¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando ves una película de terror?

Viernes 18 de Octubre de 2019, 06:59

Las películas de terror pueden tener efectos contundentes sobre nuestros cuerpos.



La temporada de películas de terror (y claro, de pan de muerto) llega a su cenit en estas fechas.

¿Estás preparado para la invasión de zombis, vampiros y asesinos sobrenaturales que se avecines morir viendo una película de este tipo?

Te decimos lo que sucede con tu cuerpo y las probables consecuencias de una sobredosis de Annabelle, Chucky, Freddy Krueger y demás seres de ultratumba.

El recuento de los daños


En julio pasado, se reportó la? Cuidado: Hay casos documentados de personas que han muerto de la impresión de ver una película de terror, impactados por los bien diseñados sobresaltos de estos arquitectos de los sustos, que nos mantienen pegados (y rezando) a la butaca.

Pero…¿realmente te pueda muerte de una persona que acudió a un cine en Tailandia a ver justamente Annabelle 3: Vuelve a Casa, y que se impresionó tanto, que falleció de un paro cardiaco.

El desafortunado fue un hombre de origen inglés llamado Bernard Channing de 78 años.

Un caso similar sucedió con un hombre de 65 años llamado Andhra Pradesh, quien murió de un paro cardiaco mientras veía El Conjuro 2 en un cine de la India.

¿Más ejemplos? En los años 70, un hombre de 45 años murió viendo Tiburón en una sala de Estados Unidos.

También en la India, un joven murió después de ver Aliens.

Sí, agregamos esos casos por si ya estabas pensando que eso sólo le podía pasar a personas de edad muy avanzada.

Recientemente, reportaron las muertes en plena sala de cine, de dos personas (cada una por su lado), que habían ido a ver la nueva entrega de Halloween en México.

Posteriormente, se dio conocer que todo fue una artimaña para atraer más gente a las salas (y esas tácticas de mercadotecnia y posverdad nos dan más miedo aún)

¿Por qué nos atrae algo que (quizás) nos puede matar?

En su momento, El Exorcista cargó con ese estigma.

Y es que una película “maldita” que cargue con la leyenda de que la gente se puede morir de la impresión de verla, invariablemente provoca furor: “si la gente hasta se muere, es que debe estar buena”, pensamos. Ahora sí, que te mueres por verla (literal). ¿Qué atrae a la gente?

Digamos que es como cuando te subes a una montaña rusa, sabes que algo puede pasar, que estás en peligro, pero que finalmente, todo saldrá bien (a menos que, tristemente, te hayas subido a la de la Feria de Chapultepec).

Según Glenn Sparks, un investigador de la Universidad de Purdue (Indiana, EUA), los humanos tendemos a plantarnos algo llamado “prueba autoimpuesta”, que consiste en buscar riesgos como el paracaidismo o los deportes extremos, con el fin de alcanzar cierto grado de excitación mórbida.

Según él, cuando vemos una película de horror, se llevan a cabo ciertos procesos fisiológicos como que se eleva la presión, respiración intermitente, aumento de los latidos cardiacos por la tensión, etc. y esa sensación, se mantiene incluso después de salir del cine (no por nada revisamos debajo de la cama después de haber ido a ver una película terrorífica).

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando ves una película de terror

La buena: que un estudio realizado por la Universidad de Westminster hace un par de años, determinó que ver películas de horror hace que pierdas calorías.

Al dispararse el ritmo cardiaco y sudar, el cuerpo pierde peso con tan solo estar sentado (claro, siempre y cuando no tengas al lado dos combos de palomitas con caramelo y un refresco jumbo).

Según el catedrático de la Universidad Británica Richard Mackenzie, al ver una película de miedo extremo, el individuo segrega mayor cantidad de adrenalina generadas por el estrés intenso, que finalmente se refleja en la quema de calorías.

La mala: que efectos como el incremento del ritmo cardiaco, el aumento de la presión arterial, el aumento de los niveles de cortisol y adrenalina y la posibilidad de que las películas provoquen que salga a la luz eventos traumáticos del pasado (y quizás que te conviertas en Carrie en pleno cine), hacen que para personas con enfermedades del corazón (a veces no detectadas), haya peligro latente.

Otro efecto detectado (por la Universidad de Coventry de Inglaterra) fue que el estrés generado por ver una película de terror, hizo que aumentara la cantidad de glóbulos blancos en la sangre así como la de la hemoglobina (cuya función es transportar oxígeno en el cuerpo). A los participantes, se les pidió ver Masacre en Texas (la original de los años 70)

¿Y qué pasa en nuestro cerebro?


Un grupo de neurocientíficos y escritores de cine de terror, se congregaron en un evento llamado The Science of Scary y su conclusión fue que el cine de terror puede ser una catarsis mental, pero también un conflicto neuronal.

Cuando gritas al ver una escena de miedo, es que tu cerebro te está advirtiendo peligro y sentir ese terror es una reacción de autodefensa.

Pero cuando pasa un rato y tu mente asume que lo que está pasando en la pantalla (ese brazo desmembrado que cobra vida, por ejemplo) no es real, es cuando el cuerpo se relaja.

Pero entonces, llegan los sobresaltos en los momentos cumbres del esquema típico de una película de horror, y el individuo se debate entre huir del lugar para no ver más escenas que lo atemorizan, mientras el cerebro lo intenta tranquilizar. Entonces, se da un choque entre el cuerpo que quiere escapar y la razón que dice que es sólo una película. ¿Has visto que a veces la gente abandona una sala de cine?

Es porque el cuerpo (las vísceras) ganaron la batalla y vencieron al intelecto que trataba de convencerlos que lo que pasaba en, digamos, Heredarity, no era cierto. Ese “escape” se da sobre todo, en personas altamente emocionales.

Eso sí, los efectos negativos posteriores más comunes son insomnio, ansiedad y fobias

¿Sí te puedes morir?

Si tienes una enfermedad del corazón (que a veces suelen no estar debidamente diagnosticadas), es probable que la experiencia sea riesgosa.

El cuerpo reacciona químicamente con los estímulos de esta clase de películas, por lo que si bien son casos rarísimos (muere más gente teniendo sexo o tomándose selfies que viendo zombis en la pantalla grande), lo cierto es que hay casos documentados.

Claro, si al estrés que puede provocar ver sangre, asesinatos y espíritus al acecho le agregamos otros factores, el riesgo se incrementa.

Por ejemplo, el caso de un hombre de 23 años llamado Anthony Smythe quien murió viendo la tercera parte de Crepúsculo en un cine de Nueva Zelanda.

Y no, no falleció de la impresión de que la película fuera aún peor que las dos anteriores, sino porque se tomó completa una botella de whisky que metió de contrabando a la sala y el exceso de alcohol, le provocó una insuficiencia cardiaca mientras Kristen Stewart y Robert Pattinson lo miraban desde la pantalla y seguro se preguntaban “¿realmente nuestra actuación fue tan terrorífica?”.



Fuente: https://www.msn.com/es-ar/salud/noticias-medicas/%c2%bfte-puedes-morir-viendo-una-pel%c3%adcula-de-terror/ar-AAIVbp8?li=AAggPN3