Se fue de vacaciones a Grecia con sus amigas, tomó vodka con metanol y terminó ciega

Viernes 22 de Febrero de 2019, 08:49

Hannah Powel contó que entró en pánico cuando se dio cuenta de que no podía ver nada.



Viaje con amigas a Grecia, salida a un bar, tragos, música y un shot de vodka que le cambió para siempre la vida a Hannah Powell. Sucedió en agosto de 2016, pero dos años y algunos meses más tarde, la británica de 23 años todavía sufre las consecuencias de lo que le pasó esa noche.

La joven explicó que minutos después de haber tomado ese último trago empezó a vomitar. Sus amigas también estaban mal, pero ella se sentía agotada y decidió irse a dormir. 

Al otro día abrió los ojos y al ver todo a oscuras le pidió a una de las chicas que corriera la cortina.

"Mis amigas me dijeron que ya estaban abiertas", recordó. Pensó que era una broma así que se levantó y encendió la luz. "Ahí fue cuando entré en pánico, cuando me di cuenta de que no podía ver nada".

De inmediato la llevaron a un hospital de Zante, la isla en la que estaban vacacionando, y luego la trasladaron a uno más grande en la Grecia continental. Shockeada y confundida llegó a pensar que la habían secuestrado. "No sabía por qué no podía ver. Pensé que tenía algo alrededor de los ojos o en mi cabeza. Recuerdo contestarle algo a mi papá en el teléfono", relató.

"Él me decía que no me preocupara, que estaba viajando para aquí pero la línea se cortaba. Recuerdo que me escondí el teléfono bajo la axila porque pensaba que me lo iban a sacar". En el hospital Hannah logró entender qué era lo que le había pasado.

Todo era consecuencia de aquel vaso de vodka que bebió en el bar. Los especialistas confirmaron que se trató de un envenenamiento porque la bebida incluía un alto porcentaje de metanol. Sus amigas también lo habían tomado pero para ellas las consecuencias no pasaron de una indigestión estomacal.


Hannah se quebró, la vida tal cual como la conocía había desaparecido y de ahora en más tendría que adaptarse a una nueva realidad. Regresó a su casa y comenzó un tratamiento de 18 meses hasta que su madre le pudo donar un riñón. Ésos habían sido los órganos más dañados y pasó más de un año con diálisis hasta que pudieron trasplantarla. Tuvo una mejoría, pero su visión completa es irrecuperable.

Poco a poco se fue adaptando a ver imágenes borrosas, pero no fue sencillo. "Solía levantarme habiéndome olvidado que había perdido la vista. Me preparaba para salir y me daba cuenta de que no podía encontrar mi maquillaje, mi plancha para el pelo... abría la caja de sombras y veía solo una caja negra, cuando en realidad está llena de diferentes colores".

"Son esas pequeñas cosas..., como hacerse una taza de té. No podía encontrar nada, me tropezaba mucho con las escaleras. Estaba bien todo el día y luego me caía una vez en la escalera y eso ya me ponía mal". Entonces entendió que sólo le quedaba pensar en positivo y tratar de seguir adelante a pesar de todo.

"Mi hermana fue genial. Me ayudó un montón con el maquillaje. Me ayudó también a coordinar mi ropa según los colores, ya que yo no los puedo distinguir"
, describió.

Añadió que aunque le cuesta mucho, se anima a ir al cine: "Salgo con mis amigos, más que nada para ir tomar el té o al cine. Me gusta ir al cine, quedarme quieta y ver si puedo ver un poco más". "Y aunque no pueda ver, escuchando puedo entender lo que pasa en líneas generales".

Hannah tiene una idea clara, no rendirse: "Soy joven y no quiero acostumbrarme a quedarme en la casa porque entonces no me animaría a salir".

Metanol, el veneno que le arruinó la vida

Respecto al episodio vivido en Grecia, la joven detalló que se trata de una práctica común entre las mafias de la región: "Aparentemente, las mafias lo preparan (al vodka con metanol) en los bosques y lo venden barato a los bares, que rellenan sus botellas con eso".

"Entonces si tú eres un cliente, piensas que estás comprando un vodka Smirnoff legítimo, pero no es así. Lo ponen en las botellas de Smirnoff, botellas reales, por eso no tienes motivos para pensar que no es auténtico", agrega.

"Eso hace que a los bares les dure más. Ellos no tienen que servirte lo normal, te pueden dar mucho menos por que es mucho más fuerte. Pero es muy peligroso".

"Nadie quiere asumir las responsabilidades, yo no esperaba que lo hicieran conmigo, pero creo que alguien debería ponerle fin a esto", afirmó a la BBC.

"O el bar sabía que vendía alcohol adulterado o alguien lo preparaba. De cualquier manera, eso no tiene nada que ver conmigo y yo no lo hubiese tomado si hubiese sabido".



Fuente: https://www.msn.com/es-ar/noticias/mundo/se-fue-de-vacaciones-tom%C3%B3-vodka-con-metanol-y-termin%C3%B3-ciega/ar-BBTV0lu?li=AAggPN3