El asesino del policía usó el auto que le robó para consumar una venganza

Miércoles 13 de Marzo de 2019, 07:36

HALLAZGO. El automóvil marca Chevrolet Onix blanco en el que circulaba Juan Leal, fue encontrado en un cañaveral de Los Aguirre, al sur de la capital.



En 2015 los fiscales Adriana Giannoni y Diego López Ávila presentaron un habeas corpus por la crisis carcelaria y la superpoblación en los calabozos de las comisarías. En esos momentos había poco más de 500 presos. Cuatro años después, se informó oficialmente que hay al menos 800 procesados en las celdas de las seccionales de la provincia, sin contar los que se encuentran privados de la libertad por contravenciones. Uno de ellos se fugó de la seccional 4ª el domingo a la noche y ahora fue acusado de matar a un policía para robarle el auto con el que luego, acompañado por al menos cuatro cómplices, hirió de gravedad a otro joven por venganza.

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Claudio Alberto Páez fue detenido a fines de febrero por haberle robado la moto a una mujer en el sur de la ciudad. Por este hecho, estaba detenido en la seccional 4ª, en una celda con capacidad para 15 personas, en la que había 40 arrestados.

Para evitar problemas por el hacinamiento, a los detenidos, por momentos, se les permite estar en una especie de galería que estaba protegida por una tela metálica (similar a la de las jaulas de aves de corral) para que no se escapen. Pero el domingo se rompió el pacto tácito que habría existido con los reos: los carceleros les permitían tomar aire con la condición de que no provoquen problemas.

Fueron los mismos reclusos los que les gritaron a los tres uniformados que uno de ellos se había escapado.

Páez rompió la tela y se escapó. Uno de los policías describió la situación en un angustiante audio que se viralizó en las últimas horas: “No sabés hermano, estoy hecho m... Me pasé toda la noche buscándalo por los techos de los vecinos al infeliz ese. Recién termino de escribir para que quede todo bien documentado. Por suerte de la fiscalía no hicieron nada contra nosotros”.

El crimen

Sin saber lo que había sucedido, el policía Juan Ángel Leal, de 51 años, disfrutaba de sus vacaciones y de su hobby: las plantas. El lunes por la tarde fue a buscar tierra negra para las macetas que tenía preparadas. Cargó su Chevrolet Onix con dos palas y una bolsa arpillera. Se detuvo en un descampado de autopista y Canal Sur.

Según los investigadores, el suboficial fue sorprendido por Páez, que habría estado acompañado por al menos otros cuatro jóvenes. Leal se habría identificado como uniformado y recibió un palazo en la cabeza –le habría causado la muerte casi en el acto- y luego recibió un disparo en el estómago con su arma reglamentaria. Luego huyeron en el vehículo. Los familiares denunciaron su desaparición. Lo encontraron sin vida pasadas las 21.

Personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib y Diego Bernachi, mientras analizaban la escena del crimen, se enteraron de que en el barrio Las Palmeras, a unas 20 cuadras donde había sido ultimado el policía, un grupo de cuatro jóvenes había ingresado a la casa de Cristian Núñez, de 24 años, y lo habían herido de gravedad con dos balazos. Los atacantes se desplazaban, según el testimonio de los vecinos, en un Onix blanco. Después huyeron.

Los investigadores creen que esta última víctima conocía a Páez y que había sido herido por venganza. Algunas versiones indican que Núñez había delatado a Páez y por eso terminó detenido. Según la policía, vecinos de Núñez dijeron que el joven herido, aprovechando que el asaltante se encontraba tras las rejas, junto a otras personas habría quemado una casilla que estaba a la par del Canal Sur y que habría sido utilizada como aguantadero de la banda.

El fin de la fuga


Los agresores abandonaron el Chevrolet en un cañaveral de Los Aguirre y huyeron -a pie o en otro vehículo- hacia el norte de la ciudad. Cerca de mediodía, vecinos de Villa Urquiza informaron que había extraños en una casa de Catamarca al 1.700.

Personal de Delitos contra la Propiedad, al mando de los comisarios José Díaz y Ramón Herrera, con la colaboración del Grupo Cero, irrumpieron en la vivienda donde se encontraban Páez y otros cuatro jóvenes. También incautaron dos armas -una de ellas habría sido la del policía asesinado- y una importante cantidad de paquetes de cigarrillos que podrían haber sido sustraídos en el asalto a un quiosco.

Páez y el otro mayor serán presentados este miércoles ante la fiscal Giannoni para que los interrogue sobre el hecho. Dos menores quedaron internados en el Instituto Roca y el restante fue entregado a sus padres por tener 14 años y ser inimputable. Además, los pesquisas continuaban buscando evidencias para tratar de confirmar o descartar que los asaltantes cometieron otros ilícitos durante la noche.


Fuente: https://www.lagaceta.com.ar/nota/800366/actualidad/habria-matado-al-policia-para-robarle-auto-asi-cobrarse-venganza.html