El veto de las senadoras peronistas le cierra el paso al presunto violador Alperovich para volver a su banca

Lunes 25 de Mayo de 2020, 22:27

Sarita y José Alperovich



A pesar de que José Alperovich insiste con su inocencia y sostiene que quiere volver a ocupar su escaño, en el Senado crece la presión para que el tucumano pida una nueva licencia hasta tanto no se esclarezcan las denuncias por abuso sexual formuladas por una sobrina del exgobernador peronista.

A las gestiones "diplomáticas" que Juntos por el Cambio realizó la semana pasada, en los últimos días se ha sumado el pedido de varias senadoras del Frente de Todos, que también le transmitieron al jefe del bloque oficialista, José Mayans (Formosa), la conveniencia de que Alperovich se mantenga alejado de sus funciones.

La última palabra, como casi todo lo que tiene que ver con el oficialismo en el Senado, la tendrá la vicepresidenta Cristina Kirchner . Será ella quien evaluará la conveniencia política de que el tucumano renueve su licencia o si, por el contrario, lo quiere de regreso en su banca.

La licencia por seis meses que pidió el senador tucumano está próxima a vencer. Pedida por nota el 26 de noviembre último, fue aprobada por el pleno de la Cámara alta al día siguiente.

El exmandatario provincial se debate por estas horas entre su deseo de volver al Senado y los pedidos que le llegan para que renueve su licencia.

"Las mujeres están muy duras", le dijo a La Nación un miembro de la mayoría peronista de la Cámara alta. "No creen oportuno que el ’Pepe’ (por Alperovich) vuelva hasta que no haya más precisiones sobre el tema", agregó el legislador.

Alperovich se vio obligado a pedir licencia al quedar acorralado por las graves denuncias de nueve casos de abuso sexual, uno de ellos con acceso carnal, que el año pasado formuló en su contra y ante la justicia una de sus sobrinas.

La noticia impactó de tal manera en la Cámara alta que permitió sortear la habitual resistencia de las cámaras legislativas a apartar alguno de sus miembros por una denuncia judicial. Sin embargo, en este caso el reclamo de justicia por parte de la Banca de la Mujer, que se puso del lado de la denunciante, dejó sin margen político a Alperovich para resistir las presiones.

Tal como lo hizo en el escrito en el que pidió la licencia, el senador tucumano sigue sosteniendo su inocencia. Además, afirma que todo obedece a una "operación política" en su contra. Por eso, no está muy de acuerdo con continuar marginado de la Cámara alta.

"Sostiene su inocencia y dice que no hay mérito para procesarlo", contó un legislador que pudo dialogar con Alperovich.

Sin embargo, las senadoras de los dos principales bloques de la Cámara alta sostienen que las causas judiciales no han avanzado lo suficiente como para permitirle al tucumano regresar al cuerpo.

Las denuncias de la sobrina de Alperovich han quedado empantanadas en parte por los recursos planteados por la defensa del senador y, además, por la parálisis que en materia judicial impuso la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus.

De hecho, la Corte Suprema de Justicia mantiene demorada una definición en la disputa entre las justicias porteña y tucumana por la competencia en la investigación de las imputaciones a Alperovich. La pelea surgió a raíz de que los abusos denunciados por su sobrina habrían ocurrido en el departamento que el senador tiene en Puerto Madero y en Tucumán. /La Nación