Profesor decidió dar sus clases de matemáticas en calzoncillos

Viernes 22 de Noviembre de 2019, 08:43

Se trata de Tom Crawford, que se convirtió en youtuber para divulgar de manera popular a la ciencia. Su particular manera de enseñar.



Tom Crawford se presenta como un profesor de Matemáticas atípico. Les enseña a alumnos de primero y segundo año en la Universidad de Oxford donde realiza una intensa labor de divulgación en la que trata de acercar una disciplina que no suele encontrarse entre las favoritas de los jóvenes estudiantes.

En su intento por popularizar la ciencia, no duda en quedarse en calzoncillos. Utiliza el striptease como una metáfora de su labor profundizando en el significado de ecuaciones como la de Navier Stokes, revelándolas capa a capa, para hacer más llano algo que puede resultar demasiado complejo.

Esta semana, Crawford visitó la Residencia de Estudiantes, en Madrid, donde, dentro del ciclo Matemáticas en la Residencia organizado por el ICMAT, ofreció la conferencia Las matemáticas del deporte. En ella, usa al deporte como ejemplo de una actividad cotidiana que se puede comprender y practicar mejor usando ecuaciones matemáticas.

-Usted se desnuda o emplea el deporte para hacer que las matemáticas se entiendan mejor. ¿Por qué es necesario hacer ver que las matemáticas son divertidas? No veo a abogados o jueces, que también tratan temas muy complejos, intentando presentar el derecho como algo divertido.

-Creo que es porque la gente, por la razón que sea, admite felizmente que no les gustan las matemáticas, es aceptable socialmente. Si le decís a alguien que sos abogado, su respuesta por defecto no va a ser “no me gusta el derecho”, y eso sí pasa con las matemáticas. Y no debería ser así. Todo el mundo debería tener una comprensión básica de matemáticas, pero mucha gente no la tiene. Para mí, esa es la razón por la que quiero enfatizar que las matemáticas son divertidas y accesibles. No tiene por qué ser algo muy duro o algo que te enseñaron mal en la escuela.

-¿Cree que las matemáticas se enseñan especialmente mal en el colegio, peor que otras materia?

-Las matemáticas son difíciles para competir con otras asignaturas en el sentido de enseñarlas a través de historias. Cuando aprendés algo, si te lo pueden enseñar a través de las historias, es algo muy poderoso, que sirve para atrapar a la gente. Y eso es más fácil con la literatura o la historia. Un ejemplo muy simple de cómo añadir historias a las matemáticas sería la trigonometría. Las propiedades de los triángulos que aprendés en el instituto. Si pensás en cómo se descubrieron o se inventaron estas funciones, en por qué inventamos el seno, el coseno y la tangente, fueron los antiguos arquitectos que trataban de construir edificios, iglesias, pirámides y crearon esas herramientas intelectuales. Para mí es así como se debería enseñar la trigonometría. Imaginá que están en la antigua Roma y tenés que construir un edificio concreto. ¿Cómo lo harías con las tecnologías disponibles en aquel momento? Así se incita a pensar sobre ángulos y distancias y ahí es dónde es útil la trigonometría y para lo que se la inventó.

-Hace poco más de un siglo, en un país como España más de la mitad de la población era analfabeta. ¿Cree que sería posible y deseable conseguir que una gran mayoría de gente fuese capaz de manejar herramientas matemáticas básicas?

-Es completamente posible y diría que ya lo estamos haciendo. Depende de lo que consideres un nivel básico de matemáticas. La mayor parte de la gente puede, por ejemplo, mirando a un reloj saber que las agujas vuelven al mismo lugar cada 12 horas, es aritmética modular, algo que no estudiás hasta que llegás a la universidad. Incluso ser capaz de calcular los cambios cuando te dan un billete es hacer aritmética mental. O calcular cuándo tenés que salir de casa si tardás 35 minutos hasta la estación y el tren sale a las 12.45. Son muchas cosas que hacés sin pensar, pero que implican cálculos matemáticos. Así que depende de lo que consideres un nivel deseable de matemáticas, pero gran parte de la población ya cuenta con cierta capacidad de utilizarlas.

