Sábado 24 de Noviembre de 2018, 13:41
Los restos de John Allen Chau, el misionero estadounidense que murió bajo las flechas de una tribu indígena que vive aislada en una isla de la India, podrían quedar para siempre allí. Según sugieren los expertos, no es posible recuperar su cuerpo, que quizá podría haber sido comido.
De hecho, ya en 2006 dos pescadores que naufragaron junto a la isla fueron asesinados por los sentineleses. Y sus cuerpos nunca aparecieron.
Según algunos datos históricos, los sentineleses serían caníbales.
Son la tribu más aislada del mundo. Pero hubo alguien que sí logró tener contacto con ellos, Marco Polo, quién relató en el siglo XIII que: "Si un extranjero llega a sus tierras, lo matan inmediatamente y acto seguido se lo comen".
El 16 de noviembre último, Chau, de 27 años, murió al intentar entrar ilegalmente en contacto con esta tribu de cazadores y recolectores que vive en autarquía desde hace siglos en la isla Sentinel del Norte, del archipiélago indio de Andamán y Nicobar. Los aborígenes lo atacaron con flechas apenas desembarcó y según el testimonio de los pescadores indios que ayudaron al joven a llegar a ese lugar remoto, su cuerpo quedó tendido en la playa.
Las autoridades indias ni siquiera intentaron enviar agentes policiales para interrogar a los sentineleses, como se denomina a los pobladores originarios. En las últimas décadas, cualquier intento de contacto del mundo exterior ha terminado en hostilidades y en un rechazo violento por parte de esta comunidad.
La amenaza para los habitantes de la isla es tal que los especialistas en derechos indígenas dicen que nunca se presentarán cargos de asesinato contra ellos y que el cuerpo de Chau tendrá que permanecer en la isla para proteger lo que probablemente sea la última tribu preneolítica del mundo.
La policía está hablando con antropólogos y expertos sobre la mejor manera de establecer contacto.
Este viernes, enviaron un barco cerca de la isla por segunda vez desde el asesinato de Chau. "El equipo tomó las debidas precauciones para garantizar que este grupo tribal particularmente vulnerable no se vea perturbado y angustiado durante el ejercicio", dijo la policía en una declaración.
El temor de que enfermedades tan comunes como un resfrío puedan hacer desaparecer a la tribu o que la electricidad o internet terminen con su estilo de vida han dejado a los habitantes de esta isla en total aislamiento.
Pankaj Sekhsaria, experto en derechos tribales y autor de investigaciones sobre las islas, dijo que sería "un ejercicio inútil" tratar de recuperar el cuerpo."No creo que sea una buena idea acercarse porque creará un conflicto con la comunidad", explicó. El experto advirtió a las autoridades indias de que ahora podrían tener que reforzar la vigilancia alrededor de la isla para evitar que otra persona como Chau se acerque a la tribu.
"No creo que haya una manera segura de recuperar el cuerpo sin poner a los sentineleses o los otros en riesgo", agregó Sophie Grig, investigadora de Survival International, que hace campaña a favor de estos grupos aislados.
Anup Kapoor, profesor de antropología de la Universidad de Nueva Delhi, dijo que cualquier persona que quiera iniciar un diálogo con los sentineleses tenía que demostrar estar "al mismo nivel" que ellos.
El principal escollo es el desconocimiento sobre estos indígenas, probablemente descendientes de los primeros humanos que llegaron a Asia. "No tenemos ningún indicio sobre su sistema de comunicación, su historia y su cultura, cómo podemos acercarnos a ellos", cuestionó Kapoor.
"Lo que sabemos es que fueron asesinados y perseguidos por los británicos y los japoneses. Odian a cualquier persona en uniforme. Si ven a alguien en uniforme, lo matan enseguida", agregó.El jefe de policía del archipiélago indio de Andamán, Dependra Pathak, dijo que no se podía dar un plazo para encontrar el cuerpo.
La última foto de Chau, a la derecha.
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