Un niño estuvo al borde de la muerte por un error médico

Lunes 02 de Diciembre de 2019, 20:46





Desde los cuatro años Lucas se trata por epilepsia. A los once, acudió a una consulta en el hospital San Pedro de Alcántara, en Cáceres, España, donde cometieron un terrible error médico.

Según reconoce la Agencia Española del Medicamento y se detalla en el prospecto del medicamento, el doctor le dio al niño una dosis cuatro veces superior a la que debía tomar.

Le suministró Lamictal en dosis progresivas, es decir, cada semana debía ir aumentando la medicación. Lucas ya tomaba Depakine por lo que el nuevo medicamento, al estar combinado con el anterior requiere de unas dosis mucho menores, que el médico no tuvo en cuenta.

Qué le paso a Lucas por el error médico

A las tres semanas el niño empezó a tener llagas en la boca y luego fiebre. A pesar de que los médicos decían que se trataba de una simple infección, continuó empeorando por días, hasta que las quemaduras se extendieron por todo el cuerpo.

La piel de Lucas se volvió de color negro porque las quemaduras le produjeron una necrosis. Como consecuencia se le cayeron las uñas y la piel de los pezones, de las plantas de los pies, de la cabeza y de la cara.

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Lucas estuvo al borde de la muerte por un error médico.

Ante esta situación se le trasladó al Materno Infantil de Badajoz, donde le diagnostican Síndrome Stevens Johnson, una enfermedad que provoca precisamente el consumo de dosis excesivas del medicamento que se le pautó.

Además de las heridas en la piel, el error médico le provocó problemas renales por lo que fue trasladado en helicóptero al hospital La Paz en Madrid.

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El niño tiene el Síndrome de Stevens Johnson.

Tuvieron que coserle los dos ojos para evitar que también se le quemaran y que pudiera quedarse ciego. Y le administraron quimioterapia para que sobreviviera al brote.

Si bien Lucas sobrevivió, le han quedado muchas secuelas: manchas en la piel, defectos en la agudeza visual y teme mirarse en el espejo.

Cristina Paredes, la madre del nene, denunció que en los tres hospitales de la región intentaron quitarle importancia a lo que padecía, a pesar de que ella veía “cómo se le abría la piel” a su hijo.

La familia del niño reclama más de €300 mil que, tal y como asegura una de sus abogadas, Clara Lozano, podría ampliarse el monto.

Esto se debe a que, además, al hacerle diversas pruebas en Madrid, no hallaron rastro de la epilepsia, por lo que sospechan que también realizaron un diagnostico erróneo.


Fuente: https://radiomitre.cienradios.com/un-nino-estuvo-al-borde-de-la-muerte-por-un-error-medico/?utm_source=twitter&utm_medium=nota&utm_campaign=socialshare