El emocionante momento en el que un nene de cuatro años escucha por primera vez: video

Domingo 02 de Agosto de 2020, 17:03

Iker nació con hipoacusia. En medio de la pandemia de coronavirus fue operado en el Hospital Federico Abete de Malvinas Argentinas y logró escuchar por primera vez.



"Me agaché, lo miré y le dije ’hola amor, soy mamá’. Él con cara de sorprendido me abrazó", cuenta Verónica Ullúa, la madre de Iker, sobre lo que ocurrió minutos después de que su hijo de cuatro años escuchara por primera vez.

La historia de este nene y la lucha de su familia para poder realizar la operación del implante coclear comenzó hace tres años, cuando se enteraron de que Iker había nacido con hipoacusia neurosensorial profunda bilateral. "Nació el 13 de mayo de 2016 y al año fuimos a hacerle unos estudios porque no dimos cuenta de que no escuchaba", explica la familia.

Le hicieron una batería de exámenes audiológicos para saber su grado de hipoacusia y, a partir de eso, el equipo de especialistas determinó que era candidato a un implante coclear. "En ese momento, le pusieron audífonos por seis meses para ver cómo funcionaban, pero no dieron resultado. La única opción era que lo operaran", explica Nahuel Iturrez, el papá.

Después de presentar el presupuesto en la obra social para que autorizaran los implantes cocleares y los procesadores, en septiembre del año pasado les confirmaron que iban a poder comprarlos. "Los dispositivos llegaron en enero y la operación de implante bilateral estaba programada para marzo, pero en el medio, declararon la cuarentena por la pandemia de coronavirus", recuerda la familia.

Verónica, Nahuel e Iker. Foto: gentileza de la familia.
Verónica, Nahuel e Iker.


Si bien Iker estaba en tratamiento y con la operación programada, los papás estaban muy ansiosos porque sabían que la cirugía era el puntapié para que cambiara la vida de su hijo. "Hacía sus propias señas y nosotros lo entendíamos. Es un chico muy inteligente y observador, pero necesitaba poder comunicarse con otros chicos. Muchas veces cuando quería jugar en la plaza los otros nenes no lo entendían y por esa razón lo dejaban de lado y para nosotros era súper triste", recuerdan.

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La operación en medio de la pandemia


Betina Beider es la jefa del servicio de Otorrinolaringología de hospital Federico Abete de Malvinas Argentinas y quien estuvo a cargo de la operación: "Atiendo a muchas mamás con chicos hipoacúsicos. Les genera mucha ansiedad que sus hijos puedan escuchar. Todo ese proceso, desde el diagnóstico hasta que pudimos implantarlo, fueron más de dos años", indicó la médica.

"Desde que comenzaron los trámites hasta que la obra social compró los dispositivos transcurrió la mitad de su vida. El implante ya estaba adjudicado y disponible para la cirugía en marzo y se tuvo que suspender por el tema de la pandemia", sostuvo Beider (MN 84225) que acompaña a la familia desde ese momento.

Los abuelos, Verónica e Iker después del encendido del dispositivo. Foto: gentileza de la familia.
Los abuelos, Verónica e Iker después del encendido del dispositivo.


La jefa del servicio del hospital de Malvinas Argentinas recuerda: "Ahí la ansiedad se potenció porque todo había quedado postergado. Al tiempo, me habilitaron a hacer la cirugía y yo les propuse a los papás que la hiciéramos, pero con una internación bien corta de 24 horas para extremar las medidas preventivas y evitar correr cualquier riesgo por la pandemia de coronavirus".

Los papás, que tienen 21 y 23 años, intentan poner en palabras la emoción del momento en que se enteraron que se iba a poder realizar la operación. "Teníamos miedo de que tuviéramos que esperar un año más", afirman.

De todos modos, explican que al principio tenían un poco de miedo porque el hospital de trauma, como se lo conoce, tenía un área, bien delimitada, pero con pacientes con covid. De todos modos, ellos confiaron en la decisión del equipo de que era el momento justo para que Iker pudiera aprender a escuchar y comunicarse.

Nahuel, Iker y Verónica.en el cumpleaños número 2 del nene. Foto: gentileza de la familia.
Nahuel, Iker y Verónica.en el cumpleaños número 2 del nene. Foto: gentileza de la familia.


