La víctima, de 17 años, permanece internada en estado reservado en el Hospital Central de San Isidro.
La única testigo directa del balazo que impactó en la víctima es la chica que estaba con ella, también menor de edad. No hay pistas sobre los agresores, que escaparon después de balearla y todavía no fueron identificados.
En principio, los investigadores descartan que Camila haya sufrido un intento de femicidio. Apuntan en cambio a una bala perdida producto del enfrentamiento entre bandas en la zona por lo que la causa se caratuló como "abuso de arma y lesiones graves".