Viernes 24 de Enero de 2020, 15:01
Estaba entre
19 pares en la casa de Villa Gesell donde los diez rugbiers de Zárate fueron arrestados por la DDI de Villa Gesell el sábado pasado por la mañana. Le resultó obvio a los investigadores. A Fernando Báez Sosa lo habían matado a patadas en la cabeza. La zapatilla, de lona, oscura, algo sucia, tenía sangre en su punta y en su costado izquierdo.
El fiscal Walter Mercuri, el primero en intervenir en el caso, notó rápidamente el diseño en la suela. Envió imágenes a la forense que practicaba la autopsia en la morgue de Pinamar.
La trama en la planta de la zapatilla era la misma que en la cara de la víctima. El perito de rastros de la Policía Científica que actuó en la escena concluyó lo mismo al verlas fotos.
No había otra zapatilla con sangre en la casa, por otra parte: fue la única que se incautó con estas características, con una mancha roja evidente.
Infobae accedió a las imágenes del calzado, que son elocuentes. Hoy,
esa zapatilla se convierte en una prueba clave de la causa a manos de la fiscal Verónica Zamboni. Será elemental junto a los videos del ataque y los resultados de las ruedas de reconocimiento para
fortalecer la imputación por la autoría material del ataque.
Gracias a estos descubrimientos,
la semana que viene se llevará a cabo
la denominada prueba de scopometría, quizás la más importante que se
adjuntará el expediente junto a las filmaciones y las ruedas de
reconocimiento.
Es, básicamente, el test criminalístico de
observación y medición de marcas –aplicable para ropa, tarjetas de
crédito, sellos y hasta marcas de neumáticos en el pavimento– que apunta
a comprobar de manera concreta que la zapatilla ensangrentada
encontrada en la casa de los rugbiers es la que habría usado uno de los
dos acusados hasta ahora de la autoría material, Máximo Thomsen o Ciro
Pertossi, para darle a Fernando el golpe.
La marca de la suela: se encontró una coincidencia en la cara de Báez Sosa.
En este estudio criminalístico no solo se evalúa la coincidencia entre
la impresión del cuerpo y la suela de la zapatilla. También se analizan
las “marcas” que una persona deja en el calzado al usarlo. Es decir, las
deformaciones que se van produciendo que son típicas de la pisada de
cada persona. También se observan detalles como el talle, además del
ancho y largo de la zapatilla.
Según distintos profesionales
consultados, no existe un tiempo estimado para conocer los resultados.
“En cada caso es distinto. Varía mucho dependiendo lo que se pida que se
analice. Puede tardar de un día a una semana”, dijo un perito. Sobre su
talle, una fuente del caso comenta:
“Bastante más chica que 49”, el
talle de pie de Pablo Ventura, implicado falsamente por los acusados y
liberado por falta de mérito con una decisión del juez Diego Mancinelli.
El frente de la zapatilla en primer plano.
Fue, precisamente,
la zapatilla que se ve en esta nota la que los rugbiers hoy detenidos intentaron calzarle al joven al que habían convertido en víctimas de su bullying y sus burlas en las fiestas de Zárate.
Play
Los resultados de la rueda de reconocimiento
complicaron particularmente a Thomsen en la jornada de ayer, junto a Enzo Comelli. El video de los momentos finales del crimen
muestra al ex jugador del CASI: sus zapatillas son curiosamente similares a las encontradas con mancha de sangre. ¿Acaso le pertenecen? La misma duda pasa por las cabezas de los investigadores del caso.
En todo caso, la pericia scopométrica, que no solo analiza las marcas sino las marcas que el propio pie deja dentro del calzado,
será elemental para despejar cualquier duda. Mientras tanto, las ruedas de reconocimiento continúan hoy y la semana que viene.
Fuente: https://www.infobae.com/sociedad/policiales/2020/01/24/exclusivo-la-zapatilla-que-el-rugbier-asesino-uso-para-golpear-hasta-la-muerte-a-fernando-baez-sosa/
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