Cocinerito tucumano fue trasplantado en Buenos Aires y necesita un medicamento para volver a su casa

Lunes 16 de Septiembre de 2019, 19:40





Maximiliano Gómez iba al colegio como cualquier chico de 15 años cuando después de un dolor de cabeza, le detectaron leucemia. Como en Tucumán, donde vivía, no conseguían la remisión, lo derivaron al Hospital Garrahan, donde le hicieron un trasplante de médula, que fue exitoso. Ahora, necesita un medicamento que le permita regresar a su provincia junto a sus padres, poder terminar el colegio y cumplir con su sueño de estudiar cocina.

Edgar Gómez trabajaba haciendo changas como albañil en San Miguel de Tucumán, cuando él y su mujer Cristina, ama de casa, tuvieron que trasladarse a Buenos Aires para salvar la vida de su hijo. El hermano menor, de 13 años, fue el donante de médula. El proceso dio buen resultado, pero ahora es necesario que Maxi tome Posaconazol, un antifungicida que evitará que contraiga infecciones. Ya sigue un tratamiento ambulatorio y va al hospital solamente para controles, pero corre el peligro de volver a terapia intensiva si no consigue la medicación.

La vida de la familia aquí en Buenos Aires es difícil. La provincia de Tucumán les paga un alojamiento cerca del hospital y les da un subsidio. Edgar no puede trabajar, porque Cristina no tiene la fuerza suficiente para alzar a Maxi. El chico se traslada en silla de ruedas, y el hotel donde viven no tiene rampas. También necesita estar allí cuando lo higienizan.

Maxi no tiene obra social, pero sí un certificado de discapacidad, lo que le tendría que garantizar todas sus necesidades.

La familia está atrapada en un laberinto burocrático. En el hospital no le pueden proveer la medicación, y por eso se dirigieron a la delegación de Tucumán. Allí, una trabajadora social les dice que la solicitaron pero que no la mandan.

Entonces, recurrieron a la jurisdicción nacional. Pero les piden una negativa por escrito de la provincia, declarando que no están en condiciones de darles la droga, y en la provincia no les expiden esa certificación. "Es el cuento del gran bonete", asegura Edgar. Desde el 9 de setiembre están procurando 15 cajas de Posaconazol de 24 comprimidos de 100 mg, y no pueden conseguirlas.

"Estamos desesperados", dice Cristina. "Queremos volver a Tucumán. Mi nene de 13 años está con mi mamá, pero tuvieron que cerrar la casa", agrega. Los Gómez tienen miedo de que les roben o les ocupen su única vivienda. Además, Maxi tiene ganas de volver a tener una vida normal. Por ahora, eso es imposible.

Desde chico tuvo en claro su vocación: miraba y aprendía de su mamá cuando cocinaba, y le ayudaba a cortar los ingredientes. Sueña con ser cocinero, y vivir entre ollas y sartenes, preparando manjares. Tan fuerte es su deseo, que cuando se siente bien, mira tutoriales de chefs en internet y siente que su meta está cada vez más cerca.
Para ayudar a Maxi

Contacto: Cristina (mamá) +54 9 1127548103



Fuente: https://tn.com.ar/sociedad/un-cocinerito-tucumano-de-16-anos-con-leucemia-necesita-un-medicamento-para-volver-su-casa_994734