Una vocación admirable, e incluso sin igual, refleja diariamente
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A la escuela Rosario Vera Peñaloza del Paraje Puerto Arenas, de la localidad misionera de San Javier, en el límite con Brasil, acudieron durante cuatro días sus alumnos, hasta que las autoridades gubernamentales suspendieron las clases ante el avance de la pandemia. Por esta razón, la maestra del 3° A, Patricia Roxana Decontardi, comenzó a pensar y planificar la estrategia para seguir de cerca a sus chicos y que ellos no perdieran el ciclo lectivo.
En este sentido, Decontardi señaló que
"queremos mantener el vínculo entre ellos, que se sientan en el colegio, aunque no lo estén". A su vez, la docente dejó en claro que "cuando les corrijo sus tareas les dejo un mensaje de aliento, principalmente les recalco que se queden en casa, que así nos cuidamos nosotros y al otro, que sigan perseverando, que ya vamos a estar juntos".
Por su parte, Sandra, mamá de un alumno de 3° A, remarcó que Patricia
"hace de todo, se desvive por ellos; ella les inculca que se cuiden y busca actividades para que jueguen entre todos a la distancia". Con esa ejemplar entrega por sus estudiantes, la "seño" visitó a cada uno de ellos, respetando la distancia social, y les tomó una fotografía que luego reflejó en un cortometraje que ella misma preparó para la conmemoración del 25 de Mayo.
Antes de retirarse de los hogares de sus niños, los tranquilizó, expresándoles que "nos vamos a ver pronto" y que mientras tanto "se queden en casa".
/cronica