La importancia de hacer el implante antes de los 5 años


"Cuando uno coloca un implante, el cerebro tiene que adaptarse a la información. Cuanto más pronto sea la estimulación, mejor se adapta el cerebro. La operación es compleja porque se trata de un órgano delicado. Se trabaja con microscopio y genera mucha expectativa, antes durante y después ya que el paciente tiene que aprender a escuchar, agrega la jefa del Servicio de Otorrinolaringología.

Según indica la médica, la clave está en la plasticidad del cerebro de los chicos hasta cinco años. "Cuanto más pronto se haga el implante y en simultáneo, es mejor".

El 22 de junio fue la fecha elegida para la operación donde que duró alrededor de cinco horas. El posoperatorio y la evolución fue como estaba previsto, pero había que esperar un mes para comprobar si Iker escuchaba. "Cuando baja la inflamación de la cirugía y cicatriza el organismo, se puede hacer la primera calibración de los procesadores. Se llama encendido al momento en que activamos todo el sistema", cuenta Micaela Brandon, fonoaudióloga del servicio del hospital.

Brandon, que fue la encargada de monitorear el funcionamiento durante el encendido el 27 de julio, aclara cómo funciona. "Los procesadores captan el sonido, la información acústica, y la transforman en energía eléctrica. Eso pasa a través de una bobina externa que se conecta con otra bobina interna y empieza a funcionar".

"Lo que se hace en ese encendido es chequea que haya respuesta de ese nervio auditivo y empezar a ver los resultados del implante", aclara Micaela quien para preparar a Iker para ese momento, los días previos se comunicó con la familia por video llamada y hasta le armó un cuentito en Power Point para que el nene supiera qué iba a pasar ese día y qué era lo que él tenía que hacer.

Como con el abuelo Miguel Ángel es con quien más tiempo se queda quieto, decidieron que fuera él quien estuviera sentado al lado del nene en ese momento clave del estudio que, además, es bastante largo porque se comprueba la respuesta del nervio electrodo por electrodo. "Gracias a Dios salió todo bien. Fue muy emocionante su respuesta cuando percibía los sonidos", advierte la fonoaudióloga que sigue de cerca los avances de Iker.

Según explica la especialista, el primer día de regreso a casa, el nene se asustó un poco por los sonidos pese a que el volumen estaba bajito. "Es un aprendizaje, vamos a ir subiendo los niveles de corrientes para que tenga mayor tolerancia y su cerebro vaya acostumbrándose a escuchar. Después lleva toda una rehabilitación en la que tiene que aprender a escuchar, con esa información que el siente, la energía eléctrica, hasta que el cerebro se acostumbra y ya sabe qué sonido es".


Un trabajo en conjunto entre la familia y los especialistas

Verónica recuerda que, junto a los abuelos, estuvieron con Iker en ese momento tan especial. "Estaba tan contenta por él, por ese gran día que salimos de ahí, me agaché lo mire y le dije ’hola amor soy mamá’. Él con cara de sorprendido me abrazó y fue hermoso", recuerda.

Brandon por su parte explica que todo marcha muy bien. "Su cerebro está recibiendo el estímulo auditivo si bien aún sus niveles no alcanzan para escuchar todos los sonidos del habla pero con trabajo lo va a lograr".

Para la profesional, la clave está en que "los 22 electrodos en forma bilateral están bien colocados. Después es fundamental que las familias hagan su parte para la rehabilitación porque a partir de que se encienden los dispositivos, es como si volviera a nacer con sus oídos".

En medio de la cuarentena y con la alegría por la operación exitosa de Iker, la familia cuenta que están haciendo la rehabilitación en la casa de la hermana de Verónica porque hace dos meses que no pueden pagar el alquiler. "Trabajo para una empresa hace tres años como peón y lamentablemente por este tema de la cuarentena, mi complejo tuvo que cerrar, la empresa me reubicó, pero después estuve dos meses sin tener trabajo y tuvimos que abandonar el lugar que estábamos alquilando porque al estar parado y no cobrar todo el sueldo no alcanzaba para cubrir los gastos. Ahora Verónica e Iker están en lo de mi cuñada y yo en lo de mi madre.Nuestro sueño es tener una casa propia para que estemos los tres juntos y no perdemos las esperanzas de que llegue ese momento para que el nene puede aprender de su mamá y de mí". /TN