Una cámara de vigilancia captó el momento en que fue aprehendido el hombre afroamericano, en Minneapolis, que murió por asfixia tras ser reducido por los oficiales
En ese momento el detenido conversa con los agentes. Estos lo sujetan entre dos y lo llevan contra el patrullero. En lugar de subirlo al vehículo, los uniformados lo tiran al suelo a Floyd. Durante varios minutos, el policía Derek Chauvin presiona sobre el cuello de la víctima con su rodilla izquierda.
“Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor”, se escucha a Floyd, mientras agoniza. Había sido detenido bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.
El “no puedo respirar” de Floyd se ha convertido, precisamente, en el grito de las protestas de los últimos días en Minneapolis, que se han extendido a decenas de ciudades del país.
Finalmente, Floyd fue trasladado por una ambulancia y unos minutos después de la detención murió por asfixia. Su muerte desató una ola de protestas masivas y de indignación que revivió el movimiento conocido como Black Lives Matters, contra los abusos policiales hacia la población afroamericana. La tensión que se vivió en los últimos días fue tal, que el sábado ciudades como Los Ángeles, Filadelfia y Atlanta, entre otras, anunciaron un toque de queda para intentar detener las violentas protestas contra la policía. Además, hay 5.000 guardias nacionales desplegados y 2.000 más listos para salir a las calles.
El policía de Minneapolis que aparece en el video con la rodilla presionando el cuello de Floyd fue acusado el viernes de asesinato en tercer grado. “Derek Chauvin ha sido acusado por la oficina del fiscal del condado de Hennepin de asesinato y homicidio involuntario”, dijo el fiscal del condado, Mike Freeman, a periodistas, y agregó que el primer cargo es asesinato en tercer grado. Tras la acusación, Chauvin fue arrestado el viernes.
Chauvin, de 44 años, se encuentra detenido en la cárcel del condado de Ramsey. Es el primer oficial blanco en Minnesota en ser procesado penalmente por la muerte de un civil de raza negra. La sentencia máxima por asesinato en tercer grado es de 25 años; el máximo para homicidio involuntario de segundo grado es de 10 años.
Los otros tres oficiales involucrados en la detención también fueron despedidos, pero no han sido arrestados ni acusados, aunque se espera que ocurra pronto, según adelantó Freeman.
/Infobae