El escenario electoral puede modificar el balance de poder en la Legislatura

Lunes 15 de Abril de 2019, 07:53

VOTANDO PROYECTOS. El oficialismo, con 28 legisladores en su espacio y al menos tres aliados, ocupa más de la mitad del recinto legislativo.



La división del peronismo, la dispersión de fuerzas en Cambiemos, la vigencia de Fuerza Republicana y las expectativas de la izquierda abren la chance de una conformación legislativa “multicolor”, con miras a las elecciones provinciales del 9 de junio.

Ante ese escenario, el sistema de “acoples” -o “colectoras”- no sólo será clave en la búsqueda de la reelección por parte de la fórmula Juan Manzur-Osvaldo Jaldo; además, el Frente Justicialista por Tucumán (FJT) se apoyará en aquellos acuerdos partidarios para mantener su amplia mayoría en el recinto del Poder Legislativo.

Con 28 bancas propias y al menos tres aliados, el oficialismo ostenta en la actualidad casi el 65% de la representación parlamentaria
(es decir, 31 de 49 legisladores). Este esquema, que favorece la implementación normativa de políticas del gobierno, se repite hace más de una década.

El último antecedente de un cuerpo legislativo con una composición signada por las tensiones data de 2007, cuando se rompió la sociedad política entre el ex gobernador José Alperovich y su entonces vicegobernador, Fernando Juri. Pero a partir del debut electoral de la Carta Magna vigente, el Poder Ejecutivo (PE) pasó a gozar de conformaciones favorables en cada votación.

Con este esquema, hoy, la bancada alineada a la Casa de Gobierno tiene los votos necesarios para aprobar o rechazar cualquier proyecto con dictamen de comisión.

Los antecedentes

En 2003, al asumir como gobernador, Alperovich contaba con mayoría en el Poder Legislativo, que presidía Juri
. En ese entonces, la Constitución provincial fijaba 40 escaños, y el PJ tenía 26, por lo que no llegaba a los dos tercios con los votos propios. Además, Fuerza Republicana sumaba cinco bancas; la Unión Cívica Radical, cuatro; el Movimiento Independiente, dos; y el resto se dividía en bloques unipersonales.

En 2007, cuando los “acoples” reemplazaron a los sublemas y la Cámara legislativa pasó a tener 49 representantes, el oficialismo conquistó en la práctica ese poder, al obtener 43 escaños contra seis de la oposición. En 2011 la proporción tuvo una variación mínima: el PJ pasó a tener 42 legisladores, y la oposición, siete.

El reparto de bancas quedó más diversificado en 2015, cuando la fórmula Manzur-Jaldo se impuso a José Cano-Domingo Amaya. El PJ comenzó con un bloque de 33 bancas, y otros partidos se distribuyeron las restantes. Las primeras rupturas se dieron en la oposición. Pero a partir del lanzamiento de Alperovich, tres legisladores crearon un bloque propio y otros dos se sumarían a ellos; así, el oficialismo quedó con 28. De todos modos, el vicegobernador Jaldo selló alianzas con otros “extrapartidarios” al PJ.

Voces y análisis

Dirigentes de tres partidos distintos analizaron el posible efecto en la Cámara de una oferta electoral con varios espacios en pugna. Con matices, coincidieron en que los consensos y los disensos tendrán más impacto a partir de la renovación del cuerpo colegiado.

El peronista José Orellana buscará que su espacio, Tucumán Innovador, aporte todavía más bancas al oficialismo -en 2015 le sumó tres escaños al armado de Manzur y Jaldo-. De todas formas, el diputado oriundo de Famaillá avizora una posible conformación “con una mayor diversificación de bloques”. “Si Alperovich y (Silvia) Elías de Pérez (Vamos Tucumán) sostienen (la estrategia de) salir con listas únicas, la multiplicidad de ‘acoples’ del oficialismo sólo aumentarán las posibilidades de la fórmula, pero el piso de votos para obtener las ansiadas bancas legislativas se elevará a tal nivel que muchos quedarán con sus aspiraciones para otra elección”, advirtió.

El legislador Alfredo Toscano (Partido por la Justicia Social, PJS), afín al intendente Germán Alfaro, interpretó que la aparición de dos espacios atomizará la escena política. “Después del 9 de junio van a irrumpir dos fuerzas provinciales importantes, como el PJS y partido de Alperovich. Estos espacios, como sucede en otras provincias, convivirán con los partidos tradicionales, el peronismo y el radicalismo”, señaló Toscano.

Añadió que las composiciones con fuerzas más equitativas llegarán además a los concejos municipales. “No habrá un partido mayoritario en Tucumán, sino varios partidos que tendrán una porción de la representación. En cada uno de esos cuerpos legislativos los presidentes deberán alcanzar consensos al abordar los proyectos”, afirmó.

Según la perspectiva del legislador radical José Canelada, “nadie tendrá la mayoría especial, que son los dos tercios”. Y agregó: “eso es lo que viene pasando, y una posible dispersión (en la composición legislativa) sería muy positiva para el sistema democrático, porque dará lugar a debates políticos más profundos y nadie podría imponer la fuerza de los votos de manera cuasiarbitraria; sería un salto de calidad”. De todas maneras, el jefe del bloque de la UCR consideró que ello se dará “en la medida en que la madurez política lo permita”.
 

Fuente: https://www.lagaceta.com.ar/nota/803570/actualidad/oficialismo-pondra-juego-mayoria-legislativa.html