Abusaron de él cuando era un niño y le arruinaron la vida: está internado

Lunes 11 de Febrero de 2019, 09:49

Las secuelas del abuso sexual infantil: un chico que fue víctima está internado en el Hospital psiquiátrico Borda.



Un chico de 18 años que fue abusado sexualmente en su infancia por el hombre que iba a adoptarlo tuvo una crisis psiquiátrica y está internado en el hospital Borda, en Buenos Aires. Sin embargo, precisa cuidados más personalizados. Como casi no come ni bebe, está perdiendo peso aceleradamente y su estado clínico preocupa.

La vida de D fue dramática. Es hijo de una mujer que, presionada por las necesidades y su propia fragilidad emocional, no pudo hacerse cargo ni de él ni de su hermana menor. La mujer se acercó a una sociedad filantrópica judía que la alojó durante su segundo embarazo.

Poco después, la intervención de una jueza empezó a impedirle el contacto con los chicos. Esa medida restrictiva tuvo como consecuencia un deterioro y debilitamiento de la relación con sus hijos, que permanecieron en el hogar de la organización. Sin embargo, como pudo, y con la asistencia de abogados, peleó incansablemente por recuperarlos.

Entretanto, la justicia determinó el estado de adoptabilidad de los chicos. D y su hermanita fueron a parar a manos de una pareja sugerida por la organización, perteneciente a una rama del judaísmo ultraortodoxo. La mujer murió de cáncer, y los dos chicos fueron brutalmente abusados psicológica y sexualmente por el hombre, que entretanto continuaba sus estudios para ser rabino. Las declaraciones de D incluyen la descripción de manoseos y relaciones sexuales por varias vías con penetración y humillaciones, como intento de asfixia en la taza de un inodoro.

Las psicólogas que atendían a los chicos detectaron el abuso sexual e hicieron la denuncia. El abusador - Miguel Andrés Pérez- huyó del país y se ocultó en Israel y Francia, hasta afincarse en México, donde se casó nuevamente con una joven integrante del grupo religioso del que formaba parte. Tenían una casa de certificación de comida Kosher en Puebla cuando fue sorprendido por la Interpol y extraditado a la Argentina. En el juicio oral fue condenado a 18 años de prisión por los delitos aberrantes cometidos contra D, su hermana y una sobrina mientras estaban a su cuidado.

La llegada de la justicia no mejoró la realidad de D que nunca volvió a tener contacto con su madre porque la justicia se lo impidió y siguió viviendo con su hermana en el mismo hogar de donde salió para ser adoptado por su abusador.

Su padre biológico murió hace años. Mantiene una relación periódica con una hermana mayor- producto de otra pareja de su madre- y el papá de ésta, que lo quiere como si fuera su hijo, pero no puede garantizarle una estabilidad material.

En octubre pasado, D empezó a manifestar paranoia, dejó de alimentarse y beber y tuvo algunas manifestaciones de agresividad. Se había estado atendiendo en el Hospital Pedro de Elizalde, pero como es mayor de edad, fue derivado al hospital Borda.
Las condiciones del lugar no son las que necesita. Está deteriorándose clínicamente y precisa una atención más personalizada.

Pudo obtener su certificado de discapacidad, cobrará una pensión que está en trámite y tendrá derecho a la obra social Incluir Salud.Pero la burocracia no se lleva bien con la urgencia del caso, y se necesitan recursos para pagarle a una acompañante terapéutica que esté con D por lo menos durante 12 horas. Eso, hasta que sea derivarlo a una institución más pequeña que preste servicios a Incluir Salud. Además, es imprescindible que el trámite de su pensión y su afiliación se aceleren .

D ya ha sufrido demasiado. Debe poder volver a convertirse en el adolescente que -a pesar de su pasado horroroso- iba a la escuela, amaba la música electrónica y soñaba con ser disc jockey o tal vez chef.


Fuente: https://tn.com.ar/sociedad/las-secuelas-del-abuso-sexual-infantil-un-chico-que-fue-victima-esta-internado-en-el-borda_939134