es irrelevante. Si yo estoy mostrándome en este momento es porque quiero decir algo, no por mostrarme a mí. Ya no necesito que la gente me aplauda. Lo hago por un bien mayor, no por moda”.



“Pasé de creer de la existencia de los 500 mil géneros a creer que no tenía que existir ninguno”, cuenta fascinado con uno de sus descubrimientos más recientes. Mucho de lo que quiere expresar en este momento de su vida se vincula con este pensamiento utópico. “Yo creo que no tenemos género, porque es algo que naturalmente no existe. Existe la biología distinta. Pero siento que dividiendo en muchos géneros no sé si hacemos tanto como sacándolos todos”, explica.

A la luz de esta develación, los titulares que hacían referencia a su “despertar homosexual” resultan anticuados. Con la distancia que le dio el tiempo, Cerati lo define mucho mejor: “Yo muchas veces, al ser más femenino o hacer cosas que no correspondían 100% al canon masculino, me he preguntado: tal vez no soy hombre, tal vez soy otra cosa. Tuve un momento de confusión. Pero nunca lo terminaba de cerrar porque la pregunta de fondo era: ¿realmente le tengo que poner un nombre a esto?”.




Militar en 280 caracteres

Un simple vistazo a las redes sociales de Benito permite entender que -en efecto- tiene mucho para decir. Allí, el artista vive su militancia social y (cada vez más) política, aunque sabe que el debate que plantea en materia ideológica y de género “no se transmite muy bien en el espacio de lo público”. “No estamos acostumbrados a los cambios tan rápidos y tan radicales. Creo que el acto de amor más desinteresado es trabajar para algo que no vas a ver. Por eso, espero que las consecuencias de lo que pasa y se discute hoy se vean en el futuro”, reflexiona.

Por muchas cosas de las que comenta en ese ámbito recibe cataratas de críticas. El fenómeno que lo rodea en las redes tiene un nombre que él mismo acuñó: “Ceratixplaining”, que alude directamente a todos aquellos que le explican quién fue su padre y qué haría hoy de estar vivo. “Yo tuve mi vida y sé cómo fue y cómo es. Es loco que alguien venga a explicarme qué pensaría mi papá si estuviese vivo”, dice.



Prácticamente todo el continente saben quién fue Gustavo y todo lo que hizo por la música hispanohablante. El triste final que tuvo hace ya 4 años, lo alejó para siempre de la persona que alguna vez fue para convertirlo en un mito venerado por todos los que amaron y aman a Soda Stereo. Lo que Benito ya se rindió de explicar a todo el mundo es que para él, esa leyenda del rock latinoamericano, fue, es y será “papá”.

“Me ha pasado que el mito le gane al recuerdo. Antes me exigía trabajo mental preservar quién era mi papá para mí. En algún momento fui Aquiles contra todo Troya, pero cuando se te aclara el panorama y entendés como funcionan las cosas, te chupa un huevo”, asegura.



“De última, si yo no tuviera algo en común con mi papá, ¿cuál es el problema? Como si yo tuviera que ser igual a él. Puedo estar en desacuerdo políticamente, socialmente o en lo que sea con mi padre. De hecho lo estoy en algunas cosas ¡Como cualquiera con sus padres!”, exclama, remarcando la obviedad de sus palabras y agrega: “Él no fue una autoridad de nada. Fue un músico, que hizo música buenísima. Y ya está. Estoy en contra del diosismo, inclusive en mi propia familia. Estoy seguro de que mi viejo no era un dios y cuestiono muchas cosas que ha dicho o hecho. Estamos poniendo dioses donde no los hay. Pero eso es así con todo”, comenta, con la certeza de que en Twitter, lejos de las personas reales, muchos seguirán dictándole qué debería ser y hacer.

Por supuesto, esa es una guía que no desea ni necesita. En los diversos ámbitos en los que se muestra, Benito exhibe siempre la misma cara. Esa que le permite saberse equivocado, que le hace ser fiel a lo que piensa y siente: “Yo me muestro fuerte por momentos y débil por otros... ¿débil?... humano en realidad”.


Aliado del feminismo de la primera hora

Esa revisión constante de pensamiento de la que él mismo se jacta, lo ha llevado a Benito a entender la sociedad y sus constantes cambios actuales de formas muy distintas. “Había muchas feministas que me atacaban y yo pensaba ‘pero yo te estoy tratando de defender’ y por ahí era porque no me callaba un segundo”, cuenta riendo y añade: “A veces hablaba del movimiento y me sentía parte y después me di cuenta de que terminás como varón, sin querer, apropiándote de una lucha que no te pertenece”.



Ahora Cerati acepta un lugar marginal dentro de una lucha que sabe no es suya pero acompaña. “Hablo más desde lo que apoyo que es el fin del género. Luchar para que la gente pueda ser realmente no binaria, pero ser no binario en una sociedad que todavía es opresora no existe. Hay cosas que tenemos que erradicar primero para hablar de libertad de género”, reconoce.

No obstante, a pesar de estas nuevas conclusiones, producto de su incisiva autocrítica, el artista se encuentra ahora con una sociedad con la que ha fantaseado desde pequeño. “Me parece muy loco porque está sucediendo algo que yo pensé toda la vida. Yo pensaba que las cosas tenían que ser así siempre y de repente todo el mundo ahora está pensando lo que yo pensaba”, explica.

En ese sentido, la educación en su propia casa tuvo mucho que ver: “Mi familia siempre fue bastante amplia y me criaron con una conciencia acorde a eso. De chico siempre me hicieron ruido muchas cosas y no entendía bien por qué”.




"Pesada" herencia

No puede escapar del tema. “Hay una necesidad de mantener un legado y que no se pierda la importancia que tuvo la obra de mi papá. No me parece mal. Pero hay cosas que no me gustan”, asevera Benito, que ahora se permite expresar sus límites. “En general no me gustan los discos póstumos. No me gustan las obras que sacan cuando la persona murió, a menos que haya habido un consenso. Uno escucha los temas a medio terminar y dice ‘Con qué necesidad?’”, explica.

Tras el fallecimiento de Gustavo Cerati, las publicaciones discográficas que se lanzaron bajo su nombre fueron dos: el álbum recopilatorio “Cerati infinito”, en 2015 y “Satélite”, que salió a la venta en agosto de este año y está compuesto por canciones que el ex Soda Stereo grabó con distintos artistas.



“No me agrada tanto el refrito o cuando se nota que están estirando algo. Una cosa es algo de interés popular que puede llegar a servir para humanizar más a la persona”, dice con firmeza y en ese sentido, destaca un proyecto vinculado a su padre del que sí prefirió formar parte.

“Ahora se va a lanzar un documental en Nat Geo y eso lo plantearon desde un lugar muy humano. Se fue dando muy bien y me pareció bueno”, cuenta sobre “Bios”, la serie que también dedicará un capítulo a la vida de Charly García. Ambos episodios serán coproducidos por Underground y dirigidos por Sebastián Ortega. “No hay nada más despersonalizante que hacer algo así”, había escrito el músico en su cuenta de Twitter en respuesta a una entrevista a Charly Alberti y Zeta Bosio sobre la posibilidad de rearmar Soda Stereo con Benito al frente del grupo.


Fuente: https://www.diarioshow.com/entrevistas/Mi-viejo-no-era-un-dios-20181111-0002.html