En la grabación, se observa cómo el agente Kimbro toma a la beba, de nombre Ryleigh, y al comprobar que tenía problemas para respirar, lo deposita en el regazo de su madre y empieza a masajear su pecho para reactivar su respiración. “Vamos, nena, llora, llora para mí”, dice el policía, sabedor de que si la pequeña lloraba es que estaba respirando.
Durante cinco minutos, Will logró mantener con vida a Ryleigh, hasta que llegó la ambulancia que trasladó a la beba a un centro hospitalario cercano, donde la pequeña ya ha sido dada de alta sana y salva.
El sheriff del condado Duane Lewis galardonó a Will Kimbro con una medalla por su heroica, rápida y decidida actuación.