-También habla sobre las posibilidades de las matemáticas para mejorar el rendimiento de deportistas. Hay una película como Moneyball, que habla de la experiencia de un entrenador de béisbol que utiliza el análisis matemático para llevar a un equipo pequeño a competir contra los grandes de la liga con mucho menos presupuesto. ¿Se usan mucho las matemáticas en el deporte de élite?


-Por lo que sé, es una parte importante de los sistemas de seleccionadores de los grandes equipos. Hoy, estos especialistas, además de los análisis clásicos hablando del rendimiento de un jugador, de sus puntos fuertes y débiles, incluyen equipos de matemáticos y científicos de datos. Como en Moneyball, su trabajo consiste en analizar grandes cantidades de datos y detectar ganancias marginales que aprovechar. Eso funciona bien en béisbol, porque tienes muchos factores controlables: El lanzamiento, el bateador, la carrera hasta la base. Es muy formulable y son comportamientos repetitivos. En el fútbol es más difícil encontrar esas ganancias marginales porque es menos controlable.

-¿Pueden las matemáticas decirnos cuál es el límite del rendimiento humano en el deporte? Ya hubo ejemplos en el pasado en los que las predicciones fueron completamente erróneas. ¿Pueden identificarse esos límites con precisión empleando las matemáticas?

-Si mirás el récord de la maratón masculina durante el último siglo, las marcas descienden, pero no a un ritmo constante. Podés estimar, por ejemplo, que cada 10 años, se recortan 10 minutos al principio, pero luego, en las décadas de 1940 y 1950, la curva se empieza a aplanar y ya en los 1990 parece plana del todo. Así que si nos hubiésemos sentado acá hace 30 años, cuando el récord estaba alrededor de las dos horas y cinco minutos, podríamos haber pensado que nunca se llegaría a correr por debajo de dos horas, porque aunque se sigue bajando, el ritmo es cada vez más lento. Pero en los últimos años, hubo muchos progresos en las carreras de larga distancia, como las nuevas zapatillas que pueden proporcionar un 4% más de energía. Además, hay una profesionalización que permite entrenar todo el día y no tener un trabajo además de correr.

-Alguna gente, cuando se habla de las posibilidades de las matemáticas para llevar al límite de la perfección a los humanos, puede pensar que los deportes se volverán más aburridos, porque va a haber cada vez menos espacio para lo imprevisto.

-Creo que eso también tiene que ver con el rasgo psicológico humano que es la nostalgia. Pero el deporte evoluciona y siempre hay un factor humano. Si el estudio te permite perfeccionar el lugar al que es mejor lanzar un penal, también los arqueros pueden trabajar con esa información. Y luego, hay algunos futbolistas que no disparan a ese espacio supuestamente perfecto, como Eden Hazard, del Real Madrid, que cuando lanzaba los penales para el Chelsea esperaba hasta el último momento para decidir dónde lo tiraba, un método que va contra lo que dice el modelo matemático. Al final hay muchas variables en los deportes.

-¿Pueden las matemáticas ayudarnos a entender mejor a los grupos humanos? ¿Esa tecnología tiene potencial para mejorar la convivencia o para empeorarla?

-Con todos los datos disponibles, hay compañías tecnológicas enormes que pueden elaborar perfiles de la gente. Sabiendo que eres blanco, estadounidense, que ganas tanto dinero y vives en tal estado, pueden tratar de predecir qué te gusta o qué hacés e influenciar tu voto en una dirección. Pero esta tecnología también se podría utilizar para el bien y también se puede cuestionar si tratar de influir en los votantes es bueno o malo. Creo que en último término dependemos de las grandes compañías que tienen el control sobre estos datos para que asuman su responsabilidad moral y usen bien los datos.

Mirá la publicación:




Fuente: https://tn.com.ar/internacional/un-profesor-de-oxford-da-clases-en-calzoncillos-para-explicar-matematicas_1012324