Lunes 10 de Junio de 2019, 22:55
Hubo muchos papelones electorales el domingo en Tucumán.
Entre los fracasos más notorios sin duda aparece el del ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, que apenas llegó a 2,3% de los votos con su partido "Juntos Podemos" en la Capital, y no consiguió ni una banca.
Lichtmajer empeñó a buena parte del aparato del Ministerio en la contienda electoral, y se presentó a sí mismo como el hacedor de una gran revolución educativa en Tucumán.
Gastó (supuestamente de su bolsillo) sumas siderales en publicidad, folletos, timbreos casa por casa y todo tipo de recursos, como batallones de trolls orientados a idolatrarlo en las redes sociales y atacar con virulencia a medios de comunicación y a quienes osaban criticarlo.
Lichtmajer fue acompañado en la lista por funcionarios de su cartera y de la Universidad Nacional de Tucumán.
Los nefastos resultados de su candidatura demuestran que solo con el aparato estatal y la autopropaganda carente de logros reales no alcanza para obtener la aprobación de los ciudadanos en las urnas.
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